La clasificación al Mundial juega a favor de la demanda

Algunos gremios son optimistas sobre el efecto que el entusiasmo generará entre los consumidores por el regreso de la Selección Colombia a la máxima cita del fútbol.

La economía colombiana se está jugando su propio partido durante la eliminatoria para el Mundial de Fútbol Brasil 2014.

Además de haber movido más de 30.000 millones de pesos solo en taquilla durante los siete encuentros y alrededor de 150.000 millones de pesos adicionales por concepto del incremento en las ventas del comercio, la inminente clasificación de Colombia ha aumentado el optimismo sobre oportunidades de negocios.

Camilo Herrera, presidente de la firma Raddar, indica que por partido el consumo de licores y cerveza aumenta entre 5 y 10 por ciento, cada vez que hay un partido de la Selección.

La perspectiva de la clasificación ha despertado una oleada de entusiasmo que, en opinión de los expertos, puede incidir en el repunte del consumo de los hogares. Y si bien no necesariamente significa que se vaya a revertir la actual coyuntura de desaceleración, ni los números en rojo de la actividad industrial, el hecho sí contribuirá a elevar la demanda interna.

Incluso, muchos empresarios que están esperando a que la Selección “ponga el punto final” a su clasificación, que puede ser este martes si consigue un empate en Montevideo ante Uruguay, para echar a rodar sus planes de negocio basados en el máximo evento deportivo y, de esta manera, anotar su propio gol.

Ventas de televisores, camisetas, paquetes de viaje a Brasil, publicidad, souvenirs, afiches, colecciones, banderas, gorras y toda clase de elementos que surgen a nivel nacional ante la fiebre de la presencia de Colombia en el Mundial, son el punto de partida de la bola de nieve del consumo que se extiende por todo el país.

A ellos hay que añadir el impacto de la presencia nacional en el certamen deportivo con una mayor demanda de bebidas alimenticias, licores, planes de telecomunicaciones, restaurantes, suscripción a canales y una larga lista de servicios complementarios.

Por ejemplo, Ricardo Ossa, presidente de Ossa y Asociados, una de las principales firmas que vende planes para ir al Mundial, reforzó su personal desde el sábado pasado porque, con seguridad, tras el resultado ante Ecuador, aumentarán los interesados en tomar los pocos cupos que quedan, habida cuenta de que, hasta el vienes ya se habían vendido 900 de un total de 1.400.

Se calcula también que el año precedente al Mundial, y más con selección nacional a bordo, la venta de televisores aumenta 30 por ciento.

POSITIVISMO

Pero más allá de los renglones que tienen un impacto directo, líderes gremiales como el presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, opinan que el aumento del entusiasmo nacional por la clasificación tendrán un efecto irrigador a toda la economía.

“Unir al país alrededor de un mismo propósito genera una actitud positiva que sin duda incide en la demanda, porque un consumidor con la percepción de que hay un mañana es más proclive a adquirir bienes y servicios que uno que esté sintiendo el país estancado o con dificultades”, anota Domínguez.

Otros como el vicepresidente de Global Macro & Market Research, Juan Carlos Rodado; y el presidente de Raddar, Camilo Herrera, coinciden en el efecto del optimismo, pero dudan de que la clasificación alcance a mover las agujas del sentimiento hasta hacer que la economía se reactive.

Por su parte, Jorge Londoño, presidente de Invamer Gallup, anota que hay indicadores según los cuales cada punto que se aumente en optimismo puede subir 1 punto el consumo, pero advierte que si esta semana se mide el positivismo de los colombianos, en el resultado influiría más la solución paulatina al paro agropecuario y los cambios en el gabinete del Gobierno, que la clasificación al Mundial. Esta firma publicó la semana pasada una encuesta según la cual el 82 por ciento de los consultados cree que las cosas en el país están empeorando, lo cual despertó alarmas porque significa un 30 por ciento más de los que creían lo mismo en junio.Lo que sí es indudable es que el orgullo nacional se ha multiplicado.

UNA FECHA DE BONANZA

El presidente de Fenalco en el Atlántico, Carlos Jiménez, confía en que con Colombia clasificada al Mundial no disminuya, sino que, por el contrario, mejore la afluencia de gente en Barranquilla, con miras al último partido que le falta a la selección de local, el 11 de octubre frente a Chile.

Por lo pronto, esta capital tiene un buen balance de sus resultados como sede de la eliminatoria. Por un lado, dice Jiménez, ha logrado internacionalizar su imagen, y por el otro, porque antes y después de cada juego el comercio aumenta sus ventas en 30 por ciento, en promedio.

“Sabiendo que el partido era el viernes, esta semana la gente empezó a venir desde el lunes y se veía el ambiente de fiesta, con gente en los centros comerciales, restaurantes, bares y discotecas. La capacidad hotelera estuvo al 100 por ciento”, dice.

Por su parte, Ricardo Ossa, de Ossa y Asociados, la empresa que opera la boletería de la Selección, añade que cada que hay un partido el 54 por ciento lo compra gente del interior del país, lo cual refleja el movimiento del turismo. Para el último partido, según él, llegaron 1.200 aficionados de Ecuador.

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