Un crédito bancario es una buena opción de financiamiento para las Pymes en pubertad. Elige el más adecuado para tu negocio.
Para las compañías en la pubertad o en sus primeros años, el crédito bancario es una alternativa que definitivamente puede contribuir a su crecimiento.
El financiamiento ideal debería ofrecer la menor tasa, las comisiones más bajas y las mínimas garantías posibles. Desde el punto de vista cualitativo debería obtenerse rápidamente y estar adaptado a las necesidades del negocio (en términos de plazo y factibilidad de pago).
Víctor Calderón, socio director de la firma ArCcanto, recomienda analizar los siguientes puntos para que el préstamo que obtengas sea el más adecuado para tu compañía.
1. No te cases con un banco
Gestiona tu préstamo con varios proveedores de crédito y hazles saber que están compitiendo por darte el servicio, contra quién lo hacen, cuál es su fecha límite para hacerte una propuesta y qué tasa de interés estás esperando.
2. Entrega la información completa
Para agilizar la decisión del banco sobre tu préstamo, conviene que entregues la información de tu empresa bien y completa desde la primera vez. Cualquier aclaración que la institución te pida o algún error detectado en la solicitud de crédito puede significar un retraso en el rango de una semana a dos meses.
3. Recurre a especialistas
Si careces de contactos de alto nivel en los bancos, considera la posibilidad de recurrir a especialistas que sí los tengan. ArCcanto, por ejemplo, tiene relaciones con directivos de casi un centenar de instituciones crediticias, que facilitan –después de un debido proceso de análisis financiero– obtener un préstamo con condiciones favorables.
4. Ten cuidado con los plazos
Busca siempre que el plazo del financiamiento sea mayor al periodo de recuperación de la inversión del proyecto que desarrollarás. De otro modo, la deuda se volverá impagable. Grave error: adquirir equipo o maquinaria con un crédito revolvente.
5. Procura que tu crédito sea en la moneda en la que facturas
De lo contrario, contrata una cobertura para mitigar el riesgo cambiario.
6. Opta por una tasa fija
En créditos a largo plazo opta por una tasa fija siempre que sea posible. Si la tasa es variable, necesitas una cobertura conocida como Cap; esto es, ponerle un techo a la tasa de interés. De esta manera, se mitiga el riesgo si en el futuro hay una fluctuación importante en la tasa.
Fuente: