Ante la noticia de un embarazo a muchas familias estadounidenses no les queda más remedio que ponerse a hacer números, ya que EEUU es uno de los países más caros del mundo para dar a luz, según estadísticas y expertos.
Si se tiene seguro médico tocará pagar unos 2.400 dólares y el monto restante, unos 19.000 dólares, correrá a cargo de la compañía aseguradora, de acuerdo con un estudio realizado por las organizaciones Conexión Parto y el Centro para la Calidad Sanitaria y la Reforma del Pago.
Cuando no se tiene seguro el costo promedio suele ascender hasta los 38.000 dólares.
Las aseguradoras «negocian grandes descuentos» con los hospitales que no están al alcance de las personas que carecen de seguro, explicó a Efe Harold Miller, presidente y consejero delegado del Centro para la Calidad Sanitaria y la Reforma del Pago.
«En general, los servicios de salud son más caros en Estados Unidos que en España y otros países desarrollados porque los médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios están mejor pagados», precisó Miller.
En la factura final se refleja cada detalle, desde el servicio prestado por el anestesista hasta el uso de la sala de parto y de una habitación en el hospital.
Gerard Anderson, economista de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, declaró a Efe que los costes han ido aumentando en los últimos años fundamentalmente porque «no hay restricciones de mercado o reglamentarias en los precios».
Además, la mayoría de los bebés nacen en hospitales, no en casas o centros con matronas, y muchos llegan al mundo por cesárea en lugar de parto natural.
«Esos dos factores hacen que el parto sea mucho más caro de lo necesario», argumentó Miller.
En otros casos «hay mujeres que optan por partos prematuros a pesar de que sus bebés no están completamente desarrollados» y la estancia de un recién nacido en una unidad neonatal también es cara, apuntó Miller.
Ante unos costes crecientes, hay quienes están empezando a ofrecer «paquetes de embarazo» con todo incluido, como es el caso del Centro Médico Maricopa, un hospital público de Phoenix (Arizona).
Ese centro cobra 3.850 dólares por un parto natural, cifra que sube a los 5.600 cuando es una cesárea planificada, de acuerdo con The New York Times.
Datos de la Federación Internacional de Planes de Salud muestran que en Estados Unidos el coste promedio en 2012 de un parto natural fue de casi 10.000 dólares y de unos 15.000 en el caso de una cesárea.
Esas cifras caen a entre 3.000 y 3.400 en el caso de Chile, o a entre 2.600 y 4.400 si se trata del Reino Unido.
Otra de las particularidades de los partos en EEUU, como recuerda Anderson, es que las mujeres suelen permanecer mucho menos tiempo en el hospital tras dar a luz que en otros países, salvo complicaciones, precisamente por el elevado coste de la hospitalización.
Estados Unidos tiene una de las tasas de mortalidad materna e infantil más altas entre los países industrializados y a ello contribuyen, sin duda, las dificultades para pagar el cuidado prenatal de las mujeres pobres y de aquellas cuyo seguro no lo cubre.
A partir del próximo año, gracias a la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama en 2010, todos los seguros estarán obligados a incluir la cobertura por maternidad, aunque la ley no es explícita sobre qué servicios deben garantizarse.
Las madres estadounidenses también están cubiertas con la ley federal de Licencia Familiar y Médica, que permite a las trabajadoras con hijos recién nacidos tomarse hasta 12 semanas de baja.
Sin embargo, esa baja no suele ser remunerada y solo pueden acogerse a ella quienes trabajen en empresas con al menos 50 empleados.
Además, esas 12 semanas no cumplen con el mínimo de 14 semanas establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Fuente:
La odisea financiera de dar a luz en Estados Unidos