La agencia calificadora de riesgo le mantuvo las calificaciones de ‘BB-’ y ‘B’ al Banco Davivienda salvadoreño, así como la perspectiva negativa.
Las calificaciones del Banco Davivienda Salvadoreño reflejan la evaluación ‘adecuada’ para la posición de negocio y de la posición de riesgo, así como para su capital y utilidades, pero también el fondeo ‘promedio’ y la liquidez ‘adecuada’.
Standard & Poor’s deja claro que el riesgo económico para los bancos salvadoreños es relativamente alto en comparación con otros sistemas bancarios a nivel mundial y no espera mejoras significativas en el corto plazo.
Pone sobre la mesa que El Salvador ha mostrado un crecimiento económico bajo en los últimos tres años, y las expectativas de crecimiento en el mediano plazo siguen siendo moderadas.
En su radiografía sobre el país centroamericano resalta que la capacidad de deuda se mantiene limitada, la demanda de crédito interno es moderada y los lineamientos para el otorgamiento de crédito, estrictos.
Destaca que el estancamiento crediticio también ha afectado al mercado de bienes raíces y al sector de la construcción, los cuales no han empezado a recuperarse aún.
“ Nuestra evaluación refleja la resistencia del sector financiero a la recesión económica de 2009 y el desempeño económico de El Salvador posteriormente. Si bien la regulación financiera en el país aún no cumple plenamente con los estándares internacionales, recientemente se han presentado avances en las áreas principales”, dice el informe.
A marzo de 2013, el total de cartera del banco Davivienda en ese país se ubicó en US$1.300 millones, cifra que representa más de 70% del total de sus activos, y con lo que alcanzó una participación de mercado de 14% para colocarse como el tercer banco más grande en El Salvador.
Al primer trimestre, la cartera de crédito del banco estaba compuesta por créditos comerciales (46%), créditos al consumo (37%) e hipotecas (17%).