¿Cómo ser un jefe que los empleados amen?

Si quieres conseguir el respeto de tu equipo debes reconocer su trabajo y aprender a conectarte con ellos de manera significativa.

Ser un líder exitoso significa ser bueno en lo que haces y tener integridad. Pero más que nada, se trata de tu habilidad para crear relaciones sanas con otras personas, particularmente con aquellas que trabajan para ti.

Como emprendedor, eres visto de manera diferente que cuando eras un manager o un colega en un trabajo tradicional. Sobresales para obtener lo máximo del éxito de la empresa, y es más fácil para tus empleados creer que tienes mayor interés en el negocio que en ellos. Tu éxito es primordial, pero no debes alcanzarlo a expensas de las relaciones con aquellos de quien depende.

Toma nota de estos consejos para convertirte en el tipo de jefe que todos los empleados aman y respetan:

1. No trates a las personas como transacciones
Hace algunos años, en mi primer trabajo real al salir de la Universidad, me sentía encantado de tener mi propia asistente. Era una mujer muy capaz y competente y realmente me agradaba. Un día, mientras un cliente visitaba mi oficina, cometí el ingenuo error de presentarla diciendo, “Ella es Teri. Trabaja para mí”. La respuesta de Teri me hubiera servido mejor en privado, pero su punto fue muy válido: “Trabajo contigo, no para ti”.

No tenía intención de faltarle al respeto con mis palabras, pero éstas sugirieron que Teri era un medio y no un fin, y además que yo estaba “por encima” de ella. Y aunque técnicamente ella me reportaba, la diferencia entre trabajar para a trabajar con es crítica; la primera puede hacer sentir a la persona conquistada, mientras que la segunda hace referencia a la colaboración.

Piensa bien en la forma en la que nombras y te refieres a tus empleados. Enfócate en la reciprocidad: busca maneras en las que puedan alcanzar sus metas personales y profesionales mientras ayudan a alcanzar las tuyas. Demuestra apreciación por aquellos que voluntariamente han decidido trabajar para ti.

2. Invierte en aquellos que valoras
La principal prueba de cuánto valoras una relación es cuánto tiempo, interés y apoyo estás dispuesto a invertir en ella. En lugar de preguntar “¿Qué has hecho por mí últimamente?”, voltea el asunto y pregúntate qué has hecho tú últimamente por aquellos que realmente valoras.

Aquí una forma de invertir para generar mayores dividendos: identifica el potencial en un empleado que él o ella aún no haya reconocido. Por lo general, la gente está ciega sobre sus propias habilidades y potencial, y los buenos líderes no sólo reconocen estas fortalezas latentes, sino que ayudan a desarrollarlas.

Hace muchos años, el director de mi oficina estaba gastando más tiempo en nuestro sitio Web y plataformas tecnológicas. Un colega estaba presentando un evento en Las Vegas que yo sabía que le daría a un miembro de mi equipo información para mejorar esas áreas. Ir a Las Vegas para el evento fue un gasto extra, pero pagué con gusto el seminario y el viaje. Cuando regresó estaba mejor equipada para el trabajo y motivada de que yo estuviera dispuesto a pagar por su éxito.

3. Involúcrate, pero conoce tus límites
Puedes trabajar en la misma oficina con las mismas personas todos los días y aun así estar ausente porque estás demasiado sumergido en tus preocupaciones. Una política de puertas abiertas no significa nada si no detienes lo que estás haciendo el suficiente tiempo como para prestar atención a quien la cruza.

¿Cómo puedes hacer esto? Proponte hacer “check-in” con cada empleado todos los días. Eso significa hacer una simple pregunta, pero sincera: “¿Cómo van las cosas?” Escucha y de ser necesario busca información que puedas usar para ayudar a tus empleados. Identifica las frustraciones que están sufriendo, las oportunidades que han encontrado y evalúa su energía y compromiso hacia el trabajo.

Sabrás que estás micro-administrando si pasas más tiempo diciéndole a alguien cómo hacer las cosas que en clarificar lo que se tiene que hacer. Dales a las personas la libertad de alcanzar los mejores resultados a su manera.

4.  Muestra tu gratitud
He escuchado múltiples de quejas de empleados que se sienten menospreciados por su jefe, pero nunca he escuchado a alguien quejándose cuando es reconocido o recompensado demasiado. Nunca he entendido por qué muchos jefes y emprendedores le tienen miedo a dar un reconocimiento verbal. No temas excederte. Te conectarás con las personas más profundamente cuando reconozcas lo mejor que hay en ellos.

Aquí una forma poderosa de mostrar apreciación: Cuando obtengas retroalimentación de un cliente acerca de alguien en tu equipo que hizo un gran trabajo, pídele su permiso para grabarlo. Después pon la grabación en la siguiente reunión con tu equipo. Hay más poder en una expresión de un cliente que simplemente haciéndolo tú mismo.

Crecer tu negocio con éxito significa hacer todo lo posible por que tu equipo quiera trabajar bien por tu causa. Eso quiere decir conectarte con los empleados de una manera significativa.

Fuente:

¿Cómo ser un jefe que los empleados amen?

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