¿Qué tablet necesita mi negocio?

Como parte de la renovación tecnológica, muchas empresas empiezan a utilizar tablets o equipos “2 en 1” para complementar o incluso reemplazar sus computadores portátiles. El crecimiento del mercado de tablets ha traído cuatro sub-categorías que quienes toman decisiones de compra empresariales deben identificar, observando la forma en que se acomodan a tres clientes internos fundamentales.

Clientes internos de la empresa

En la compra de equipos para empresas hay que pensar en el usuario final, el gerente, y el equipo de TI.

Para el usuario final lo más importante es su experiencia con el dispositivo. Quiere algo poderoso y amigable, que pueda aprender a manejar con facilidad y le permita entretenerse o efectuar tareas productivas.

Para el gerente lo más importante es el retorno en la inversión y el costo total de propiedad. El dispositivo no es un simple “amigo” o “creador de experiencias”, sino una herramienta del negocio.

Por último, para el equipo de TI es importante poder gestionar de forma eficaz y segura un número grande de máquinas.

Una compra que satisfaga los tres clientes debe tener en mente las palabras clave: experiencia, productividad y gestión.

La distinción entre usuario y gerente es difusa, pues sus intereses deben estar alineados. Una experiencia de usuario agradable suele aumentar la productividad, de modo que el beneficio del usuario es también un beneficio para la empresa. El tercer cliente (el equipo de TI) es “el actor oculto” que debemos recordar. Si una decisión de compra ignora los intereses y preferencias de TI, habrá costos e incomodidades crecientes durante la vida útil de los equipos.

Tipos de tablets

Según su precio y capacidad, las tablets o equipos móviles se pueden clasificar en cuatro categorías: masivas, de entretenimiento, corporativas, y de alta gama.

Las tablets masivas suelen tener precios muy bajos (de 100 mil pesos o menos) y funcionalidad muy básica. En estas compras por lo general el precio es el factor dominante, y se busca la tablet que satisfaga un nivel mínimo de experiencia del usuario final.

Ejemplos de compras masivas corresponden a una compañía de taxis que quiera dotar de tablets a sus conductores, o un gobierno comprando cientos de miles de tablets para programas sociales.

En estos proyectos hay que tener muy en cuenta al equipo de TI, para evitar desastres. Por ejemplo, si se compran miles de tablets para una empresa o gobierno, y luego se descubre que es difícil actualizar sus contenidos o manejar el inventario, los costos operativos pueden borrar cualquier ahorro observado en el momento de la adquisición.

Las tablets de entretenimiento están más orientadas al consumidor de hogar que a las empresas. Sus precios suelen estar entre los 100 y los 250 mil pesos. Estas tablets están enfocadas en el diseño y los usos caseros (juegos, consultas en la red, hablar con amigos en redes sociales, tomar fotos, escuchar música). Aspectos como el desempeño, la compatibilidad, la seguridad y la gestión son vistos como secundarios.

¿Si estamos hablando de tablets para la empresa, por qué mencionar las orientadas al entretenimiento? Estas tablets tienen cabida cuando las empresas adquieren equipos destinados a clientes externos. El ejemplo clásico son las promociones y programas de afinidad. Un banco puede dar tablets a los clientes que abran cierto tipo de cuenta, como un estímulo promocional. Un restaurante puede poner tablets para que los niños jueguen, en vez de darles hojas y lápices. Una marca de bebidas puede rifar tablets entre sus consumidores. En estos casos, la empresa compra los equipos pensando en que el usuario final la considere socialmente aceptable. Comprar tablets masivas sería riesgoso, porque aunque sean más baratas, afectarían la imagen o la experiencia que se trata de dar.

Las tablets corporativas están orientadas al empleado móvil. Estos equipos necesitan ser adecuados para un ambiente empresarial, donde puedan pertenecer a un dominio y ser manejados, protegiendo la información y la seguridad de la compañía. También deben soportar aplicaciones de oficina, tener buenos puertos para conectar periféricos estándar, y necesitan cierto nivel de desempeño. Estos equipos alcanzan precios entre los 250 y los 400 mil pesos, y por lo general traen un procesador Intel Atom.

Usuarios comunes de estas tablets son abogados, médicos, miembros de fuerzas de ventas, profesores, y en general profesionales que necesitan moverse y trabajar con su equipo utilizando información que a veces les toca compartir con otros.

Por último, las tablets de alta gama y los equipos “2 en 1” están orientados al trabajador del conocimiento. Aquí importan no sólo la compatibilidad y la seguridad, sino también el desempeño y la versatilidad. Estos equipos tienen procesadores fuertes, como los Inte Core i5 ó Intel Core i7 de Cuarta Generación. Su velocidad de cómputo y calidad gráfica son muy altas y satisfacen las exigencias de los ejecutivos y de quienes crean contenido o manejan cantidades importantes de datos (diseñadores, investigadores, arquitectos, analistas e ingenieros). Si son del tipo “2 en 1” pueden convertirse cuando se necesite en un PC con teclado y ratón tradicionales, para escribir más rápido o manejar ciertas aplicaciones empresariales. En algunos casos, poseen “docking stations” como las de un laptop, para que al llegar a la casa u oficina se puedan conectar con pantallas grandes, impresoras, audífonos y otros periféricos. Un equipo de estos puede valer entre 400 y 600 mil pesos.

Dependiendo del objetivo y el perfil de usuario, la misma empresa puede comprar tablets en varias categorías. Por ejemplo, puede comprar tablets masivas para usarlas como terminales brutas en alguna aplicación de cliente delgado, tablets de entretenimiento para una campaña de mercadeo, tablets corporativas para la mayoría de sus empleados, y tablets de alta gama para sus ejecutivos o para algunas posiciones con exigencias computacionales.

Fuente:

¿Qué tablet necesita mi negocio?

http://tecno.americaeconomia.com