‘Ahorra o nunca’ y ‘peinar el presupuesto’ son frases que puso de moda el funcionario.
El Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, se está proponiendo uno de los más amplios desafíos en materia de finanzas en los últimos tiempos: lograr la sostenibilidad fiscal, ahorrar regalías, manejar un presupuesto austero y, con ello, generar empleo, poner a crecer la economía al 5 ó 6 por ciento y, como si fuera poco, aumentar el recaudo sin hacer reforma tributaria.
Para cada una de esas metas hay de por medio un proyecto de ley que debe recorrer un largo camino en el Congreso. Convencer en ese estrado es uno de los retos del Ministro, quien ha echado mano de un paquete de frases coloquiales, que ya están haciendo carrera en diferentes escenarios del país.
Además de las famosas ‘locomotoras del desarrollo’, la nueva jerga en la economía colombiana se remite a frases como ‘ahorra o nunca’; ‘repartir la mermelada en toda la tostada’; ‘peinar el presupuesto’; ‘tan pronto como haya humo blanco’ o ‘textos que no están escritos en piedra’. He aquí el manual para entender al Minhacienda:
«Tan pronto haya humo blanco»
Es el final de todo el túnel que tendrá que recorrer el Gobierno en el Congreso de la República para obtener el sí al cartapacio de proyectos económicos que están en la agenda. Cabe mencionar que, en diferentes oportunidades, Juan Carlos Echeverry ha manifestado su optimismo por el ambiente que hay en el Legislativo para sacar adelante las iniciativas presentadas. Sin embargo, para el Ministro es claro que habrá que esperar un buen tiempo para ver los resultados de todas estas maniobras. Sus cálculos hacen referencia a una década, según lo manifestó recientemente a un grupo de periodistas.
Esa fue la más reciente invitación que hizo el jefe de la cartera de Hacienda al Legislativo, en donde se debate el proyecto que inyectará el combustible de las cinco locomotoras del desarrollo (infraestructura, agro, minería, construcción de vivienda e innovación tecnológica). La idea del Gobierno es destinar más de 1.000 millones de dólares para un mayor gasto, en particular en infraestructura, aunque sin modificar el monto total presupuestado para el 2011 (147,3 billones de pesos). Los dos billones de pesos que tenemos para distribuir entre las locomotoras nos permiten darle bastante combustible para que el agro salga con buena velocidad, la vivienda tenga el despegue que esperamos y la infraestructura tenga las vías para la competitividad», dijo.
«Ahorra o nunca»
Es más entendible que hablar de sostenibilidad fiscal, aunque, en el fondo, no es más que el esquema sencillo con el que se manejan las finanzas de la casa: evitar que los gastos sean mayores que los ingresos, sobre todo ahora que se esperan más recursos por el crecimiento de las actividades mineras y petroleras en el país.
Época de vacas gordas…
El Ministro hace referencia al ahorro y a la necesidad de evitar el tradicional ciclo de la economía colombiana. Para eso habla de la ‘época de vacas gordas y vacas flacas’, en la que se prevé el ingreso de más dinero al país a mediano plazo, pero también un despilfarro de éste, que podría llevar a que al final la ‘olla’ quede de nuevo raspada.
Repartir la mermelada…
Hace menos de un mes, cuando empezó el debate por la propuesta de hacer un proyecto de ley para distribuir las regalías de forma equitativa en todas las regiones del país, el Ministro de Hacienda llamó la atención al decir que la iniciativa es necesaria para «repartir la mermelada en toda la tostada». Esto quiere decir que los dineros provenientes de la explotación de los recursos naturales no deben quedarse sólo en los municipios y en los departamentos productores.
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