El VIX: el índice que mide el temor de los mercados

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Hay algo seguro en los mercados: lo único permanente es el cambio. Cuando se invierte, se lo hace siempre en un contexto, país o región determinada, por lo que todo se vuelve más relativo y difícil al mismo tiempo, por lo que los operadores requieren de algunas señales que los alerten sobre posibles oportunidades o riesgos.

Los indicadores económicos son importantes a la hora de tomar una determinada decisión de inversión, pero también pueden complementarse con algunas herramientas como los Credit Default Swaps (CDS), el riesgo país o el índice VIX, que muestran el nivel de riesgo sistémico o de un activo en particular.

El VIX es cada vez más utilizado por los seguidores individuales y profesionales de los mercados de corto y mediano plazo ya que puede monitorearse en tiempo real y en forma intradiaria, como si se lo hiciera con la acción de una empresa.

Este oscilador financiero mide el riesgo de mercado la volatilidad sobre una serie de opciones de compra (calls) y de venta (puts) del ETF del S&P 500 (SPY) out-of-the-money, es decir bases (strikes) un poco más alejadas del precio actual (e improbables de ejecutarse si concluyeran hoy), tomando siempre dos vencimientos: el más próximo y el siguiente (regular).

En el momento en que hay alta volatilidad o riesgo, el VIX se acerca a una cifra elevada y se correlacionan con caídas del S&P 500, mostrando que hay miedo y pesimismo. Por eso, suele coincidir con mínimos en el índice de referencia, que es cuando se producen fuertes movimientos en las Bolsas, mientras que cuando está en mínimos, hay alegría y confianza.

Este indicador, que fue desarrollado en 1993 por el mercado de opciones de Chicago (Chicago Board Options Exchange), alcanzó su nivel más alto el 20 de octubre de 2008 en plena crisis financiera, con un nivel de 89,53.

Aunque existen otros índices similares como el VXN para el Nasdaq 100, el VXD para el Dow Jones Industrial Average y otro para el petróleo, éste es el más famoso y utilizado. En realidad, puede construirse uno en cualquier activo de renta variable en el que exista volatilidad.

La teoría de este indicador es que si el mercado es bajista, los inversores creen que va a caer y cubrirán sus carteras comprando más puts. Por el contrario, si es alcista, no los adquirirán ya que no verán la necesidad de protegerse.

En definitiva, el VIX descuenta expectativas en un futuro cercano y, en general, funciona en sentido inverso al índice que está siguiendo. Así, si se ubica por debajo del 14/15% sería un ejemplo del posible techo alcanzado por la Bolsa.

Este indicador muestra la volatilidad implícita de las opciones para un período de treinta días, y se calcula tomando el promedio ponderado de la volatilidad implícita de ocho opciones call y put OEX (del S&P 500).

Más allá de esto, para la mayoría de los inversores, tanto profesionales como individuales, lo más relevante es entender su dinámica y su uso en posiciones compradas o vendidas ya que eso les servirá como una referencia del pulso de los mercados.