Libertad Financiera, ¿Cuestión de dinero o del uso eficiente de tus recursos?

El concepto de “Libertad Financiera” se ha visto deformado debido al cine, la televisión y algunas redes de mercadeo donde lo relacionan con la opulencia, el despilfarro y la vanidad, cuando en realidad quienes caen en esos excesos no son libres sino esclavos de sus propios vicios, de su necesidad de poseer. Entonces, ¿a qué nos referimos con Libertad Financiera y por qué habríamos de avanzar hacia ella?

A menos que decidas retirarte a vivir a un bosque alejado de la civilización procurándote directamente de la naturaleza tus alimentos y vestido, resguardándote de los elementos con lo que hallases en la foresta y curando tus enfermedades con las plantas a tu disposición, es una realidad que requieres de recursos para contratar los servicios y adquirir los productos que necesitas, así como para cubrir los inevitables impuestos y los diversos gastos generados por vivir en una sociedad.

La libertad financiera consiste en tener la tranquilidad de saber que cuentas con los recursos para cubrir tus necesidades y eventos imprevistos… y para ello no requieres ser multimillonario.

Puntualizando… ¿Te has fijado que no usé la palabra “dinero” sino “recursos“? Lo que sucede es que el dinero es tan solo uno de los recursos que tienes a tu disposición, y de hecho,

El dinero no es tu recurso más valioso.

Tus habilidades, tus conocimientos y tu red de conocidos son también recursos que tienes a tu disposición, ¿y te digo un secreto? ¡No se gastan por más que los uses! Al contrario: entre más los uses, más se fortalecen y mejores resultados obtienes. Además, a diferencia del dinero que sólo una persona lo puede poseer a la vez, si compartes tus conocimientos, experiencia y conocidos no sólo no los pierdes, ¡sino que se incrementan con los conocimientos, experiencia y conocidos que a su vez te comparte la otra persona! Es casi mágico…

Ahora bien, hay algunas habilidades financieras en particular que son muy útiles para alcanzar la libertad financiera:

La generación de ingresos, la cual te permite obtener los recursos monetarios para realizar pagos. Y de todas las fuentes de ingresos, los ingresos residuales son los idóneos para que no tengas que depender de tu propia fuerza laboral para conseguirlos;

El planeamiento o planeación financiera, que te permite prever y organizar tus gastos y compromisos financieros en base a tus ingresos de manera que puedas priorizarlos y organizarte, además de darte la oportunidad de planear y prepararte para proyectos y objetivos futuros;

El ahorro, que te da la posibilidad tanto de utilizar de forma eficiente tu dinero como de provisionarlo para gastos futuros, ayudándote a desarrollar tu disciplina financiera de manera que no gastes tu dinero tan solo por tenerlo además de prever para el futuro;

La inversión, que te permite poner a trabajar a tu dinero llegando incluso a representar la principal fuente de ingresos de quienes tienen más desarrollada esta habilidad;

La gestión del financiamiento, que llevada de forma correcta multiplica el resultado de tu esfuerzo y capacidades personales al no verte limitado por tus propios recursos económicos. Y no hablo sólo de créditos y préstamos, sino de donaciones, apoyos, programas gubernamentales o becas entre muchas otras fuentes de financiamiento;

Y finalmente, la habilidad de protegerte de aquellos eventos y situaciones no contempladas, de aquello que no está en tus manos controlar… y de todos aquellos que pretenden aprovecharse de ti y de tus recursos (incluido el fisco).

Fuente:

Libertad Financiera, ¿Cuestión de dinero o del uso eficiente de tus recursos?