Fondos de inversión inmobiliaria, una atractiva opción

En momentos en que muchas personas buscan alternativas confiables para que su dinero crezca, los fondos de inversión inmobiliaria surgen como una opción atractiva, rentable y segura. Sin embargo, es claro que existe cierto desconocimiento sobre esta figura.

Como su nombre lo indica, corresponden a un vehículo creado para canalizar inversión en bienes raíces, y se podrían entender como un conector entre el mercado de capitales (dinero) y el de finca raíz (propiedades). El fondo utiliza los recursos de sus inversionistas para adquirir portafolios de bienes raíces sobre los cuales se generará una rentabilidad fruto de rentas derivadas de arrendamientos y/o valorización de los activos.

Aunque en el pasado han existido varías formas de canalizar inversión sobre dichos activos, sólo desde 2007 -año en que se creó el respectivo marco regulatorio-, se han venido creando diferentes fondos que dirigen ahorros del público al mercado de bienes inmuebles.

La principal recomendación para quien esté considerando esta alternativa es que defina el riesgo que está dispuesto a correr, ya que aunque se percibe como una opción que no tiene pierde, la finca raíz ofrece un universo de posibilidades: es diferente invertir en tierras de engorde (especulación en tierra) o en inmueble arrendado (activos de flujo de caja estabilizado).  

Así mismo, hay que tener en cuenta dos aspectos clave: por un lado, el nivel de profesionalismo y especialización de los administradores de la gestión de los inmuebles que conforman el fondo, y por otro, que el mercado inmobiliario tiene un comportamiento cíclico que dichos agentes deben dominar.

De igual forma, ya que la inversión inmobiliaria no es un producto líquido, se debe estar dispuesto a invertir capitales a mediano y largo plazo, pues estos productos no se venden tan rápido como los bonos o las acciones.

Para dar un ejemplo sobre el monto invertido versus la rentabilidad, en el caso de la cartera inmobiliaria estructurada por Fiduciaria de Occidente (Occinmuebles), la inversión mínima es de $5 millones; dependiendo del riesgo que se esté dispuesto a asumir, las ganancias pueden ir desde 9% para inversiones de bajo riesgo hasta 25% en proyectos más arriesgados.

En comparación con la renta fija, la inversión en finca raíz tiene menor liquidez, un nivel medio de comerciabilidad, alto nivel de apalancamiento, un costo mayor de monitorear la inversión, un impacto impositivo más favorable para el inversionista, mayor riesgo y, por lo tanto, mayores tasas de retorno.  
En conclusión, aunque siempre es buen momento para invertir en finca raíz, la clave está en mantenerse informado sobre las tendencias del mercado para saber en qué activos, dónde y en qué etapa de los proyectos involucrar su dinero. De todas formas, tenga en cuenta que al invertir reiteradamente en un tipo de activo de finca raíz, se pasará por diferentes etapas del ciclo inmobiliario, altas y bajas, pero la tendencia a largo plazo ha demostrado generar rentabilidades favorables, por lo menos en el caso de las ciudades latinoamericanas.

Fuente:

Fondos de inversión inmobiliaria, una atractiva opción

Por Roberto Cáceres