El millonario que dilapidó US$30.000 millones

Eike Batista era el hombre más rico de Brasil, según Forbes. Carismático,playboy, en sólo 16 meses destruyó su fortuna y los bancos quieren cobrarle los préstamos que le dieron

Una fortuna fulgurante, portada de las revistas, una ex conejita de Playboy como esposa, el hombre que construyó un imperio y llegó al 8º lugar del ranking mundial de los más ricos. Eike Batista era la muestra de que Brasil estaba en cosas verdaderamente grandes (era la B de los BRICS, grupo de países que diluyó su influencia).

Eike Batista creó un imperio que lo llevó a amasar una fortuna de US$ 33.000 millones, pero el cambio de vientos le ha asestado un duro golpe, hoy su fortuna es de sólo US$ 200 millones. 

¿Qué pasó para que el hombre que buscaba oro en el Amazonas, que practicaba remo, mostraba su autos de lujo y era el business man de Brasil terminara en una complicada situación financiera?

Algo simple: generó una burbuja alrededor de su empresa, construyó gráficos de perspectivas tales como que proveería el 50% del petróleo que produce Brasil y lo hizo con tanto convencimiento que los inversores le creyeron, los bancos le otorgaron millonarios créditos. A la hora de los resultados, todo quedó en nada. 

En 2006, Batista fundó OGX, un grupo industrial basado en la minería y los recursos naturales. El grupo que comandaba ofrecía un valor agregado, pues incluía filiales navieras para el traslado de materias primas, una empresa de energía para generar la electricidad necesaria para producir en la minería y un puerto.

En 2007, Lula anunciaba al mundo el descubrimiento de una de las mayores reservas de petróleo off shore, que prometía un verdadero cambio para el futuro energético de Brasil. Eike Batista encontró el filón perfecto y puso toda la infraestructura de su conglomerado de empresas para explotar esos descubrimientos.

Los inversores del mundo vieron que Eike traía los «tulipanes holandeses», «las puntocom del Nasdaq» en este nuevo proyecto.

El estallido de la crisis subprime en EEUU llevó a que las tasas de interés cayeran a 0% y la FED emitiera dólares para quien lo pidiera. Los inversores vieron en Batista al hombre que les haría rendir frutos con el petróleo y los recursos naturales de Brasil.

En 2008, el conglomerado OGX de Batista salió a la bolsa. El valor inicial era de US$ 22.000 millones, pero en pocas semanas su market cap pasó a US$ 35.000 millones.

¿Por qué valía tanto una empresa de sólo 350 empleados?

El carisma de Batista y las proyecciones de su negocio lo llevaron a convencer a los inversores de que en 2020 su empresa produciría 1,4 millones de barriles al día. En el momento de esas proyecciones, OGX producía 0 barriles. 

La acción debutó a 7 reales y casi dos años después llegó a 23 reales. Hoy cotiza a 0,57 reales.

OGX se lanzó a producir el petróleo prometido. En 2013 genera 10.000 barriles diarios, una modesta producción comparada con los 2,7 millones de barriles diarios que produce Petrobras.

Los barriles no llegaron, pero los acreedores sí.

En cinco años de grandes promesas y sin resultados, el grupo OGX se vio obligado a desprenderse de activos como la naviera OSX y su compañía de electricidad MPX. Aun así, no consiguen cubrirse las inmensas deudas, sin contar las enormes pérdidas que los inversores obtuvieron con el derrumbe del precio de OGX en la bolsa.

Batista intenta conseguir capitales, pero no hay interesados en invertir en sus negocios. Los bancos hacen fila para reclamar la deuda de OGX: el BNDES exige los 10.000 millones de reales que le dio a Eike, y otros como el Itaú y Bradesco esperan por los montos de 1.000 millones de reales prestados.

«Pagaré todas mis obligaciones», dice Batista, y por cada real o dólar que reciba por la venta de sus empresas, todo irá a los bancos.

La opulenta vida de Eike no varía demasiado, porque a pesar de los serios problemas, el incansable empresario está buscando socios para abordar grandes y prometedores negocios durante el Mundial.

Fuente:

El millonario que dilapidó US$30.000 millones

http://america.infobae.com