Hábitos para una buena salud financiera

Es necesario tener hábitos de ahorro e invertir su dinero en productos seguros y rentables. Alimentarse bien, evitar excesos, controlar el colesterol, huirle al sobrepeso, hacer ejercicio y chequeos periódicos; así se mantiene la salud del bolsillo.

A juicio de los expertos, las personas que gozan de buena salud financiera son aquellas que mejor planean sus finanzas personales, sin importar cuál sea su nivel de ingresos, pues este es un ejercicio que se aplica a cualquier situación, y se trata de optimizar al máximo los ingresos de un individuo o núcleo familiar.

Evitar excesos

Así como el cuerpo debe evitar el abuso de licor, cigarrillo o la mala alimentación, lo más saludable para el bolsillo es medirse en los gastos, pues a veces, sin darnos cuenta, compramos productos que no son necesarios o destinamos más dinero a asuntos que no son prioritarios, con lo cual terminamos gastando más de lo que recibimos. Lo ideal es que no se destine más del 30% de los ingresos a la manutención.

Ejercicio permanente

Se debe tener una disciplina de ahorro que permita afrontar situaciones difíciles. Una persona financieramente saludable debería tener asegurada a su familia con un mínimo de sus ingresos mensuales por cinco años, además, cotizar para su pensión y tener un producto de ahorro complementario.

Sana «alimentación»

En materia de finanzas, la «alimentación» corresponde a los ingresos de una persona, de ahí que haya necesidad de identificar con claridad con cuánto se cuenta cada mes para, de esta forma, saber cómo se puede distribuir mejor esos ingresos.

Ojo con el «colesterol»

En cuestiones de plata, el nivel de endeudamiento es como el colesterol: se tiene pero igual hay que evitar que éste se desborde. Los expertos aconsejan que no se debe asignar más del 20% al pago de la hipoteca y no más de 10% para otras obligaciones, como tarjetas de crédito.

Chequeos periódicos

No está de más, así como se acude con frecuencia al médico, que también se busque asesoría de un experto para cuidar la «salud» de su dinero.

«Sobrepeso»

Uno de los enemigos de la salud es el sobrepeso y sólo se consigue un nivel adecuado si se sigue con disciplina una dieta sana. En la planeación de las finanzas es fundamental definir objetivos, fijar plazos y prioridades, ya que sólo así se conseguirá mantener controlados los recursos y se evitará un desbordamiento del gasto.

Emociones, malas consejeras

Administrar bien las finanzas es algo que demanda tiempo.

Cuando se trata de velar por la salud financiera, no hay excusa que valga. Cada decisión debe tomarse con «cabeza fría», aquí no hay espacio para las emociones, pues a veces resultan malas consejeras.

No se puede ser complaciente si las cosas marchan mal; hay que evitar los celos, la vanidad, la desidia, el temor y la pereza.

Diagnóstico, el primer paso

Disciplina de ahorro y control de gastos son claves.

El diagnóstico. El primer paso para cuidar la salud del bolsillo es realizar un diagnóstico sincero de gastos e ingresos. Es el punto de partida para saber cuál es la verdadera situación.

La fórmula. Como resultado del diagnóstico se obtiene una «prescripción», que en materia de dinero es la planeación financiera.

Las dósis. La planeación señala de qué manera se administrará y cómo se distribuirán los ingresos. Una persona que se preocupa por su salud financiera es aquella que realiza una planeación adecuada de sus finanzas personales. Esto le da foco, dirección y significado a cada una de las decisiones que se tomen a lo largo de la vida.

En el proceso de organizar la vida financiera, una persona debe reflexionar sobre los hábitos y malas prácticas, muchas veces inconscientes.

Economía y Negocios

Fuente:

Hábitos para una buena salud financiera

www.bancaynegocios.com