Si bien cuesta bastante tomar la decisión de comprar una acción, el momento de venderla pude resultar más complicado aún. A continuación, cinco clave esenciales para dar el salto de la toma de ganancias, o aceptar la pérdida.
1) Fijar un rango de precio objetivo
Al momento de comprar una acción, los inversionistas astutos suelen establecer un precio objetivo, al menos un rango, en el que se consideraría bueno vender las acciones. Es importante hacerlo con la mente fría, seguir el plan al pie de la letra y no dejarse llevar por el impulso emocional del momento. La tarea de llegar a un precio único no es nada sencilla, incluso para el inversor más experimentado. Por eso, una buena idea sería establecer un intervalo; es decir, definir un rango, generalmente un porcentaje de suba o baja respecto del precio de compra, para vender sus acciones.
2) No quitarle la mirada a los fundamentales de las empresas
Es fundamental monitorear el desempeño del negocio subyacente. Hay señales que dan motivos para tomar la decisión de vender una acción. Un motivo clave para hacerlo es si los fundamentales de la empresa pierden forma. En un mundo ideal, un inversor se daría cuenta de un deterioro en las ventas, márgenes de ganancias, flujo de efectivo u otros operativos esenciales, antes de que el precio de la acción comience a bajar. Pero en el mundo de las finanzas, esta tarea no es nada fácil. Por eso, es importante estar siempre informado y saber en dónde invertimos el dinero y qué están haciendo esas empresas con nuestro capital.
3) La mejor oportunidad está por venir
El costo de oportunidad es un beneficio que -tal vez- se habría obtenido por invertir en otra alternativa. Por eso, antes de quedarse con una acción, siempre hay que comparar las ganancias potenciales que podría haber obtenido si se compraba otra acción. Si esa alternativa es mejor, entonces tiene sentido vender el activo actual y comprar el otro. La identificación precisa de costo de oportunidad es muy difícil, pero comparar los ratios de las empresas, como el price to earnings, podría ser de gran utilidad.
4) Qué ocurre después de una fusión
Si un inversionista tiene la suerte de poseer una acción de una empresa que acaba de ser adquirida por una buena suma de dinero, entonces podría ser el mejor momento para vender. También es cierto que puede ser conveniente continuar siendo dueños de las acciones después de una fusión, siempre y cuando la nueva compañía muestre fortaleza. Sin embargo, las fusiones siempre esconden trucos y sorpresas. Desde una perspectiva de costo de oportunidad, puede tener sentido buscar otra oportunidad de inversión con el mejor potencial de crecimiento.
5) Después de la quiebra
Si bien esto puede resultar una obviedad, es importante indicar que una empresa en quiebra no tiene ningún valor para los accionistas. Entonces, si una empresa en quiebra o está por hacerlo, no lo dude ¡venda!
Fuente: Cinco Claves para vender acciones
http://www.saladeinversion.com/formacion/cinco-claves-esenciales-para-saber-cuando-vender-acciones/