Pocas frases son tan repetidas en inversiones como «el mercado financiero descontó». Cuando se espera que la variable sea positiva, los mercados suben, de otra forma, los mercados caen.
¿Pero realmente qué descuenta un mercado financiero? En términos prácticos la palabra no sería descontar, que es dar por cierto, lo cual aplicado a inversiones, sería dar por cierto un hecho incierto. Dar por cierto que la tasa de interés va a subir puede parecer fácil en cierto momento, cuando es evidente que debe ser así, pero no es tan fácil cuando las cosas tienen un poco mas de incertidumbre.
Eso lo han descubierto los analistas colombianos con las últimas decisiones del BanRep, por ejemplo.
Así, los mercados financieros deberían anticipar que la tasa de interés o la inflación se va a comportar de cierta manera particular. Por ejemplo, la próxima vez que escuche a su analista ponga atención si dice el mercado financiero había descontado un aumento de la tasa de interés o el mercado financiero había anticipado un incremento de la tasa de interés.
¿Cuestiones netamente lingüísticas? No, realmente, los mercados financieros se mueven por percepción de lo que va a ocurrir, lo cual lleva a que los precios de los activos anticipen lo que puede ser.
Descontar significaría que se da por acontecido algo que se va a conocer en el futuro, lo cual no tiene lógica alguna. Quizá un enredo de los mercados financieros comienza en que queremos poner en el pasado un hecho futuro que afecta el presente. Así, los mercados financieros han estado anticipando caídas en las economías mundiales.
Esto ha llevado a que las bolsas de valores hayan presentado desvalorizaciones marcadas, que se han visto influenciadas por la perspectiva de un posible default de deuda en Grecia.
Este cuadro ha llevado a los inversionistas a buscar refugio en activos que se consideran más seguros, como los bonos del Tesoro norteamericano y el dólar.
Sin embargo, los inversionistas a veces salen a buscar activos sin tener en cuenta el ciclo completo: venden acciones, porque en una economía desacelerada las empresas, posiblemente, vendan menos; pero menores ventas significan menores impuestos y, por lo tanto, un déficit fiscal más abultado, lo que debería impactar la dinámica de los bonos gubernamentales en el futuro. Así que ese Tesoro norteamericano a 10 años, comprado a una tasa inferior al 2% es, en realidad, una bomba de tiempo, pues nada es más peligroso que un activo tan sobrevalorado, el cual debe corregir en el futuro: a nadie debe extrañar que el tema de un incremento en el cupo de endeudamiento vuelva a ser la noticia de los agostos en 2012, 2013 y años posteriores.
Un inversionista que entienda que finalmente el Tesoro no es nada sin los impuestos que pagan las empresas y los ciudadanos, también entenderá que las empresas han mostrado mayor habilidad para ajustarse de la que ha mostrado el gobierno norteamericano en los últimos años. De forma tal, que una acción puede ser más segura que un bono estadounidense, así nadie piense que Estados Unidos va a hacer un default.
Por último ¿es diferente caída y corrección? Las correcciones sólo son posibles cuando algo está fuera de sus niveles adecuados.
Si cuando el precio de una acción cae, su analista le dice que «corrigió», le está indicando que estaba muy alto y que tenía que ajustarse hacia abajo.
Si dice que «el precio de la acción cayó», le está diciendo que, por el propio movimiento del mercado financiero, hoy tiene un precio menor que el de ayer, que debería volver a subir.
Así, las acciones han caído, pero los Tesoros norteamericanos, deben corregir en el futuro.