todo el mundo tuvo los ojos puestos sobre uno de los eventos más importantes de la farándula mundial de este 2015: el matrimonio de la actriz colombiana, Sofía Vergara y Joe Manganiello que se llevó a cabo en Miami, en el resort The Breakers.
Fueron cerca de 400 los invitados al evento, quienes se vieron maravillados por la decoración, los arreglos florales y, en sí, la gran ceremonia que se celebró por todo lo alto y cuyos regalos fueron donaciones a causas caritativas como centros de investigación para niños con cáncer.
Pero cuando usted ve las fotografías que subió la colombiana al Instagram, así como los comentarios de expertos en bodas y las referencias de programas especialistas en moda, puede saber que esa boda no fue algo económico.
Incluso, empezando porque el vestido que usó Sofía Vergara tenía detalles muy específicos, con 6,6 libras de perlas y que requirió el trabajo de más de 30 personas que emplearon más de 1.600 horas confeccionándolo; teniendo en cuenta que el diseño fue de Zuhair Murad Couture.
Bueno, según Inside Edition, la boda tuvo un costo total de US$4 millones, es decir, cerca de $12 mil millones, con un dólar que está en promedio a $3.000; de los cuales US$5.000 habrían sido destinados para comida y US$1 millón para la sola decoración.
Un costo bastante alto que solamente quienes tienen altos ingresos podrían soportar. ¿Se imagina gastando la misma cantidad de dinero en Colombia? En promedio, para un matrimonio de 50 invitados, que tenga lo básico como los trámites de la iglesia, la alimentación y la música; puede llegar a costar entre $15 y $20 millones, dependiendo del sitio y las características.
Incluso, un matrimonio en la playa para 50 personas puede costar entre $45 y $50 millones, teniendo en cuenta las locaciones y los servicios. Pero con más de $12 mil millones, en un país como Colombia, usted puede considerar incluso hasta el alquiler de una isla privada, contando con el transporte aéreo de más o menos unos 300 invitados, su respectiva alimentación, ambientado por un cantante de moda y quizás hasta le sobrará un poco de dinero.
O simplemente pensar en una boda en el exterior, con unos 50 invitados y quizá todo incluido. En sí, hay varias formas en las que usted podría aprovechar al máximo esos $12 mil millones.
Las más caras de la historia
Con este contexto, en FP quisimos saber cuáles han sido las bodas más costosas de los famosos y nos encontramos con la siguiente información de la página The Richest
- Lady Di y el príncipe Carlos: con una boda que se llevó a cabo en 1981, tuvo un presupuesto de US$48 millones y se llevó a cabo en la Catedral St. Paul en Londres, con un total de 3.500 invitados.
- El príncipe William y Kate Middleton: siguiendo a su padre, también fue una boda de ensueño para muchos, pero también con unos costos bastante elevados de US$34 millones, aunque la mayor parte fue destinada para pago en servicios de seguridad. El solo pastel costó US$80.000, con 1.900 invitados iniciales.
- Wayne Rooney y Coleen McLoughlin: aunque no suenen muy conocidos, el jugador de fútbol y su novia de colegio se casaron gastando cerca de US$8 millones, pero sólo con 8 personas como asistentes. Eso sí, celebraron en una villa del siglo XVI y los invitados fueron trasladados en avión privado.
- Chelsea Clinton y Marc Mezvinsky: la hija del expresidente estadounidense Bill Clinton tuvo un costo de US$5 millones. La boda se caracterizó también por el alto costo de los vestuarios que usaron los protagonistas y el pastel que costó US$11.000.
- Liza Minnelli y David Gest: la estrella de Broadway y el productor de música tuvieron un matrimonio que costó US$3,5 millones, con 850 invitados en el Hotel Reagent de New York. Pero el matrimonio solo duró 16 meses.
- Paul McCartney and Heather Mills: el ex-beatle tuvo una boda que costó US$3 millones, en un castillo en Irlanda. Incluyó juegos artificiales, una recepción con comida vegetariana y bailarines.
- Elizabeth Taylor y Larry Fortensky: la boda de la actriz estadounidense con el obrero tuvo un costo de US$ 2,5 millones y se llevó a cabo en el Rancho Neverland, propiedad de Michael Jackson, en el año 1991; aunque no tuvieron un fin de “felices para siempre”, al divorciarse en 1996.
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