“Una planificación meticulosa, permitirá que todo lo que un hombre haga, aparezca como espontáneo”. Mark Caine.
Un método eficaz en el logro de objetivos y metas es la Planeacióncuando se lleva a cabo en forma cuidadosa. Trátese de una nación, corporación, familia o persona, es imperativo tener una hoja de ruta o mapa. Saber con claridad donde estamos y hacia donde nos dirigimos. En el caso personal, hablamos de “Proyecto de Vida”. Comprende la descripción de sueños, metas personales y, principalmente, lo que queremos llegar a “ser”. Para ser efectivo el proceso y su materialización, este debe escribirse y estar revisándose periódicamente para una mayor interiorización. Si no se plasma, es un archivo mental, como muchos, y el cerebro tiende a no prestar la atención necesaria.
El procedimiento de construcción del proyecto de vida es sencillo. Se puede desarrollar en una hoja de cálculo, de texto o en papel. Consta de seis columnas: edad, año, áreas (4) personal, familiar, social, y humanística-trascendental. En las filas se escribirán las metas que se piensan alcanzar en cada área, a qué edad y en qué año.
Veamos cada una de las áreas:
- Personal: comprende la satisfacción de las necesidades básicas del individuo como: alimentación, recreación, deporte, descanso. En conjunto, el cuidado del cuerpo y la mente.
- Familiar y Hogar: se refiere al lugar donde habitamos y con quienes. Nuestra pareja, hijos, padres, hermanos, abuelos, etc.
- Social: hace referencia a las relaciones con amigos, tipo de trabajo, el dinero, las finanzas, formación académica, el barrio donde vivimos, vecinos, asociaciones, clubes etc.
- Humanístico – Trascendental: comprende las dimensiones superiores focalizadas en el ser como: la religiosa, la política, el servicio a los demás, la filantropía, las artes y otras.
Escritas las metas, se les dará la temporalidad en el respectivo año o intervalo. Se sugiere hacerlo para periodos de 5 o 10 años, hasta los años que se espera vivir. Si tenemos 30 años y esperamos vivir 80 años, serian 50 años, en periodos de 5 años, 10 filas con sus respectivas metas en cada área. Una de las metas más difíciles de establecer en el plano personal es “vernos” como termina nuestra vida. La forma “cómo nos gustaría morir”. Hay que escribirlo con absoluta claridad. Sin miedo, sin sentimiento, de forma objetiva. Esto nos ayudará a desprendernos de muchos mitos y falsos paradigmas que rondan nuestra vida.
Como todo plan o proyecto, nada está garantizado que se den las cosas al pie de la letra. Se dice que la gran mayoría de las personas no tienen proyecto de vida. Quizá por desconocimiento o por temor a enfrentarse a sí mismos, al pasado o al futuro. Debemos partir de la realidad (hoy), nuestra situación personal, sin engañarnos, aceptarnos, con nuestras fortalezas y debilidades. Este ejercicio se convierte en un cambio fundamental de forma de pensar, de madurez mental, emocional y espiritual.
Te has preguntado alguna vez: ¿Cuántos años viviré? Si no tienes aún respuesta, es una buena opción para iniciar tu proyecto de vida.