Un nuevo producto en los mercados especulativos se está robando todas las miradas de las inversiones, se trata de los ETF (Exchange Trade Funds).
Son fondos de inversión que tienen la particularidad de que cotizan en bolsa -igual que una acción-, pudiéndose comprar y vender a lo largo de una sesión al precio existente en cada momento, sin necesidad de esperar al cierre del mercado para conocer el valor liquidado al que se hace la suscripción-reembolso del mismo.
Los ETF se caracterizan porque el objetivo principal de su política de inversión es reproducir un determinado índice bursátil o de renta fija, y sus participaciones están admitidas a negociación en bolsas de valores.
Su principal rasgo es que sus participaciones negocian en mercados bursátiles electrónicos en tiempo real con las mismas características que se aplican a cualquier otro valor cotizado. Deben estar admitidos a negociación en una bolsa de valores, para lo cual deben tener el aval de la autoridad respectiva del mercado de valores.
Su política de inversión debe consistir en replicar un índice bursátil, de renta fija, de materias primas, de un sector, etc., lo cual los hace muy atractivos. Por ejemplo si alguien está pensando que el sector inmobiliario de EE. UU. ya va a empezar a recuperarse, podría comprar un apartamento en Miami, con todas las desventajas que eso significa, o simplemente podría comprar un ETF que esté diseñado con base en un fondo que tenga inversiones en Real State, lo que permite una gran flexibilidad, agilidad, posibilidad de realizar lo que en el mercado bursátil se llama cortos, y también generar utilidades en tiempos en que el mercado está a la baja.
Su cotización podrá variar a lo largo de una sesión bursátil en función de la oferta y la demanda, como ocurre con cualquier otro valor cotizado, lo que le imprime una gran transparencia para los inversionistas, además de esto, es un producto muy competitivo en comisiones y se convierte en una excelente opción para la diversificación de los portafolios.
Por ejemplo, en el 2009 y lo que vamos del 2010, se han transado mucho los ETF que emulan los índices de las bolsas, con una gran cantidad de opciones. Hay ETF que imitan uno o varios índices de EE. UU., o ETF basados en los índices de las bolsas de los países más importantes del mundo, mientras que otros eligen los de países emergentes.
Es decir, que ya no es necesario escoger una acción o un índice en particular para aprovechar una expectativa del mercado, sino que los ETF ofrecen un abanico de opciones, en sintonía con los tiempos de globalización bursátil que vivimos.
El mercado primario lleva a cabo la emisión y reembolso de las participaciones del fondo cotizado. Y en el mercado secundario, sin embargo, el principal actractivo es su mercado primario, al ser éste el elemento diferenciador de los fondos de inversión cotizados.
Al estar las participaciones de los fondos cotizados admitidas a negociación en bolsa de valores (mercado secundario), las operaciones de compra y venta de estas participaciones se hacen al precio de mercado, que vendrá determinado por la oferta y la demanda en cada momento a lo largo de la sesión.
Los ETF, al igual que las acciones, pueden repartir dividendos. Esto implica que, como las acciones, el día de reparto experimentarán un ‘salto’ en la cotización equivalente a la proporción que éste suponga sobre el valor de cada título. En fin, los inversionistas profesionales y/o las personas que estamos en el maravilloso mundo de las inversiones encontramos en los ETF un nuevo instrumento versátil, moderno y polifacético que permite al inversionista aprovechar tendencias en los mercados que antes eran limitados, así como una mayor diversificación de los portafolios.
Recuerden, que un portafolio sano debe tener una parte en activos estructurales, que son escogidos y comprados para mantenerlos por un periodo largo de tiempo, y que una parte del portafolio se podría destinar a activos de mayor volatilidad y, por ende, de mayor riesgo, y es ahí, donde los commodities, los futuros, las opciones, las monedas, los CFD, y ahora los ETF, entran a jugar un papel importante, adicionando al portafolio una dosis de emoción, con activos que pueden generar utilidades o pérdidas muy importantes.
Es un error que el 100 por ciento del portafolio esté en activos de riesgo, pero también es una equivocación no destinar un porcentaje que podría estar entre el 10 y el 30 por ciento, dependiendo del perfil del inversionista a estos activos.
En la actualidad, hay más de 1.000 ETF disponibles, y ubicarlos es tan sencillo como ir a la sección de finanzas de Yahoo!, se encuentran de todos los tamaños colores y sabores. Quizás acá lo importante de advertir es que dependiendo de la naturaleza del fondo gestor, son activos de riesgo y requiere de un estudio previo y profundo.
Tomar posiciones en los mercados especulativos demanda las más altas calidades del ser humano y no las recomiendo para inversionistas rasos que no tengan el tiempo, el gusto o la capacidad de invertir muchas horas estudiando estos productos y sus dinámicas, lo contrario para aquellas personas que buscan mayores rentabilidades, que les gusta el estudio, y pueden cubrir una curva de aprendizaje exigente, pues estos mercados generan muchas satisfacciones, máxime cuando se pueden desarrollar desde su computador.
Fuente:
¿Qué son los ETF?
21 Mayo 2010
CÉSAR AUGUSTO CARRILLO V