Ideas de Inversión

Convierte tu idea en un negocio rentable

Iniciar una empresa no es camino fácil. Convertirte en tu propio jefe requiere empuje, disciplina y trabajo duro. Muchos emprendedores piensan que para lograrlo necesitan descubrir “el hilo negro” o tener millones de pesos ahorrados, pero no es así; una idea de negocios puede llegar de cualquier lado y en cualquier momento. Pero ojo: si bien es cierto que tenerla es el punto de partida en todo emprendimiento, la realidad es que para desarrollar una empresa exitosa, tu idea por sí sola no es suficiente.

Para convertirla en un negocio sólido es importante que observes y analices las necesidades que no están resueltas en tu entorno, plantear una solución para resolverlas y sobre todo, conocer a fondo a las personas que las requieren para ofrecerles justo lo que piden. Una vez que hayas validado estos puntos, detente a analizar quizá lo más importante: que te apasione, pues recuerda que tu empresa es un proyecto de vida. Toma nota de las recomendaciones que expertos y tres emprendedores exitosos te ofrecen a continuación para convertir tu sueño en realidad.

Para identificar el valor de tu concepto y reconocer si es viable como negocio, Federico Antoni, socio fundador de la aceleradora de negocios Venture Institute, puntualiza que “las ideas más poderosas deben resolver un problema de un segmento de personas que esté dispuesto a pagar para que le remedien esa situación y que inclusive pagará más mientras mayor sea el beneficio que obtenga”.

Tal fue el caso de Woo-Hoo Studios, empresa regiomontana nacida en 2013 y dedicada a la creación de apps interactivas para niños. Sus fundadoras aprovecharon el interés que sienten los pequeños por la tecnología y lo utilizaron como un vehículo para resolver preocupaciones de muchos padres, como estimular su inteligencia, fomentar valores y sembrar el amor por la lectura de una forma divertida y segura. “Queremos dar bases para promover el tiempo en familia y ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades y talentos”, explica Ana Lucía Villegas, una de las cofundadoras de la empresa.

Mauricio Ballesteros, director de The Pool Club de Emprendedores Monterrey, asegura que otro de los factores importantes al momento de detectar el valor de tu idea es el timing, es decir, identificar si es el momento correcto para lanzar tu negocio de acuerdo a las necesidades del mercado al que vas a dirigirte.

Así lo hizo Sergio Lavalle, fundador de La Guitarrería, escuela de música ubicada en el Estado de México. Después de la crisis de 2009, mientras ganaban popularidad los videojuegos musicales como Guitar Hero y Rock Band, decidió aprovechar su pasión por la música para ofrecerles a los más jóvenes un espacio para “rockear” en la vida real. Fue así que diseñó un modelo exclusivo para la enseñanza de técnica, teoría y ensamble de guitarra, batería, bajo, teclado y canto.

Sustentar una idea de negocios puede resultarte más sencillo si emprendes en una industria donde ya tengas experiencia. Antoni comenta que “conocer un sector de manera profunda te permite detectar más fácilmente las necesidades que no están resueltas”.

Después de identificar la necesidad que existe en el nicho que quieres explorar, es momento de compartir tu idea. Antoni recomienda salir a la calle y preguntar a tus clientes potenciales cómo se sentirían con la solución que tienes en mente. Una vez que tengas información que refuerce que la solución es buena, lo siguiente, dice, será buscar una forma rápida y asequible de hacer un prueba piloto.

El producto mínimo viable es una de las pruebas más recomendadas por los expertos, el cual consiste en lanzar un ensayo sencillo y económico de tu producto o servicio con el fin de probar su funcionalidad, rentabilidad y recibir retroalimentación de los compradores, sin invertir una fuerte suma de dinero.

Angélica Rodríguez, directora de la licenciatura en Creación y Desarrollo de Empresas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), campus Ciudad de México, invita a usarlo. “Es la mejor manera de comprobar que tu mercado está dispuesto a pagar por lo que le ofreces. Tradicionalmente, la validación se hacía por medio de encuestas o grupos foco, sin embargo, la de un producto mínimo viable se hace con la experiencia de venta. Ahí no hay pierde”.

Las fundadoras de Woo-Hoo Studios comprobaron esta premisa. Una de ellas, Melissa Dávila, cuenta que su primer libro interactivo La Caja de las Cosas Perdidas, que surgió como proyecto de titulación de la licenciatura en Animación y Arte Digital, fue la prueba que motivó al grupo de amigas a emprender. “Después de subirlo a App Store como descarga gratuita, tuvimos aproximadamente 1,000 descargas en el primer mes, todas totalmente orgánicas. Así mismo tuvimos reseñas en distintos blogs de México y España que hablaban muy bien de nuestro trabajo”, recuerda.

Posterior a la prueba del Producto Mínimo Viable y para aumentar aún más la posibilidad de convertir tu idea en un negocio escalable, Mauricio Ballesteros de The Pool aconseja que desarrolles el Business Model Canvas, un documento que detalla, de manera concisa, cada elemento de tu modelo, así como tu propuesta de valor. Este modelo te servirá para delimitar muy bien tu mercado, además de la necesidad que resolverás. Delimitar la zona geográfica, edades o intereses pueden funcionarte para saber por dónde iniciar.

Compartir tu idea siempre genera aprendizaje. Lograr que mentores, asesores u otros emprendedores más experimentados escuchen tus dudas facilita un intercambio de opiniones que hacen que amplíes tu visión, dirijas mejor tu camino y analices las herramientas que deseas implementar.

Sergio Lavalle, por ejemplo, integró en La Guitarrería un grupo de asesores con amigos especialistas en áreas como dirección y administración de empresas, mercadotecnia y recursos humanos. “Les pedía que me dieran tareas. A partir de ellas pude elaborar mi plan anual de trabajo, objetivos de ventas a corto, mediano y largo plazo, reglamentos internos de la escuela, procesos de inscripción y estrategias de marketing”, explica.

Otra forma de recibir ese apoyo externo es por medio de una incubadora, como fue el caso de Woo-Hoo Studios, que se incubó en el Itesm. Kiki Villarreal, otra de sus fundadoras, asegura que el proceso las ayudó con mentoría en administración y contabilidad, así como legal y de protección intelectual ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (Impi). También resalta que las cuatro jóvenes mejoraron sus habilidades para hacer networking en ferias y concursos, gracias a lo cual entraron en contacto con Naranya, plataforma que aceleró a la empresa con un fondo de capital semilla en 2014.

Aunque acercarte a una incubadora o aceleradora puede beneficiarte, no garantiza el éxito. “Si no sabes cómo obtener capital, te cuesta ser disciplinado o no tienes una red de contactos que te apoye en tus puntos débiles, una incubadora tiene mucho sentido para tu proyecto”, señala Federico Antoni.

Y es que el networking es clave en las etapas iniciales de cualquier proyecto, pues puede ayudarlo a despuntar. Ana Vásquez lo utiliza como una de sus estrategias para crecer y buscar alianzas, pues “cuando tienes una empresa boutique necesitas sumar esfuerzos con colegas del gremio para dar un servicio del mismo nivel que las grandes marcas. Y recomienda “un buen networking  puede abrir las puertas a contratos importantes o licitaciones. No te quedes aislado y súmate a organizaciones profesionales en tu área de especialidad”.

Considera que pasar de una idea en tu mente a una empresa en operación puede tomarte varios meses, dependiendo del tipo de negocio que vayas a desarrollar. Antoni señala que si la propuesta de valor es para un giro tradicional como alimentos y bebidas, por ejemplo, la transición puede ser más rápida. Sin embargo, si hay que educar a los consumidores sobre cómo utilizar un producto o adoptar un servicio, puede tomar más tiempo alcanzar la rentabilidad de la empresa.

Una vez que tu idea está probada e hiciste tu inversión inicial toma en cuenta que debes revisar tu modelo de negocios constantemente (cada tres, seis, 12 y 18 meses) para responder a lo que el mercado marque, aunque no lo hayas planteado así al inicio, comenta Angélica Rodríguez, del Itesm.

Así le ocurrió a Ana Vázquez, quien inició su empresa con la firme idea de que su mercado eran las mujeres; sin embargo, las entradas a su sitio Web e interacciones en sus redes sociales detectaron que más de la mitad de sus seguidores eran hombres. “Eso significó un replanteamiento de contenidos para crear un nuevo producto especialmente hecho para ellos. Fue un gran aprendizaje, ya que el mercado nos dictó el nuevo modelo de negocio”.

Ahora te toca a ti. Abre los ojos al mundo y analiza las oportunidades que encuentres y los problemas que necesiten una solución. Aprovecha tu experiencia, pasión o tus conocimientos profesionales para elegir el concepto y modelo de negocios que mejor se adapte a tus características y al tiempo que estarás dispuesto a dedicarle.

Una sugerencia: escribe en tu celular o en un cuaderno que cargues contigo siempre todas las ideas que vengan a tu mente. No importa si crees que son tontas o grandiosas. Después de unos días revisa tu lista y analiza si tú pagarías por la solución que brinda.

Fuente:

Convierte tu idea en un negocio rentable

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