¿Dólar imparable?

“Dólares son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño”. Jorge Luis Borges

Continuamente me preguntan las personas del común acerca de la noticia del momento: ¿Cuál es el techo del precio del dólar, cuanto más puede subir? La respuesta, no la sé. Seguro que ni el más ávido “experto”, tampoco. El clarividente de la bola de cristal, menos. Para acercarse a una estimación se deben tener en cuenta algunas variables importantes, los orígenes, consecuencias, y las posibles soluciones. El 22 de agosto de 2014 el precio por dólar era $1.919,84. Hoy un año después es de $3.102,60. Significa que el peso colombiano ha perdido el 61,6%. Lo que comprábamos en el exterior con $100 hoy nos cuesta $161,6.

Existen diferentes causas para esta situación. Al igual que cualquier bien (como la papa) al disminuir la oferta y al existir una demanda ascendente el precio aumenta. Existe un déficit entre lo que importamos y exportamos, compramos, gastamos más afuera de lo vendemos. La caída del precio de las materias primas (petróleo, carbón). El aumento en el endeudamiento público y privado del país. La incertidumbre de un proceso de paz prolongado, hace que el inversionista postergue sus proyectos. El aumento del indicador de riesgo país (EMBI). Las relaciones con los vecinos, y el pertenecer a economías emergentes, implica mayores riesgos para los inversores. Las expectativas de alzas de tasas en Estados Unidos, etc. Hay muchas más.

Las consecuencias para el país son diversas, para el ciudadano de a pie, como le afecta el bolsillo. Por el lado del consumo. Productos importados más caros (televisores, celulares, computadores, autos, ropa, ropa deportiva, compras por internet). Todo aquello que dice “Made in” China,  Vietnam, Corea, Japón, USA, México, etc. Igual con los alimentos (se dice que 50% de este consumo es importado) como frutas, arroz, maíz, leche en polvo y más. Los estudios en el exterior, los viajes de trabajo, turismo. Las vacaciones pagadas en efectivo o a crédito. Medicamentos y tratamientos médicos en el exterior, etc.

Por tratarse de una variable macroeconómica (devaluación), hay algunas soluciones que puede tomar la autoridad cambiaria. Se necesitan medidas prontas, de coyuntura. Sin embargo, cualquier decisión como los medicamentos, puede tener efectos colaterales. Es necesario analizar con juicio los pros y los contras. El objetivo es aumentar la oferta de dólares y hacer bajar su precio. Algunas soluciones son: Aumentar las tasas de interés internas. Disminuir tasas impositivas e incentivar la inversión extranjera. Repatriar y legalizar capitales. Aumentar la deuda del país en dólares. Volver a la banda cambiaria. Vender dólares a través del Banco Central. Incentivar sectores como la industria, el petroleo y la agricultura.

Se dice que todo lo que sube tiene que caer. Si el dólar llegase a los $3.839, nuestro peso habrá perdido el 100% de su valor con respecto a lo que valía hace un año, es decir pagamos el doble.

En estos momentos debemos preguntarnos: ¿Nos beneficia mas un dolar caro o barato? Todo depende de la cara de la moneda que se esté viendo. Quizás debamos pararnos en el borde para poder ver con mayor claridad.

Image cortesia de bplanet / FreeDigitalPhotos.net

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