“En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En la escuela te dan oportunidades para ir aprobando tus exámenes, para que tus tareas te resulten más fáciles y llevaderas. Esto no te ocurrirá en la vida real”. Bill Gates
¿Te has preguntado alguna vez, si el papel protagónico de tu vida es la de un ganador o un perdedor?. Es una pregunta que requiere un análisis juicioso de autoevaluación y de madurez mental, emocional y espiritual. El cuestionamiento incomoda y produce sentimientos y emociones encontradas. Casi siempre, la mayoría de la gente no está dispuesta a contestarla con honestidad, pues requiere una profundización en saber quién soy, en el ser, y no tanto en el hacer o el tener.
Nuestro éxito o fracaso en la vida, está directamente relacionado con dos amos que habitan en el interior de todos los seres humano sin excepción. Quién más nos gobierne o tenga el poder, sin duda será el más influyente en nuestros resultados. Por esta razón es importante identificarlos, analizarlos y cuestionarlos, de tal manera que nuestra voluntad y conciencia puedan elegir libremente a quien seguir.
En primer lugar se encuentra el amo “Perdedor”. Es bastante rebelde, se alimenta de ideas negativas, pesimismo, malas noticias, pereza, escasez, apatía, desasosiego, crítica, chisme, envidia, y sobre todo de una actitud de fracaso, derrota y baja autoestima. Este amo gobierna a las personas bajas de energía, pesimistas y que no viven el ahora, sino que viven en el pasado o en el futuro. Estas personas muchas veces se consideran “realistas”, sin darse cuenta que es su realidad personal y no la que vive el resto del mundo. El perdedor interior convencerá a las personas con razones “lógicas” de por qué las cosas no se darán.
En segundo lugar se encuentra el amo “Ganador”. Está siempre preparado para asumir riesgos, motiva a la acción, nos dice que somos capaces, que valemos mucho, llena nuestros pensamientos de fe, optimismo, esperanza, abundancia, alta autoestima y un deseo ferviente de éxito. La actitud de victoria, de retos y de logro es permanente. Acompaña a las personas seguras de sí mismas, confiadas, llenas de energía y optimismo, de buena vibra. El ganador motivará a las personas a conquistar sus sueños, a nunca renunciar a ellos, y mostrarles que el futuro está lleno de oportunidades, sin descuidar de vivir el presente.
Esta mañana al despertarte, si no te preguntaste, puedes hacerlo mañana, cada día. ¿Quién se despertó hoy en mi interior? ¿El ganador o el perdedor? ¿El pobre o el rico? ¿El triunfador o el derrotado? ¿El sano o el enfermo? ¿Cuál es el amo predominante en tus amigos más cercanos? ¿Te acompañan estos amigos en el camino al éxito? ¿O por el contrario te detienen?
Cada uno tenemos la respuesta y podemos elegir. La capacidad de “Elegir” es la verdadera “Libertad”. En la vida como en todo lo que nos sucede, no sucede por casualidad o por azar sino por causalidad (causa – efecto). Es cuestión de tomar conciencia a que amo le hacemos caso. Ya sabemos cuál de los dos no necesitamos y lo mejor que podemos hacer como muchas cosas en la vida es: “Despedirlo”.
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