Si usted hace parte de la generación que pasaba sus tardes enteras viendo esta popular serie estadounidense, no sólo habrá pasado un rato bastante entretenido sino que, seguramente, también habrá aprendido algunas lecciones, sobre las finanzas.
Más allá de las travesuras de Bart, de los apuntes inteligentes de Lisa o de la adicción de Homero a la cerveza, “Los Simpsons” se han caracterizado, a lo largo de 25 temporadas, por satirizar situaciones de la vida cotidiana, hacer reflexionar a las personas sobre un contexto específico o mostrar las consecuencias de la toma de ciertas decisiones.
Así, sea cual sea el motivo por el que a usted le llama la atención esta serie, también debe aprender a leer entre líneas para tomar siempre la mejor parte y ponerlo en práctica para su vida cotidiana ya que, en la mayoría de los casos, hay situaciones que pueden pasar por desapercibidas o ser consideradas como inútiles o exageradas pero que, si las pone en un contexto determinado, terminan siendo enseñanzas importantes.
Ahora, en cuanto al manejo del dinero, quizás no hayan muchos capítulos que recuerde, que hayan sido dedicados en su totalidad a temas económicos. Por ejemplo, hubo una parodia sobre el fracking en el que se intenta convencer a Springfield de sus “bondades”, o quizás recuerde aquella temporada en la que Ogdenville se quiebra y surge una etapa de emigración a Springfield. O también está el caso en el que Bart y Homero se confabulan para extorsionar y cometer fraudes haciéndole creer a la gente, situaciones falsas.
Todos estos son ejemplos básicos pero que, ahora que seguramente los lee desde esta perspectiva, puede que comprenda que siempre tienen su trasfondo económico o financiero del cual siempre habrá algo, aunque sea mínimo, para aprender.
Un capítulo emitido en 1995 llamado “Homero vs. Patty y Selma” y en el que Homero compra futuros de calabaza, logra grandes ganancias pero luego el mercado cae y debe acudir a las hermanas de Marge para evitar que la casa sea embargada, lo cual le significa cumplir con unas condiciones bastante estrictas. Main Street destaca este capítulo por la trascendencia que puede tener para una persona que no sepa estudiar y analizar las condiciones a la hora de tomar créditos y qué tanto puede valer la pena.
No sólo si tiene un negocio propio, sino también en el mercado laboral del que usted participa. El capítulo que traemos a colación, “Maridos y cuchilladas”, es cuando le llega competencia al “sujeto de las historietas” con un nuevo chico que instala una nueva tienda de cómics llamada “Coolsville Comics & Toys”. La clave de éxito del negocio está en tratar mejor a sus clientes, conocerlos y satisfacer sus necesidades (lo que también se traduce en que debe saber para quién trabaja, qué es lo que mueve su industria y a qué necesidades debe responder).
Quizá uno de los capítulos más repetidos en la televisión colombiana es aquel en el que Bart le vende su alma a Milhouse pensando que no tiene ninguna importancia ni sentido para él. Pero con el paso del tiempo, se da cuenta que realmente tiene un valor más grande del que creía y que el dinero que recibió por esa venta, tampoco valía la pena. Según Money, de Time, esto es una muestra de que siempre es necesario evaluar dos veces ese tipo de inversiones o de ventas, cuando no se tiene un conocimiento completo o experiencia sobre ese producto o servicio que se está vendiendo o adquiriendo.
Cuando el exnovio de Marge, Artie Ziff, reaparece y trata de recuperar a su amada, mostrando un alto nivel de dinero y queriendo comprar su cariño. En el transcurso del capítulo Homero busca la forma de mostrarse superior a pesar de esa gran amenaza que llega a su matrimonio. Lo cierto es que al final del asunto Marge asegura que no puede estar con un hombre del que no está enamorada y que hay algo que siempre va más allá del dinero, como lo destaca CreditKarma.
Aunque no se trata de un capítulo general, uno de los hábitos del Sr. Burns es siempre recolectar las monedas de centavos o los billetes de un dólar, por los que siempre ha mostrado una ambición particular. Esto es una enseñanza que se aplica también a la vida real, en la que vemos cómo los grandes empresarios y millonarios han aprovechado al máximo la más mínima cantidad de dinero para invertirla y ponerla a trabajar para ellos, a su favor.
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