El gremio dice que esto se evidencia en las inversiones forzosas, el control a las tasas de interés y el 4 por 1.000, entre otros. Denuncia políticas populistas.
La banca colombiana expresó su inquietud por las críticas de que es objeto sobre diferentes temas –como los márgenes de intermediación financiera– y por las decisiones que se han tomado históricamente sobre su funcionamiento –como las inversiones forzosas y el 4 por 1.000–, señalando que todas estas estrategias están atentando contra el buen funcionamiento de su negocio.
Es más, según la Asociación Bancaria, todas esas críticas y medidas configuran lo que llama una verdadera “represión financiera”, la cual genera un alto costo para ese sector de la economía.
En su más reciente informe de “Semana Económica”, la Asobancaria dice que el sistema financiero es objeto de constantes críticas por su desempeño, y hasta se ha vuelto costumbre lanzar campañas populistas que lo único que logran es frenar el acceso de más colombianos a los servicios del sistema.
“Por sus efectos adversos sobre el desarrollo económico, el bienestar y la equidad, es pertinente preguntarse, por tanto, si no habrá llegado el momento de disminuir la represión financiera en nuestra economía, en lugar de pretender aumentarla mediante iniciativas populistas que no favorecen la inclusión y la profundización financiera, sino que, por el contrario, conducen al desabastecimiento”, señala el informe del gremio de los bancos.
Sostiene que una de las críticas recurrentes contra el sector tiene que ver con la magnitud de los márgenes de los intermediación, señalando -los críticos- que ese fenómeno obedece a la ineficiencia del sector y a la existencia de un mercado con poca competencia.
A este respecto, la Asobancaria asegura que, “en realidad, el margen de intermediación de nuestra banca es inferior al promedio regional y al de una gran cantidad de los países latinoamericanos, con excepción de los que tienen vínculos financieros más estrechos con las economías de ingreso alto, como Panamá, Chile y México”.
Agrega el gremio que la banca colombiana tiene una baja concentración y su rentabilidad está en el promedio de América Latina, con tendencia a converger a la que se registra en los países de ingreso medio y alto. “Por otra parte, la competencia que tiene lugar en nuestra bancaria es intensa, comparada con la que impera en el resto del mundo”, dice la Asociación Bancaria.
Asegura que a la hora de criticar al sector por sus márgenes de intermediación o su nivel de eficiencia, no se tienen en cuenta los efectos de lo que el gremio denomina “exceso de intervención del Estado en los mercados financieros”.
Específicamente, la Asobancaria hace referencia a las medidas adoptadas por el Gobierno para encausar ahorro hacia algunos sectores de la producción o estratos sociales particulares. En ese grupo de medidas caben los controles a las tasas de interés, las inversiones forzosas, el 4 por 1.000, los encajes, las provisiones y los mayores requerimientos de capital.
“A través de la represión financiera introducen distorsiones en los mercados que limitan la competencia, alteran la formación de los precios, generan asignaciones ineficientes, ocasionan sobrecostos, encarecen la intermediación financiera y derivan en un desabastecimiento –o en un exceso de demanda– de productos financieros”, señala el informe semanal.
Asegura la Asobancaria que los sobrecostos frenan la inclusión financiera e impiden a la economía aumentar su capacidad de crecimiento potencial, además de que a la población se le impide mejorar su bienestar.