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La resaca que llevó a descubrir el ibuprofeno, uno de los analgésicos más populares del mundo

El doctor Stewart Adams se dio cuenta que había descubierto un analgésico muy potente cuando, horas antes de dar un discurso importante, le curó la resaca que tenía.

«Era el primero en hablar y me dolía la cabeza después de haber salido la noche anterior con mis amigos«, rememora Adams.

«Así que me preparé una dosis de 600mg sólo para estar seguro y descubrí que era muy efectiva», cuenta.

Ahora, Adams recuerda los años de investigación, las infinitas pruebas hechas a compuestos y las muchas frustraciones antes de que él y su equipo descubrieran, hace más de 50 años, que el ibuprofeno era un fármaco con muchas posibilidades.

Desde entonces se ha convertido en uno de los analgésicos más usados del mundo.

Es común que los botiquines de medicinas caseros cuenten con algunas tabletas.

¿Fiebre? ¿Dolor de cabeza? ¿Dolor de espalda? ¿O incluso de muelas? Lo más probable es que el ibuprofeno sea la primera opción que ofrezca el farmaceuta.


Su popularidad para tratar los dolores es un fenómeno en todo el mundo. En India, por ejemplo, es el tratamiento preferido para la fiebre y los dolores. Y en Estados Unidos se ha vendido sin receta médica desde 1984.

Incluso se utiliza para tratar enfermedades como la artritis.

Y tal y como el mismo Adams constató en un viaje que hizo a Afganistán en los años 70, incluso en los pueblos más remotos se vende su medicina.

En busca de un reto

Todo empezó cuando a sus 16 años, Adams, del condado de Northamptonshire, Inglaterra, no tenía muy claro qué hacer con su vida al terminar el colegio.

Así que empezó una pasantía en la cadena de farmacias Boots, una experiencia que encendió su apetito por hacer algo más desafiante.

Esta búsqueda por retos llevó a Adams a graduarse de farmaceuta en la Universidad de Nottingham, seguido de un doctorado en farmacología en la Universidad de Leeds, antes de regresar al departamento de investigación de Boots Pure Drug Company Ltd en 1952.

En ese entonces su misión era encontrar un nuevo tratamiento para la artritis reumatoide que fuera tan efectivo como los esteroides, pero sin efectos secundarios.

Puso su atención en los antiinflamatorios que había y la aspirina en particular, algo que nadie más parecía estar haciendo.

La aspirina fue el primer fármaco antiinflamatorio sin esteroides que se desarrolló en 1897.

Y en esa época era comúnmente usada como analgésico, pero para tratar la artritis reumatoide habría que administrar altas dosis, lo que significaría más efectos secundarios como reacción alérgica, sangramiento e indigestión.

Diez años de investigación

En la búsqueda de una alternativa, Adams reclutó al químico John Nicholson y al técnico Colin Burrows para que lo ayudaran a poner a prueba el potencial de más de 600 compuestos químicos.

La clave estaba en encontrar un fármaco que pudiera ser tolerable.

Desde la habitación principal de una pequeña casa en los suburbios de Nottingham, el pequeño equipo se dispuso pacientemente a examinar una y otra vez las distintas sustancias hasta que encontraron algo lo suficientemente bueno como para probarlo en pruebas clínicas.

Adams sabía que las posibilidades de éxito eran mínimas, pero tanto él como su equipo perseveraron durante diez años.

«Pensaba que con el tiempo tendríamos éxito, siempre sentí que lo lograríamos», dice Adams, quien siempre estaba listo para servir de conejillo de indias, probando dos o tres mezclas en carne propia.

Adams admite que lo que hizo nunca sería admitido en la actualidad, pero aclara que tenían mucho cuidado de realizar pruebas de toxicidad antes de ingerir los compuestos.

«Era importante probarlas y yo estaba emocionado por ser la primera persona en tomar una dosis de ibuprofeno«, recuerda.

En ese tiempo, cuatro fármacos que habían ido a pruebas clínicas fallaron. En 1961, decidieron probar uno que llamaron ácido propanoico 2-(4-isobutylphenyl), que más tarde sería el ibuprofeno.

Según Dave McMillan, ex jefe del departamento de desarrollo de cuidados para la salud de Boots, el ibuprofeno fue extremadamente importante para la empresa, que hoy en día es la cadena de farmacia y productos de belleza más grande de Reino Unido.

«Salvó a Boots, lo ayudó a expandirse a Estados Unidos y el resto del mundo. Era el medicamento número uno de la empresa», recuerda.

Hoy en día distintas empresas de todo el mundo fabrican unas 20.000 toneladas de ibuprofeno al año.

Vienen en distintas formas y tamaño, incluyendo como jarabes diseñados específicamente para niños.

Adams ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo y continuó trabajando para la empresa por el resto de su carrera.

Pero lo que dice satisfacerle más es que cientos de millones de personas en todo el mundo toman el medicamento que descubrió.

Ha sido un largo camino que empezó con un dolor de cabeza.

Cómo funciona y sus efectos secundarios

Es un fármaco antiinflamatorio sin esteroides. Debido a que su estructura química es diferente al de los esteroides, no es tan tóxico.

Reduce el dolor al actuar en las prostaglandinas, responsables de causar la inflamación en el cuerpo.

La inflamación puede producir hinchazón, calor, rojez, pérdida de funcionamiento, fiebre y dolor.

Los efectos del analgésico empiezan poco después de tomar la dosis, pero puede llevar más tiempo para reducir la inflamación.

Expertos recomiendan tomar la dosis más pequeña durante el menor tiempo posible, pues como efecto secundario puede generar náusea y vómito.

Fuente:

La resaca que llevó a descubrir el ibuprofeno, uno de los analgésicos más populares del mundo

http://www.bbc.com