Aprende a hacer y no hacer

No lo olvides: el control de tu creciente lista de deberes comienza por la autodisciplina.

El milagro del «trabajo móvil» es tanto una bendición como una maldición para los emprendedores. La posibilidad de acceder al instante a la información desde los teléfonos celulares y las conexiones públicas de Internet inalámbrico reducen la línea que separa la vida personal de la profesional. Esta libertad de movilidad creó un mundo que vive más acelerado, pero que, a su vez, presentará un desafío para nuestras prioridades, tiempo y energías. En algunas ocasiones, son tantas las ocupaciones que hay que pasar el tiempo reordenando las prioridades en lugar de actuar y seguir adelante.

Para salir victorioso en este nuevo entorno, establece y sigue reglas específicas. Los emprendedores de éxito se disciplinan para actuar aún cuando están demasiado presionados por las tareas a realizar. Con unas cuantas directrices, puedes lograr la autodisciplina necesaria para navegar por estas nuevas fronteras y alcanzar tus metas con facilidad.

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Elabora una lista de tres resultados positivos que te ayudarán a ganar más disciplina y dirige tu subconsciente hacia allá. ¿Cómo? Integra tus metas de negocios a tu rutina diaria. Contar con una visión general de tus objetivos y avances te mantendrá motivado para actuar aún cuando existen distracciones.

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Si deseas ganar disciplina comienza por fortalecer tu ánimo. La voluntad para actuar puede ser el impulso intenso y poderoso que necesitas para lograr tus metas, sin importar el estado emocional en que te encuentres. A menudo, uno cosecha los mejores beneficios cuando se compromete de verdad. No te sientas mal por tener que trabajar cuando lo necesites. Sobreponte a cualquier problema inicial, sigue tus instintos, no te dejes llevar por la culpa.

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A menudo es difícil iniciar una gran tarea después de considerar la magnitud del trabajo a realizar. Disciplinarse para actuar es como hacer ejercicio: es mejor comenzar por donde te sientes cómodo y después seguir adelante. Mantén la motivación y sé cada vez más productivo al hacer tareas que beneficien inmediatamente a tu negocio. Actúa. El mejor progreso ocurre cuando no sientes que estás trabajando.

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Un partido de hockey sin límites sería un caos. Define lo que necesitas hacer a nivel personal y profesional para que tu primera tarea sea un éxito, y sigue adelante. Tal vez esto signifique trabajar mientras otros están divirtiéndose o retirarte temprano de una reunión familiar. Cuando se cruzan los límites establecidos, aléjate de cualquier respuesta reactiva. Toma un buen impulso, pero recuerda no estrellarte contra el vidrio de la pista de hockey.

La determinación y la perseverancia son claves para practicar la autodisciplina cotidianamente. Si la fortaleces, muchas tareas difíciles se convertirán en trabajos comunes y corrientes. Pronto podrás vencer mayores retos y cosechar recompensas más jugosas.

Fuente:

Aprende a hacer y no hacer

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