El sector palmicultor ha tenido una gran expansión en el mundo debido al uso del biodiesel como sustituto al combustible vehicular, al alto rendimiento de los cultivos con respecto a otras semillas oleaginosas,
y a su aplicación en diversos procesos industriales.
La semana pasada se realizó en la ciudad de Villavicencio la versión 38 del Congreso Nacional de Palmicultores, con la presencia del Gobierno Nacional, reconocidos empresarios del sector y potenciales inversionistas.
Mi presencia en este Congreso me incentivó a dar a conocer los resultados de un estudio que realicé con mi equipo de Investigación Económica sobre el aceite de palma en Colombia y cuyos principales resultados presento a continuación. (Cifras de Fedepalma)
Crecimiento económico: En 2009 la producción total de aceite de palma alcanzó los 1,31 billones de pesos, un 65 por ciento por encima del valor registrado en 2003. Este insumo tiene una participación del 62,6 por ciento en la oferta nacional de aceites colombianos, lo que evidencia la importancia de esta industria.
Generación de empleo: la industria palmicultora genera 45.621 empleos en nuestro país. En 2003, generaba 25.850 puestos de trabajo, es decir, creció 76 por ciento. De esta forma, la generación de empleo crece al mismo ritmo que las áreas sembradas.
Tendencia alcista en precio: A diciembre de 2009, una tonelada de aceite de palma en Colombia costaba en el mercado 876 dólares, en el mismo mes de 2003 su valor era de 627 dólares, de tal forma presenta un incremento del 39,7 por ciento. Los precios máximos del insumo se registraron en junio de 2008 cuando alcanzaron los 1.254 dólares.
Desarrollo rural: al cierre de 2009 existen en Colombia 364.970 hectáreas sembradas de palma de aceite, lo cual corresponde a un crecimiento del 76 por ciento en los últimos siete años. Colombia produce 802,310 toneladas al año de este producto natural, lo que significa un incremento del 52,3 por ciento en siete años.
Comercio exterior: el 29 por ciento del total de la producción corresponde a ventas en el exterior y el 71 por ciento a ventas internas.
Sin duda, las cifras del sector palmicultor revelan su importante desarrollo en los últimos años. De acuerdo con las proyecciones de Fedepalma, el gobierno nacional y los especialistas, el sector goza de un futuro prometedor.
Colombia representa apenas un pequeño porcentaje del total de la producción mundial, sin embargo debido a los nuevos proyectos que se desarrollan actualmente y a los incentivos que le está brindado el gobierno nacional a los palmicultores, el sector debería cobrar un importante protagonismo dentro del mercado global.
En el desarrollo y crecimiento del sector palmicultor, el mercado de capitales debe desempeñar un papel estratégico. Los palmicultores podrían en dado caso encontrar recursos frescos en el mercado de valores a mejores condiciones y de manera más accequible.
Uno de estos mecanismos son los Certificados de Depósito de Mercancías (CDM) que emiten los Almacenes Generales de Depósito (AGD) y que se negocian en la Bolsa Mercantil de Colombia (antes Bolsa Nacional Agropecuaria).
Los beneficios en la negociación de estos certificados son múltiples para agricultores e industriales que participan en el procesamiento del aceite de palma. Pueden disponer del pago inmediato de su producción antes de ser vendida, permitiéndoles así disponer de recursos para iniciar nuevos proyectos y actividades agrícolas.
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