Teniendo en cuenta la ‘religiosidad’ de los fanáticos a la compañía, el mercado podría volverse en contra de la tecnológica de la manzana.
La muerte de Steve Jobs el miércoles en la noche, cofundador de la icónica Apple, fue una triste noticia para el mundo de la tecnología, sobre todo para los usuarios que casi con fidelidad religiosa compran los productos y siguen las vicisitudes de la empresa dentro y fuera del mercado bursátil.
Es de prever que la acción de la compañía sufrirá este jueves, pues uno de los talones de Aquiles de esta singular empresa de innovación tecnológica –creadora del computador Mac, el iPad, el iPhone y el iPod– ha sido su extrema dependencia de las movidas de Jobs.
A juzgar por el comportamiento de la acción las tres veces que Steve Jobs había recaído en su enfermedad, un cáncer de páncreas descubierto en el 2004, es de suponer que esta vez no será la excepción de una jornada negra para la compañía, máxime cuando en esta oportunidad el parte médico tuvo un desenlace fatal.
Otra de las razones para predecir un bajón en el precio de la acción es lo que sucedía momentos después de confirmada la muerte de Jobs por parte de Apple en la Bolsa de Nueva York, en operaciones bursátiles a puerta cerrada conocidas como ‘after hours’, en las cuales la acción comenzaba a caer un 0,27 por ciento, tras cerrar la jornada normal del miércoles con ganancia de 1,54 por ciento, de tal forma que pasó de 378,25 dólares el título al cierre de la jornada, contra 377,22 dólares en el ‘after hours’.
Así las cosas, cuando la Bolsa de Nueva York abra su jornada de este jueves, el precio oficial de la acción será con el que cerró la jornada del miércoles, pero a los cinco minutos de operaciones podría tomar el rumbo y la tendencia que mostró en la jornada de la tarde del miércoles a puerta cerrada.
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