¿El dinero no da la felicidad? Un estudio lo desmiente

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Expertos economistas han publicado un estudio en el que se demuestra que la gente que gana más es, por lo general, más feliz que la gente pobre – aún cuando el dinero no lo es todo en esta vida.

“El dinero no trae la felicidad”, dice el refrán. En muchos casos, suena a sabiduría adquirida fruto de la experiencia. En otros, suena a pobre consuelo – o consuelo para pobres. La verdad detrás de este dicho popular está ahora más en entredicho que nunca, gracias al resultado de la investigación que ha llevado a cabo durante varias décadas el economista suizo Bruno Frey: “La gente que gana más es más feliz”.

Bruno Frey ha presentado hoy su estudio en la universidad inglesa de Warwick. En él, Frey identifica “felicidad” con “satisfacción”. El análisis muestra que el crecimiento económico y el bienestar proporcionan felicidad, basándose en comparaciones internacionales: “Cuando comparamos países pobres con países en los que, de media, la gente obtiene salarios altos, queda claro que en los países más ricos, la gente es más feliz”, expuso Frey.

No tanto el dinero como el bienestar

Por supuesto, el dinero sigue sin serlo todo en esta vida. “Hay muchos factores que determinan la felicidad”, explica el experto. Además de una predisposición genética, la salud tiene una importancia capital, seguida de factores sociales como la familia y amigos. De hecho, en lo que al efecto del dinero en la felicidad se refiere, el dinero en sí mismo no es un elemento tan decisivo como lo es el bienestar. Por ejemplo, una persona pobre sería significativamente más feliz que una persona rica en el caso de que sus sueldos se duplicaran. En otras palabras: quien tiene más no será más feliz al recibir más.

Al contrario que en el caso de países emergentes como China o India, el crecimiento económico dejó de ser un objetivo central en sociedades acomodadas como Alemania. “Otros objetivos han ganado en importancia”, dice el economista Gerd Wagner, portavoz del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW por sus siglas en alemán), en Berlín: “Menos desempleo, una economía estatal sostenible, un buen sistema sanitario, incluso democracia y libertad; todos ellos son objetivos que, según nuestras investigaciones, se consideran más valiosos que el crecimiento económico”.