A falta de ‘elefantes’, Warren Buffett pone la mira en presas pequeñas

Warren Buffett elefantes

 

Últimamente, Warren Buffett no ha usado su «arma para cazar elefantes», pero ha encargado a sus gerentes que rastreen presas más pequeñas.

El año pasado, las subsidiarias de Berkshire Hathaway Inc. gastaron colectivamente cerca de US$2.300 millones en 26 adquisiciones, que según el holding es una cantidad récord. Este año han seguido la tendencia con la compra de más de una decena de empresas en el primer semestre, pero Berkshire no ha revelado el monto de las transacciones.

Ante la escasez de posibles blancos de miles de millones de dólares, Buffett favorece cada vez más las compras que expanden sus actuales líneas de negocios, ya que aumentan las ganancias de Berkshire y le permiten poner a trabajar sus reservas de efectivo, que a fines de junio eran de US$36.000 millones. El flujo de caja de las operaciones aumentó casi 36% en el primer semestre de 2013 frente a un año antes, lo que ejerce presión sobre el conglomerado para que use el dinero, en lugar de acumularlo.

En una entrevista telefónica, el inversionista multimillonario con sede en Omaha, Nebraska, dijo que esperaba que este tipo de acuerdos fueran frecuentes y numerosos. «Me gusta que los gerentes encuentren oportunidades», señaló.

El magnate, que cumplirá 83 años a fines de agosto, suele dejar a los gerentes de las filiales de Berkshire dirigir sus negocios sin interferencia, pero se involucra más cuando hay acuerdos de por medio que quieran hacer. Algunos le envían actualizaciones mensuales de posibles blancos de compra.

Estas adquisiciones se diferencian de los «elefantes», que Buffett identifica como los megacuerdos que él y su socio Charlie Munger realizan para Berkshire, con los que el conglomerado suele incursionar en sectores en los que no tenía presencia. En 2011, el magnate escribió que su «arma para cazar elefantes» estaba cargada y que su dedo estaba ansioso por oprimir el gatillo.

A pesar de la actual escasez de empresas que se ajusten a sus criterios de tamaño, sector, ganancias y precio, el Oráculo de Omaha no ha guardado su arma. «Un gran acuerdo es lo que hace que mi corazón lata más rápido», dijo en una reciente entrevista. En junio, Berkshire se asoció con la firma de inversión brasileña 3G Capital para comprar el fabricante de alimentos H.J. Heinz Co. por US$23.600 millones, costeando casi la mitad de la operación.

Después de todo, acuerdos multimillonarios fueron los que transformaron a Berkshire de un fabricante textil en los años 60 a un holding con un valor de mercado de US$288.000 millones, con intereses en sectores que van desde el calzado deportivo a los ferrocarriles.

Las subsidiarias de Berkshire no siempre revelan cuánto gastan en cada acuerdo, pero las transacciones más grandes suelen ser de al menos US$1.000 millones, dijeron ejecutivos del holding. En una excepción notable, su filial MidAmerican Energy Holdings Co. anunció en mayo que compraría NV Energy Inc., una empresa de servicios públicos de Nevada, por US$5.600 millones.

Debido a los diversos activos y el poder financiero de Berkshire, Buffett y sus gerentes a menudo reciben propuestas de empresas que buscan un comprador. La posibilidad de escoger acuerdos es de alguna forma un lujo en el mercado de fusiones y adquisiciones, que ha tenido problemas para recuperarse tras la crisis financiera.

«Estamos en el radar de personas en decenas de industrias», afirmó Buffett. «Saben que estoy interesado en compras considerables que abran nuevos negocios, pero también que nuestras empresas están interesadas en expandirse por su cuenta».

Banqueros de Wall Street y ejecutivos de firmas de private equity dicen que llaman a Berkshire más a menudo que a otros potenciales compradores debido a que las 81 compañías del holding abarcan prácticamente todos los sectores.

Las transacciones más pequeñas son importantes porque aumentan los ingresos y las ganancias de Berkshire. En el primer semestre de 2013, la facturación de su subsidiaria McLane Co. sumó US$22.200 millones, un alza interanual de 30%. Los resultados reflejan en parte su adquisición en 2012 de la compañía de servicios de alimentación Meadowbrook Meat Co.

«Es simplemente un interlocutor magnífico», expresa Victor Mancinelli, jefe del fabricante de equipos agrícolas CTB Inc., una de las empresas más prolíficas en acuerdos dentro de la familia Berkshire. CTB ha realizado casi una compra al año desde que fue adquirida por el holding en 2002.

Ejecutivos dicen que el estilo no intervencionista de Buffett no ha cambiado de forma notable desde la partida en 2011 de David Sokol, un alto gerente y ex jefe de MidAmerican, donde llevaba a cabo muchos acuerdos. Sokol renunció luego de conocerse que había comprado acciones de una empresa que Berkshire luego adquirió por sugerencia suya, aunque aseguró que su decisión no tenía nada que ver con la operación.

Las subsidiarias de Berkshire también usan la enorme reserva de efectivo del holding para modernizar fábricas y equipos. Los gastos de este tipo se encaminan a exceder US$10.000 millones este año, un nuevo récord para la empresa, indicó Buffett.

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A falta de ‘elefantes’, Warren Buffett pone la mira en presas pequeñas

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