Estar todos los meses preocupado porque los gastos superan los ingresos, no tener dinero para comprar un regalo, no tener el efectivo suficiente para disfrutar de unas vacaciones, estar sobre-endeudado y manejar de forma inadecuada los productos financieros; son algunos síntomas que reflejan un comportamiento negativo de las finanzas personales y afirman la falta de educación financiera.
Por las razones anteriores, es importante la educación financiera. Esta nace como un proceso mediante el cual los consumidores financieros puedan entender los productos, conceptos y riesgos que existen en el sistema financiero. Esto se logra gracias a la información y a las asesorías que brindan las entidades financieras a sus clientes.
El fin de la educación financiera es ayudar a mejorar el bienestar económico de todas las personas en las diferentes etapas de la vida. Cuando se es niño la educación financiera permite comprender el valor que realmente tiene el dinero y la importancia del ahorro y la inversión. Cuando se es joven, ayuda a tener responsabilidad frente a las decisiones que se tomen para no afectar un futuro cercano. Finalmente, cuando se es adulto ayuda a planificar de una mejor manera las decisiones que implican dinero.
En este sentido, la educación financiera debe ser un proceso que acompañe a las personas durante toda la vida, ya que mediante esta es posible desarrollar habilidades que ayudan a manejar apropiadamente el dinero, a invertir adecuadamente, diversificar, planificar los ahorros y los gastos. De esta manera, las finanzas personales no se verán afectada en gran medida.
Educarse en términos financieros es una obligación que todas las personas tienen. Esto no tiene público objetivo, el objetivo es ayudar a todos en general a organizar y gestionar sabiamente los recursos y por esto, no excluye a nadie. Educarse en esta área permite tomar decisiones acertadas cuando de dinero se trata, ayuda a prevenir pérdidas o daños financieros. Ahora, esto no quiere decir que durante la vida no se tendrán problemas de dinero. Pero sí, se podrá hacer mejor uso del efectivo.
En conclusión, nunca es demasiado temprano o tarde para aprender el valor real del dinero, a gestionarlo y a tomar mejores decisiones. Cualquier momento es clave para educarse financieramente. Y, sino a empezado aún, es el momento para hacerlo. Así, podrá evitar cometer errores del pasado y controlar el futuro financiero con tranquilidad.
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