Mercados no dan tregua a Rajoy y prima de riesgo, al alza

Pocas horas ha durado la celebración de Mariano Rajoy como ganador de las elecciones que lo dejaron como presidente del Gobierno español y dueño de un nuevo récord en materia electoral. Los mercados han reaccionado de nuevo con un incremento de la prima de riesgo, cercano a los 27 puntos.

No es un incremento tan dramático como el que se experimentó el viernes de la semana pasada, cuando la prima de riesgo para España llegó a los 503 puntos, pero con los 27 que subió en el primer tramo de la jornada bursátil la rentabilidad que se les exige a los bonos de España llegó a los 466 puntos.

El interés de los títulos españoles se intercambian en la jornada en 6,5 por ciento, a muy poco distancia de la barrera psicológica del 7 por ciento.

Si la prima de riesgo se ubica por encima de los 520 puntos de la prima de riesgo y los títulos por encima del 7 por ciento, se podría decir que España entra en una zona de rescate, como ya ocurrió con otros países de la unión, particularmente Grecia e Italia.

El movimiento de las bolsas indica que Rajoy deberá hacer sus primeros movimientos económicos. Anoche, en calle Génova, donde está la sede de su partido, prometió que esta misma mañana empezaría a trabajar, aunque su investidura está prevista para mediados de diciembre.

El movimiento bursátil obligaría a Rajoy a enviar mensajes claros a Europa: quién será su ministro de finanzas y en qué consistirá el plan de ajuste que mencionó en campaña y que la Unión Europea le exige, para llevar el déficit español al 4,4 por ciento, lo que supone un ajuste de más de 17.000 millones de euros.

Victoria del PP anteel desafío de sacar a España de crisis profunda

«No va a haber milagros. No los hemos prometido». Con esta frase, casi lapidaria, el triunfante candidato del Partido Popular (PP, derecha) Mariano Rajoy, ilustró lo que serán los cuatro años de su Gobierno, que estarán marcados por la crisis económica que tiene al país a punto de pedir rescate por su deuda, por el desempleo que tiene a unos cinco millones de españoles de brazos cruzados y con una pérdida de confianza generalizada.

Fue una fecha histórica para la derecha española, pues no solo consiguió la mayoría absoluta, sino que además obtuvo su mejor resultado de la reciente etapa democrática con sus 186 escaños contra 110 de sus rivales del Partido Socialista Obrero Español (Psoe). Son diez más de los que se requieren para la mayoría simple y tres más de los conseguidos por José María Aznar, en su victoria del 2000.

En sentido inverso, es la peor jornada electoral para los socialistas en su historia, una debacle en la que el derrotado Alfredo Pérez Rubalcaba pidió un congreso para definir la suerte del partido. De 43 por ciento de apoyo el Psoe pasó a menos del 30. Estos 110 escaños son 14 menos que los que obtuvieron en el 2000, cuando recibieron la última paliza electoral.

Fue un triunfo contundente e histórico del PP, pero que el líder azul no ha celebrado con excesos. Él mismo lo ha reconocido al soltar un par de frases en un balcón de la calle Génova, donde se reunieron sus seguidores. «Mañana (lunes) estaré trabajando(…) la tarea no será fácil», dijo con cautela, aunque sus electores le gritaban: «Tú sí que vales, tú sí que vales, tú sí que vales…».

Rajoy solo soltó una frase de promesa, de aquellas que los políticos utilizan en sus victorias y que la historia a veces se encarga de cobrarles, y luego se marchó, a trabajar. «España estará donde todos queremos que esté: a la cabeza de Europa».

Este lunes se sabrá qué tanto esfuerzo tendrá que emplear en ese cometido cuando las transacciones de las principales bolsas de Europa vuelvan a ese especie de vértigo en que se ha convertido la prima de riesgo, que el viernes superó la barrera psicológica de los 500 puntos, y los intereses de los bonos españoles.

Con margen de maniobra, el nuevo Presidente del Gobierno español tiene cartas por jugar: la selección de su ministro de Hacienda y los mensajes que quería enviar a la canciller alemana, Angela Merkel, considerada la nueva mariscal económica de Europa, y al también preocupado presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Por lo pronto, Rajoy ha anticipado que en sus días de Gobierno desarrollará «trabajo, seriedad y constancia», tal vez una versión light del famoso «sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor», de Winston Churchill, en la Segunda Guerra Mundial.

El veterano Alfredo Pérez Rubalcaba, por su parte, reconoció la derrota: «Los ciudadanos decidieron que lideremos la oposición y así lo vamos a hacer». «Vamos a trabajar para recuperar la economía y luchar contra el desempleo». El Psoe no ganó en ninguna de las comunidades autonómicas. Casi todas las ganó el PP.

La derrota se atribuye a la factura de cobro que les pasaron los españoles, a que más de un millón de socialistas se quedó en sus casas y no votó, y que el voto de izquierda se deslizó a otras expresiones como Convergencia y Unión, Izquierda Unida y el naciente Amauir y UPyD.

Se estima que, en general, el Psoe perdió unos cuatro millones de votos en comparación a la elección del 2008.

España iniciará después del 20 de diciembre un nuevo período con Rajoy. La mayoría espera que sea tan próspero como los ocho años en los que Aznar definió el rumbo de este país. El nuevo presidente lo sabe y por eso anoche advirtió: «Sé muy bien lo que nos toca: la más delicada coyuntura. Todos tendremos que aportar lo mejor de nosotros mismos».

Así es el nuevo jefe del gobierno español

Madrid (Efe). Mariano Rajoy, el nuevo jefe del gobierno español, es un político con fama de tranquilo y resistente. Tras dos derrotas electorales consecutivas y casi ocho años en la oposición, Rajoy se convertirá en el sexto presidente del Gobierno de la democracia española.

Natural de Galicia, en cuya capital, Santiago de Compostela, nació hace 56 años, Rajoy estudió Derecho y comenzó su carrera política como concejal y diputado autonómico gallego. Llegó a la política nacional de la mano de José María Aznar, después de que el PP, fundado por Manuel Fraga, ganara las elecciones de 1996. Fue ministro de Administraciones Públicas, Educación, de la Presidencia, del Interior y portavoz del Ejecutivo, lo que le convierte en uno de los políticos españoles con mayor experiencia de gobierno.

Lector de novelas históricas y amante de los habanos, también es muy aficionado al deporte, en especial al ciclismo y al fútbol -es seguidor del Real Madrid-.

Está casado con Elvira Fernández, gallega, y es padre de dos niños. Le gusta definirse como un hombre de gustos sencillos, orgulloso de ser español y gallego, y promete que devolverá «la confianza» en España.

Otros datos clave de las elecciones

El Partido Popular de Rajoy gobierna en 11 de las 17 autonomías y es clave en otras dos. Además, controla casi todas las capitales de provincia.

Los socialistas perdieron 4,4 millones de votos, y el Partido Popular subió solo 550.000.

Izquierda Unida fue uno de los partidos ganadores. De dos diputados pasó a tener 11. Sin duda cosechó votos del PSOE.

El Partido Nacionalista Vasco y los nacionalistas catalanes de CiU fueron las fuerzas más votadas en sus regiones, Rajoy tendrá que lidiar con un nacionalismo reforzado.

Cascada de felicitaciones por victoria
Charla con Santos

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, felicitó a Rajoy. «Hablé con el presidente electo de España y lo felicité en nombre del pueblo colombiano», dijo.

Francia reacciona
Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que Mariano Rajoy cuenta con su apoyo para impulsar las «excepcionales» relaciones entre los dos países y buscar la estabilidad de la zona euro.

Llamada de Cameron

El primer ministro británico, David Cameron, felicitó por teléfono a Rajoy. Le manifestó que se trata de «una victoria crucial en un momento vital para España y Europa».

Chávez felicita 
En un escueto comunicado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó ayer que buscará mantener una relación «constructiva» con el gobierno de Rajoy. Tambien felicitó a los españoles por la jornada electoral.

Tomado de

Portafolio.