Sobre Guardiola y su legado en la historia del Barcelona y del fútbol mundial muchas cosas se pueden decir, para algunos el Barcelona de Pep es el mejor equipo de los último años, para otros es el mejor equipo de toda la historia del fútbol mundial, pero eso, es una discusión que se la dejo a los analistas y expertos en fútbol.
Hoy no quiero hablar sobre del aporte de Guardiola en términos futbolísticos, hoy quiero hablar de las enseñanzas que no deja la decisión de Pep de retirarse del equipo luego de 4 años en los cuales ha ganado casi todo lo que ha disputado ( 13 / 17 títulos en juego). Marcando un capitulo dorado en la historia de Barcelona.
En el fútbol como en el mundo empresarial para triunfar se necesitan combinar muchos elementos; un idea clara de negocio (misión), un norte al cual se quiere llegar (visión) un equipo de trabajo calificado y comprometido, y un líder (no jefe) que se encargue de dirigir y canalizar las energías de todos en la dirección requerida para alcanzar las metas trazadas.
Durante los 4 años que Guardiola estuvo al frente del equipo más que un jefe fue un líder para todos y cada uno de los integrantes de la plantilla, a los cuales les demostró lo importante que eran cada uno de ellos para el proyecto conjunto pese a que todos no pudieran o fueran a ser titulares. Escenario diferente al que se vive en el mundo empresarial en donde se considera que solo son importantes los altos cargos directivos y el resto del equipo de trabajo es personal de segunda mano y por ende prescindible.
Esto último me trae a colación una anécdota personal cuando alguien en mi época de labor en la Banca me pregunto, ¿para usted quien es la persona más importante en esta oficina? A lo que yo le respondí sin dudar: para mí, la persona más importante en esta oficina es doña Beatriz (la señora de oficios varios). Ante la cara de asombro del interlocutor le digo que ella es la persona más importante, porque sin ella y sin el café que con tanto cariño me regala cada mañana no tendría la fuerza suficiente para afrontar los retos laborales que cada día acarrea.
Pep nos enseñó que hay que creer y darle la oportunidad a las personas que conforman la empresa (él es un vivo ejemplo de eso) y por eso durante sus 4 años su lema fue” creer en la cantera” y no traer muchos futbolistas de a fuera. Caso muy diferente al vivido en las empresas en las cuales cuando se requiere llenar plazas importante el último lugar donde se mira es al interior de la compañía dejando a un lado a los colaboradores que llevan trabajando arduamente durante años y la conocen mejor que nadie. Pero a causa de la mirada sesgada de mucho de los directivos pocas veces son tenidos en cuenta al momento de los ascensos importantes.
Pero la lección más importante que nos deja Guardiola es que el Jefe debe saber cuándo llega el momento de dar un paso al costado y dejar que otras personas lideren al equipo, todo en la vida es un ciclo y los ciclos termina, y si esta máxima aplica para los subalternos a los cuales el Jefe promueve en algunos casos y despide en la mayoría aplica en igual o mayor medida para ellos mismos.
No es consecuente decirle a un empleado que se tiene que ir porque su desempeño no está dentro de los estándares que la empresa requiere cuando, los líderes (directores, gerentes, presidentes, etc) no reconocen o quieren reconocer que ya no tiene la fuerza o no cuentan con los medios necesarios para seguir motivando a los demás a lograr las metas trazadas.
Esto mis lectores es la mayor enseñanza que Pep Guardiola nos deja, la gran mayoría de las empresa no aplican correctivos en su cúpula cuando detectan el problema, solo lo hacen cuando estos problemas detectados y no atacamos a tiempo a tiempo afecta los indicadores fundamentales de la empresa. Es decir, como dice el adagio popular “ ya pa´ que”
Un líder debe saber cuándo el ya no es el indicado para ser el referente y guía de la empresa, pero la realidad es que sus egos (los cuales en este caso son igual o más grandes que los de los futbolistas de elite) les nubla la mente y no les permite ver la cruda realidad en la cual pasaron de ser la solución a los problemas del pasado al causante de los problemas de la actualidad.
Lo anterior conlleva que la gran mayoría de los altos directivos tengan que ser despedidos, causando esto su salida por la puerta de atrás y con la cabeza agachada, en lugar de retirarse a tiempo cosechando los elogios y el reconocimiento de una labor exitosa que les permitirá salir como un torero victorioso en hombros y por la puerta grande.
“La enseñanza que nos deja Pep Guardiola al mundo empresarial, es que un buen líder debe buscar siempre lo mejor para su compañía incluso si ello requiere que sea el quien se tiene que ir”
Fuente:
Sobre Pep Guardiola, el fin de los ciclos y las enseñanzas para el mundo
Columnista Ideas de Inversión