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Colocación de producto en el futuro gracias a la magia de Hollywood

En su nueva película de ciencia ficción, Elysium, el escritor y director Neill Blomkamp toma algunas marcas conocidas y las catapulta hacia el futuro.

La cinta, que será estrenada en agosto en Estados Unidos y en octubre en buena parte de América Latina, se desarrolla en el año 2154, cuando la humanidad está dividida en dos mundos. La Tierra está sobrepoblada, llena de pobreza y enfermedades. Elysium es una estación espacial orbital de alta tecnología habitada por los privilegiados, sin enfermedades, pobreza o guerra, y está muy vigilada para evitar el ingreso de visitantes indocumentados desde la Tierra.

El presidente ejecutivo de una empresa ficticia llamada Armadyne, que administra la energía de Elysium, viaja todos los días a la Tierra en un transbordador espacial rojo y negro fabricado por Bugatti Automobiles S.A.S.

«Si tuviera un grupo de gente rica viviendo allá arriba, tendrían el equivalente de Ferraris y Bugattis para desplazarse», afirmó Blomkamp, quien también escribió y dirigió el éxito de 2009 Distrito 9.

La colocación de producto recuerda al clásico de ciencia ficción de 1968 de Stanley Kubrick 2001: odisea del espacio, en el cual un avión espacial de Pan Am, que entonces aún era una exitosa aerolínea, lleva pasajeros de la Tierra a la Estación Espacial V.

En el filme de 1982 de Ridley Scott Blade Runner, ambientado en 2019, Pan Am también aparece, junto con las marcas Coca-Cola, Atari y TDK, en grandes carteles que se ven mientras naves espaciales vuelan por ahí.

En Elysium, cuya historia se desarrolla 141 años en el futuro, los autos Bugattis de Volskwagen —que actualmente cuestan entre US$1,33 millones y US$3,28 millones— son la marca de lujo preferida para viajar por el espacio.

El concepto de un transbordador espacial Bugatti se alinea con la visión de su fundador, Ettore Bugatti, ya fallecido, que era «futurista», según Emanuela Wilm, gerente general de marketing de Bugatti en el continente americano.

Blomkamp, que se describe como un «fanático de los autos», quería los vehículos más costosos y veloces para los residentes de Elysium. «Básicamente, lo que quería era un Bugatti con un diseño de 150 años a futuro, y esos no tienen ruedas», dijo.

Hoy, los autos Bugatti pueden alcanzar los 412 kilómetros por hora, y un Grand Sport Vitesse acelera de 0 a 160 kilómetros por hora y de vuelta a 0 en menos de diez segundos, indicó Wilm.

En el otro escenario principal de la película, una Tierra en ruinas rodado en barrios pobres de Ciudad de México, el director incluyó el auto deportivo GT-R de Nissan Motor Co., que, en 2154, tendría 147 años de antigüedad. Hoy, el Nissan GT-R premium tiene un precio base de US$99.590 en EE.UU.

«El GT-R es uno de los mejores autos de alto desempeño en el mercado hoy en día», dijo Blomkamp. Para la película, soldó paneles a prueba de balas a un GT-R y le dio un estilo Mad Max, el film con Mel Gibson de 1979.

Otras marcas que aparecen en lugares imprevistos en la película. El logo de Kawasaki Motors Corp., fabricante de motocicletas y vehículos todoterreno, se vuelve parte del personaje principal, Max (interpretado por Matt Damon), cuando le adosan un soporte externo que tiene el nombre de la empresa en una de sus partes.

Dentro de las casas en Elysium, los residentes tienen una «Med-Pod 3000», una cápsula médica avanzada que regenera células jóvenes y saludables y brinda cuidados vitales. Como consecuencia, los residentes de Elysium viven tres veces más que los de la Tierra. En los adelantos de promoción de la película, una de esas cápsulas de longevidad lleva el logo de Versace, de Gianni Versace SpA.

Blomkamp, quien trabajó con un presupuesto de US$115 millones para Elysium, envió personalmente los e-mails a las empresas cuyos productos quería incluir en el filme de ciencia ficción para darle una sensación de realismo. «Esta película ha sido una rareza en el mundo del marketing porque no busco dinero de las marcas que usamos», le escribió a Bugatti. «Realmente las quiero porque (puedo) hacer que la película sea mejor». La cinta anterior de Blomkamp, Distrito 9, costó US$34 millones. Luego recaudó US$216 millones en taquilla en todo el mundo y fue nominada a cuatro premios Oscar.

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Colocación de producto en el futuro gracias a la magia de Hollywood

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