Entre las principales ramas de actividad económica, el subsector de construcción de edificaciones fue el que más se contrajo durante el 2009 en el marco de la recesión económica mundial.
Esta desaceleración se reflejó no sólo en la reducción de su PIB, sino también en la de su participación dentro del PIB del sector de construcción y en el total. Desde el segundo semestre del 2009, la demanda por vivienda muestra señales de reactivación, lo que sugiere la efectividad de las medidas adoptadas por el Gobierno con el objetivo de revertir la tendencia negativa que traía este subsector.
El PIB del subsector de construcción de edificaciones se redujo 12,4 por ciento el año pasado con respecto al año anterior, mientras que el sector total de la construcción aumentó 12 por ciento, pues el otro subsector que lo compone (obras civiles) creció 33,9 por ciento.
En este sentido, puede establecerse que el subsector de obras civiles ocupó a las empresas constructoras ante la débil demanda por edificaciones durante el 2009. La demanda por vivienda nueva por parte de los hogares y la de otro tipo de inmuebles disminuyó, lo cual se reflejó en la reducción del área licenciada para construcción en 21 por ciento con respecto al 2008.
Específicamente, el área licenciada para estos segmentos se redujo 18,7 y 26,4 por ciento, respectivamente. Los hogares aplazaron sus planes de compra de vivienda entre segundo trimestre del 2008 y el primero del 2009 ante expectativas negativas sobre las condiciones del mercado laboral en un contexto de creciente tasa de desempleo y recesión económica.
Esto ocurrió a pesar de que el Banco de la República inició un agresivo ajuste a la baja en su tasa de interés de intervención desde el cuarto trimestre del 2008.
Ante la difícil situación de la construcción de edificaciones, el Gobierno reglamentó el aumento del valor de los Subsidios Familiares de Vivienda entre marzo y octubre del 2009 para hogares de bajos ingresos.
Además, el decreto 1143 de 2009 autorizó al Emisor para ofrecer cobertura condicionada hasta por siete años de los créditos individuales de vivienda, dependiendo del valor comercial de los inmuebles adquiridos. Este último programa comprendía mayor cobertura para la adquisición de viviendas nuevas de menor valor, incluidas las VIS.
Tras la implementación de las medidas anunciadas por el Gobierno y el ajuste de tasas del banco central, que se transmitió rápidamente a las tasas de interés hipotecarias, se revirtió la tendencia decreciente de la construcción de viviendas registrada hasta el segundo trimestre del 2009, cuando el número de unidades iniciadas registró una variación anual de 24,6 por ciento tras seis trimestres de resultados negativos.
La variación anual de los inicios de construcción de viviendas registró cuatro datos trimestrales positivos desde entonces, siendo mayor el de primer trimestre de este año (43,7 por ciento). El programa de cobertura de créditos favoreció la compra de viviendas tipo VIS, lo que contribuyó a que desde noviembre del 2009 se registren variaciones anuales positivas del área licenciada para construcción acumulada de 12 meses para este tipo de vivienda. En marzo del 2010, este indicador registró un crecimiento de 15,7 por ciento, el más alto desde noviembre de 2007 (20,6 por ciento).
En el caso de las viviendas No VIS, a pesar de que se registran variaciones anuales negativas del área licenciada para construcción acumulada de 12 meses desde julio del 2008 (-2,7 por ciento), en octubre del 2009 se dio un cambio en la tendencia decreciente de este indicador. En marzo del 2010 se registró una variación negativa de 15,9 por ciento tras las reducciones de 21,7 y 18,9 por ciento reportados en enero y febrero, respectivamente. Esto equivale a un crecimiento anual de 16,6 por ciento en primer trimestre del año comparado con un crecimiento anual de 1,6 por ciento en los meses finales del 2009.
La variación anual promedio de los desembolsos hipotecarios para vivienda tipo VIS acumulados de 12 meses durante el comienzo de este año, fue de 6,2 por ciento, mientras que en último trimestre del 2009 fue de -5,7 por ciento y en los tres trimestres previos había sido de -10,1 por ciento. Para el caso de las viviendas No VIS, la variación anual promedio de los desembolsos mensuales durante en el primer trimestre del año fue de 10,9 por ciento, luego de un crecimiento promedio de 1,8 por ciento registrado el trimestre anterior.
Igualmente, el saldo de la cartera hipotecaria muestra un crecimiento promedio de 13,6 por ciento en los primeros cuatro meses del 2010 (sin incluir titularizaciones), mientras que el crecimiento promedio en el 2009 escasamente ascendió a 5,6 por ciento. Teniendo en cuenta que el programa de estímulos del Gobierno no se renovó este año, estos resultados sugieren que la reactivación del subsector de edificaciones está ganando un impulso significativo y que será sostenible.
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