En las condiciones actuales Colombia tiene todo servido para ser el país de mostrar de América Latina. Aunque esto puede lucir como optimismo exagerado algunos hechos recientes pueden dar pie para pensar en ello.
Las tendencias muestran que Colombia a la vuelta de unos cuantos años Colombia estaría frente a: grado de inversión, mercado interno amplio (Colombia + Zona Andina + Centro América) y con gran zona de influencia (TLC con varios países), creación masiva de empresas y mayor cultura del emprendimiento, postconflicto armado, llegada de inversión extranjera directa no petrolera, alta biodiversidad, capital humano local y extranjero mejor capacitado.
Lo que falta es: crecer más rápido y sostenidamente, mejorar la eficacia del aparato judicial, mayor infraestructura física e institucionalidad pública, innovación, investigación y desarrollo en ciencia y tecnología y disminución de la pobreza.
En nuestra opinión este cambio estructural en Colombia está dándose pues el estado está haciendo su tarea a nivel macro, pero lo más importante es que el salto cuántico está viniendo del sector privado y sobre todo de empresas pequeñas y nuevas.
Mejores perspectivas macro
Desde el punto de vista macroeconómico el crecimiento positivo retornó en el 2010 y el consumo de los hogares volvió a impulsar la demanda. La semana pasada la calificadora de riesgo internacional Ficth revisó de la perspectiva de calificación de la deuda colombiana, de estable a positiva. A comienzos de septiembre Moody´s expidió una comunicación muy similar. Entonces, todo indica entonces que antes de lo pensado el anhelado grado de inversión tiene amplias posibilidades de retornar después de 11 años.
Mejor competitividad y ahora en el radar de inversionistas internacionales
El entorno muestra que en el terreno del vecindario se han hecho avances para que el país empiece a destacarse. Según el informe “Doing Business Colombia” del Banco Mundial, pasamos del puesto 66 en 2008 al 49 en 2009 y al 37 en 2010.
Hoy Colombia es el país con el mejor ranking de América Latina, por encima de Chile, México o Brasil. Esto muestra que la facilidad para la formación de empresas y reducción de trámites avanza rápidamente. En septiembre pasado el World Economic Forum reveló que Colombia conserva el puesto 68 en el ranking de la competitividad mundial, muy cerca de México (66), pero aún lejos de Chile (30).
Por otra parte, a finales de abril pasado, Michael Geoghegan, consejero delegado del HSBC sorprendió al incluir a Colombia como un país que encabeza un grupo promisorio de países denominados los Civets. En estos países se destaca la resistencia del sistema crediticio a la crisis financiera internacional, el crecimiento poblacional y las perspectivas del consumo privado interno. Con esto el país entró en el radar de los inversionistas globales que tienen expectativas crecientes y de largo plazo.
Mercado interno amplio y tratados de libre comercio
El mercado colombiano no va a ser solamente el interno. En nuestra opinión el mercado considerado como local en Colombia va a ir desde México hasta Perú pues los colombianos jugaremos de locales en Centroamérica y en la Zona Andina (Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia e incluso Perú). Además las multinacionales y las empresas van a seguir escogiendo a Colombia como centro de operaciones regional apoyado en otros países como Panamá. También estamos seguros que en el año 2020 Colombia va a tener firmados acuerdos de libre comercio con: Estados Unidos, Comunidad Económica Europea, Corea, Japón y China. Estos acuerdos van a fortalecer la exportación hacia estos mercados y van a fortalecer la idea de que hacer inversión en Colombia tiene más y mejores garantías jurídicas.
Consolidación del ecosistema empresarial
Un aspecto adicional tiene que ver con la consolidación de un ecosistema empresarial en el que por un lado, existen concursos y plataformas que incentivan la creación de nuevas empresas con sus respectivos planes de negocio. Una mirada relámpago muestra al menos 15 concursos nacionales sobre emprendimiento y creación de empresa. Además hay auge en nacimiento de nuevas firmas. Cabe recordar que en el año 2009 se crearon en total más de 40.000 nuevas sociedades, de las cuales cerca del 45% fueron SAS, mientras que entre enero y agosto de 2010 más del 76% de las empresas creadas son SAS.
Por otro lado, Colombia vislumbra los primero brotes de la industria de capital de riesgo. Datos de Bancoldex evidencian que mientras que en el año 2005 existían 2 fondos de capital de riesgo, en el año 2009 se contabilizaban 26. Al respecto se habla de unos US$1.180 millones en aportes de capital listos para ser invertidos en iniciativas privadas. Esto sumado a que las empresas más grandes han encontrado nuevas formas de financiación tal y como ha ocurrido en el año 2010, con emisiones de deuda privada hasta por $8,4 billones muestran que el ambiente sigue en ebullición.
Que falta? En primer lugar, es necesario crecer más rápido y sostenidamente. Por ahora el crecimiento económico en términos de los rivales directos de Colombia en la región luce rezagado. En segundo, en el campo de la competitividad Colombia es necesario mejorar la eficacia del aparato judicial, mayor infraestructura física e institucionalidad pública.
Crear empresa requiere un cambio en la idiosincrasia colombiana que debería empezar desde la educación básica. El Estado debe ser un proveedor de política integral que propicie el crecimiento de nuevas empresas. Innovación, investigación y desarrollo en ciencia y tecnología son otros elementos que complementan una ecuación donde el sector privado puede ser un motor del crecimiento económico.
Tal como lo mencionó un ex-ministro mexicano hace años atrás, la fuerza de la inversión empresarial privada y no el estado, son el camino para dar un gran salto y en Colombia este gran salto se está dando hoy.
Fuente:
Colombia 2020: el país de mostrar en América Latina