Iniciar y mantener una empresa no es tarea fácil, por ello, es importante tener en cuenta todas las variables y evitar dar un paso en falso. Aprenda a esquivarlos, incluya una visión financiera y ahórrese grandes costos.
Según el Global Entrepreneurship Monitor 2013 (GEM) en Colombia 17.6% de los emprendedores entre los 18 y 64 años, comenzaron su negocio propio porque detectaron una oportunidad y 7.05% por necesidad.
Al comparar los resultados con otros países de América Latina y a nivel global, el informe revela una desventaja que radica en “la falta de conocimiento personal de los emprendedores que iniciaron algún negocio en los últimos dos años, pues tan solo el 27,76% de la población dice conocer personalmente a un emprendedor”.
Si usted quiere ser parte de esta parte de la población, no olvide que llevar a cabo una idea de negocio no sólo necesita de la ejecución de varias acciones por lograr un objetivo, tenga en cuenta todas las variables.
Diego Fernando Católico Segura, docente de la Universidad de La Salle, le da cuatro reglas de oro desde la óptica financiera y contable para que tenga en cuenta:
1. Planee antes de ejecutar. Su idea de negocio debe ir acompañada de un plan financiero que permita cuantificar, proyectar, hacer seguimiento al uso y a las necesidades de los recursos que se requieren para su puesta en marcha. Al respecto, haga y valide presupuestos o proyecciones financieras.
2. No revuelva las cuentas. Un error usual de quienes están a cargo de empresas jóvenes es mezclar los dineros personales con los del negocio. Es vital que aprenda a independizar la generación y el uso de los recursos del negocio y los propios.
3. Es mejor que registre, antes que olvide. Es necesario y saludable que realice un oportuno y adecuado registro contable de las operaciones y/o transacciones del negocio, de manera que cuente con la evidencia necesaria para poder tomar decisiones informadas y cumplir con obligaciones laborales, fiscales y comerciales.
4. Ningún dato es despreciable. Contemple tanto la información interna del negocio, como aquella externa que pueda tener implicaciones o generar riesgos financieros futuros; por ejemplo, variación de tasas de cambio y tasas de interés, implementación de nuevos impuestos o cambios en ellos, entre otros.
Lo anterior, le permitirá evitarse dolores de cabeza en el futuro, minimizar los riesgos de su negocio y evitar caer en situaciones de incumplimiento ante obligaciones comerciales, laborales y/o fiscales.
Fuente:
¿Cómo minimizar los riesgos financieros en su empresa?
http://www.finanzaspersonales.com.co/
Image cortesia de renjith krishnan / FreeDigitalPhotos.net