Salarios de tecnológicas de Silicon Valley causan envidia

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Son los centros de innovación los que empujan los ingresos hacia arriba, no la industria tradicional.

Un joven egresado de la escuela secundaria de San José gana hoy más que un profesional graduado de una universidad localizada en Bakersfield, separadas una de otra por un poco más de 300 kilómetros de distancia en el mismo Estado de California.

La razón: el primero se enganchó en una empresa innovadora de Silicon Valley, mientras que el segundo trabaja en un tradicional centro de la industria petrolera, al sur del Estado.

El de San José gana en promedio 68.009 dólares al año, en tanto, el segundo percibe un salario de 65.411.

Los centros de generación de conocimiento e innovación crean un círculo virtuoso, marcan de esa manera la diferencia en el mercado laboral, beneficiando a empleadores y empleados, y a quienes proveen sus servicios, los cuales también mejoran sus ingresos.

El ejemplo hace parte de una charla que dictó el profesor de Economía de la Universidad de Berkeley, Enrico Moretti, a estudiantes de la escuela de negocios de la Universidad de Stanford.

El profesor de origen italiano es autor de un libro que ha sido novedad en los últimos meses y que se titula ‘La nueva geografía del mercado de trabajo’ .

Moretti analizó lo que ha pasado con el empleo en las 300 áreas metropolitanas más importantes del país, frente a lo ocurrido en unos 30 centros que acogen lo mejor en investigación e innovación tecnológica.

En estos últimos, se da espontáneamente un ambiente contagioso de discusión, no solo al interior de las empresas, sino en las cafeterías y en las charlas callejeras. Por algo, sostiene, es allí donde se genera el mayor volumen de patentes en esta nación.

Explicó que no basta con ofrecer subsidios para que se instalen nuevas compañías.

De por sí, en esto los gobiernos locales se gastan entre 15 y 18 mil millones de dólares por año.

Ningún centro se ha creado por formular deliberadamente una política, anotó.

Taiwán es un ejemplo de ello, otorgando todavía subsidios a muchos sectores industriales, pero solo sobresaliendo en la industria de los chips. Hay que colocar las semillas de la investigación y la innovación para atraer a empresarios y profesionales más especializados.