Cómo manejar la crisis

Es difícil ver algo de luz entre tanta niebla. Pero si logras salir airoso, tu posición de liderazgo quedará reforzada.

El panorama actual no ofrece muchas posibilidades de actuar a las empresas. La gran mayoría se vieron enfrentadas a un panorama complejo de un día para otro.

Aunque los efectos de la gripe van a afectar a unos más que otros, (y otros incluso se pueden ver beneficiados, como las farmacias y los servicios a domicilio), un clima de crisis se ha instalado en la economía mexicana. Pero la vida y la empresa tiene que seguir adelante. El problema es cómo manejarla.

Mal manejada, una crisis podría hacerte perder el respeto y la lealtad de tu equipo y hacer que el desánimo se apodere de tus empleados. Bien llevada (y este será tu caso), una crisis disparará el entusiasmo del equipo, potenciará su identidad y te reforzará como líder.

¿Cómo lograr que tu equipo te apoye desde el principio y no deje de hacerlo en ningún momento? Escuchándolos, ya que por ver que la empresa no sufra más daños, dejamos de lado la seguridad de nuestros colaboradores.

Tu comportamiento durante la crisis influirá más de lo habitual en los demás. Lo mejor será intentar que el equipo salga reforzado de la experiencia y que eso te sirva en situaciones futuras. Ya que tú eres su líder y cualquier demostración de debilidad podría hacer que el equipo decaiga (pero no te equivoques, tampoco se trata de que te conviertas en un capataz).

La crisis puede hacer aflorar talentos ocultos de una persona que, a partir de ese momento es mejor valorada por los demás miembros del equipo.

En momentos de crisis la adrenalina del momento saca lo mejor y peor de nosotros, no importa cual sea aprovecha las dos situaciones; tal vez no te imaginabas que aquel colaborador que veías que era pasivo solo necesitaba una situación realmente estresante para sacar su coraje. Aprovéchalo y no esperes a que se presente otra crisis, apóyalo para que ese coraje le sirva a la empresa.

De igual modo, una actitud equivocada puede generar resentimiento, dividir al grupo y dejarle la moral por los suelos. La clave no reside tanto en lo que haces sino en cómo lo transmites.

La mejor manera de mantener ese tono de seguridad ante tus colaboradores es siguiendo estas reglas:

1. Mantén informado a todo el equipo. No dejes de comunicar cualquier dato relevante mientras dure la crisis. No esperes hasta la reunión de evaluación del día siguiente para dar explicaciones. El desconocimiento y la falta de información llevarían al equipo a cometer errores durante la resolución de la crisis.

2. Reúne al equipo cuando tengas que dar instrucciones o comunicar un dato importante. La única forma de saber que todo el mundo sabe lo mismo y trabaja según las mismas pautas es reunir al equipo para darle instrucciones.

3. Impulsa al equipo a que haga preguntas. Sé que estarás deseando dar las instrucciones lo más rápido posible y que todo el mundo se ponga manos a la obra de inmediato. Pero si no dejas que nadie haga preguntas, en una reunión o después, alguien podría confundir los hechos, no valorar correctamente las prioridades o entender mal tus instrucciones.

4. Haz participar al equipo en la toma de decisiones importantes. Este es el enfoque ideal porque consigue que la gente se comprometa con la decisión y que haga todo lo posible por que funcione. procura involucrar al equipo el máximo posible.

5. Mantente siempre cerca. Si tu equipo siente que no se pueden comunicar contigo porque estás siempre demasiado ocupado para atenderles, su sensación de distanciamiento aumentará y se desmoralizarán. Por todo ello, busca tiempo para escuchar sus angustias, darles consejos o aceptar sus quejas: te necesitan.

6. Muestra a tu equipo que estás de su parte. Asegúrate de que las personas a tu cargo saben que su bienestar es una prioridad para ti. Que eres una persona en quien se puede confiar y que les eres leal (independiente que tengan errores, se los harás saber a su debido tiempo, pero no en medio de un crisis, primero sal de ellas y después resolverás los detalles).

7. No pierdas nunca el sentido del humor. El humor rebaja la tensión y pone de manifiesto que no les vas a reñir a la menor contrariedad. Esta regla tienen que tratarse con delicadeza ya que como sabemos en las crisis los ánimos están a su nivel mas alto, pero un poco de humor bien manejado podrá ayudar a que estemos menos tensos. Ten cuidado que ese humor no los lleve a tener un exceso de confianza.

Estos puntos te ayudaran para que en ese momento tan crítico puedas saber como reaccionar, como comunicarte con tu equipo.

Tomas los necesarios con los que tu te sientas cómodo y en los que no, trata de llevarlos a cabo, en la medida que puedas.

En la última regla, te recomendamos que la realices cuando ya paso la crisis, para que tus colaboradores y tu mismo se relajen y realmente puedan aprender de esta situación. A largo plazo, el equipo es más importante que la crisis.

Estas reglas utilizándolas para comunicarte eficazmente en una crisis, serán un éxito cuando las lleves a cabo en situaciones normales.

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Fuente:

Cómo manejar la crisis

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