Aun en tiempos de criris, debes aprender a comunicarte con tus empleados para juntos llevar a tu empresa al éxito.
Es un hecho que la recesión económica generó muchos problemas y desequilibrios, especialmente, en el sector empresarial. Las hojas de balance no cuadran, tu inventario bajó, los despidos están a la orden del día y los ingresos son nulos; mientras que los trabajadores están preocupados por mantener su empleo. Y los dueños de los negocios también lo están.
La mala racha por la que atravesó la economía mundial hace algunos meses, obligó a los emprendedores a reaccionar de forma diferente a los problemas del pasado. Desafortunadamente, los caminos que llevan a tomar acciones adecuadas no siempre son claros. No hay una regla de oro o una fórmula ganadora que indique lo que se debe hacer para sobrevivir a una crisis.
Los emprendedores, al igual que otros líderes, a menudo se preguntan cómo manejar su empresa, sobre todo, en tiempos difíciles. A continuación cinco aspectos que debes tener en mente a la hora de enfrentar los problemas que plantea el escenario para este año.
1. Dada la situación actual de la economía, ¿cómo debo dirigir mi empresa de forma diferente? La mejor respuesta es la comunicación. Tus empleados necesitan saber lo que haces, ya que eres la persona que los guía. La falta de comunicación genera rumores que suelen tener un efecto negativo. Incluso, tus mejores intenciones pueden ser malinterpretadas si no existe un canal de información adecuado entre tu personal y tú. Por eso, publica de forma regular el estatus de ventas, servicios, ingresos, pérdidas y proyectos de corto plazo.
Explícales a tus colaboradores de forma sencilla y rápida los avances de la empresa. Considera que a nadie le gusta descifrar información complicada, como gráficas y reportes económicos. De ahí que tu misión es asegurarte que el mensaje que transmitirás sea claro, preciso y simple, pero no condescendiente.
No olvides que lo más importante es que la información debe ser real, aun cuando se trate de algo negativo. No minimices los problemas, ya que tarde o temprano sus consecuencias se reflejarán en tu operación. Si le mientes a tus empleados, lo notarán. Y cuando lo hagan, estarán molestos y el respeto que te tienen se perderá.
Un líder tiene la obligación de mantener siempre la moral y la motivación de su equipo. Si das malas noticias con mala cara, tus em-pleados simplemente se desanimarán. Recuerda que una baja en el ánimo sólo llevará a una disminución de la productividad, la calidad y los ingresos, lo que al final provocará una posible disminución de personal. Es un efecto dominó que está en tus manos detener. ¿Cómo lograrlo? Con una actitud positiva, honesta y clara; mensajes sencillos y soluciones optimistas.
2. ¿Cada cuánto tiempo debo comunicar el estatus del negocio a mis empleados? Esto depende del tamaño y la naturaleza de tu empresa, así como de la industria a la que pertenece y cuánto le afectó la crisis económica. La regla general es comunicarte lo suficiente para mantener a los empleados informados de lo básico.
No es necesario que conozcan cada cambio en el mercado, basta con una reunión mensual en equipo. Si tu compañía depende de las fluctuaciones continuas de la industria, entonces la recomendación es dar un informe cada semana.
3. ¿Debo permitir la participación de mis colaboradores en las sesiones informativas? Sí. Tus trabajadores quieren y deben ser escuchados. En ocasiones, los líderes se niegan a oír la opinión de sus subordinados porque temen a perder el control. Esto sólo sucede cuando la motivación es baja y el descontento alto. Esto puede eliminarse con retroalimentación continua.
Organiza juntas para crear canales de comunicación entre los directivos y el personal. El objetivo es que ambas partes comprendan los problemas de la otra. Si en una reunión sólo habla el jefe, los empleados no pueden hacer preguntas ni comentarios y, por lo tanto, no se satisface lo básico: que todos obtengan información.
4. ¿Debo advertirle a mi personal acerca de despidos y recortes? No. Debido a la naturaleza del tema, es probable que su moral decaiga, que no puedan concentrarse y que se sientan traicionados y confundidos; sin mencionar el adjetivo “temerosos”.
Es mejor dar estas noticias justo antes de su ejecución, ya sea de forma individual o en grupos reducidos. Otro consejo: como líder, tienes que estar preparado para manejar la situación ante cualquier reacción que tenga el trabajador despedido.
5. ¿Cómo debo comunicar las malas noticias? A nadie le gusta escucharlas y menos cuando se trata de anunciar un despido, pues es algo difícil de aceptar por parte de quien recibe esa noticia. Pero existe un método para hacer menos complicado y doloroso este proceso. Para ello, hay que ser conciso. No es cuestión de andarse con rodeos, ni tampoco de decir un simple: “Estás despedido”.
Utiliza una secuencia de tres niveles: en primer lugar, comienza con algo positivo para demostrar tu interés por la persona, esto ayudará a reducir lo negativo de la situación. Por ejemplo: “Eres un miembro importante de la organización desde hace varios años y quiero que sepas que aprecio tu dedicación”. Después, continúa con las malas noticias; infórmale que necesitas reducir pérdidas y cancelar algunos proyectos o bien, despedir personal.
Por último, explícale qué harás para apoyar a aquellos trabajadores que no continuarán en la empresa, como ayuda para elaborar un currículum o dar una buena carta de recomendación. En caso de no poder hacer esto, sólo pídele que recoja sus cosas, se despida de sus compañeros y que abandone las instalaciones.
Recuerda que existe una estructura para comunicar noticias de forma honesta y abierta, la cual es de gran utilidad, sobre todo, cuando es algo no tan alentador. La credibilidad de un líder está en juego en cada paso que da. Por lo tanto, un emprendedor necesita escuchar los problemas y visiones de sus trabajadores, por el bien de ellos y el de la empresa.
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