6 tips para franquiciatarios novatos

Elegir la franquicia ideal no es sólo cuestión de rentabilidad, también implica alcanzar tus metas personales.

El primer paso para encontrar el sistema de franquicia correcto es hacer un autoanálisis para determinar lo que realmente quieres obtener de esta inversión y las cualidades que buscas en un franquiciante, lo que al final te ayudará a obtener el estilo de vida que deseas. Esto incluye hacer una lista de tus metas y clasificarlas en dos apartados: “me gustaría tener” y “necesito tener”.

Antes de tomar una decisión, piensa en lo siguiente: el negocio podrá parecer sexy, los productos o servicios padres, los clientes agradables, y tú encajas perfectamente. Pero si la franquicia que planeas adquirir no tiene un alto grado de probabilidades de alcanzar los resultados que quieres, no es la adecuada para ti.

Por eso, aquí hay seis pasos para investigar y comparar diferentes marcas en relación con sus posibilidades de ayudarte a conseguir tus objetivos del tipo “necesito tener” y “me gustaría tener”. No olvides que el criterio a usar para comparar y contrastar los negocios, independientemente de si se encuentran en la misma industria, es su habilidad de proporcionarte el estilo de vida que anhelas.

1. La entrevista inicial. Por lo general, el primer contacto y presentación del concepto de la franquicia se realiza por teléfono –y algunas veces en persona– con el ejecutivo de ventas de la marca. Esta es una fase “para conocerse mutuamente”, en la cual ayudas al directivo a entender quién eres, qué te hace exitoso y qué buscas lograr.

Por su parte, él te ayudará a comprender quién es el franquiciante, qué es lo que hace que la marca sea una oportunidad única y quiénes tienen la capacidad de ser franquiciatarios exitosos. De esta manera, juntos comienzan el proceso para determinar si tus habilidades y aptitudescorresponden a las habilidades y aptitudes que se requieren para tener éxito con la franquicia.

2. Calificación. Durante esta etapa, el franquiciante buscará reunir y ofrecer detalles más específicos, incluyendo si tienes el capital suficiente para emprender bajo su modelo de negocios. El propósito es determinar si hay coincidencia desde la perspectiva del dueño de la marca. Esto puede hacerse por teléfono o en persona (si la franquicia tiene un representante de ventas en tu localidad). Si estableces un diálogo abierto y honesto con el representante de la franquicia, éste probablemente descubrirá si hay potencial antes que tú.

3. Revisión de la COF y los contratos de la franquicia. En esta fase la mayoría de los inversionistas llevan a cabo una revisión de los términos y condiciones de la COF (Circular de Oferta de Franquicia), que contiene la información que el franquiciante debe entregar a sus potenciales franquiciatarios con por lo menos 30 días hábiles de anticipación a la firma del contrato.

En términos generales debe contener información técnica, económica y financiera de la franquicia, por lo que debes asegurarte de estar de acuerdo con el franquiciante en todos los puntos relevantes. Su fundamento se encuentra en el artículo 142 de la Ley de la Propiedad Industrial. De una manera sencilla, es un documento que representa una radiografía del estado actual que guarda la empresa.

Hay dos maneras de abordar la COF. La primera es desde la perspectiva del negocio: ¿tiene sentido?, ¿puedes vivir con los términos y obligaciones del acuerdo? La segunda es legal, para lo cual puedes llevarle la COF a un abogado que te ayude a analizar la información.

Este es el momento de darse cuenta de qué tipo de compromisos comerciales se trata y de si estás dispuesto a cumplirlos. Si por cualquier razón en el contrato de la franquicia hay obligaciones o acuerdos que no puedes aceptar, da por concluido el proceso en este punto. Si puedes cumplir los compromisos con integridad, avanza a la siguiente fase.

4. Investigación de la franquicia. Una vez que has llegado hasta aquí, es momento de entrevistarte con otros franquiciatarios, reunir información, comparar los datos que recibas de los demás miembros de la red con aquellos que te proporcionó el franquiciante, y determinar si existe un alto grado de probabilidad de que puedas alcanzar los resultados que deseas.

Idealmente, este es un periodo en el que hay que adquirir información de manera intensiva y analizarla a profundidad. Aquí es cuando pones a prueba la veracidad de los sistemas del franquiciante y evalúas si éste es hábil y posee un modelo de negocios rentable en el largo plazo. Si te parece que hay un alto grado de probabilidad de que la franquicia produzca el estilo de vida que quieres, es hora de invertir en asesoría profesional –como un consultor especialista en franquicias–.

5. Visitar la oficina matriz del franquiciante. Nunca hagas negocios con gente que no conozcas en persona. Adquirir una franquicia implica establecer una relación altamente personal; estás confiando tus sueños y tu capital en el liderazgo del franquiciante. Recuerda que las decisiones que se toman en el nivel ejecutivo tienen un impacto en si serás capaz de conseguir tus objetivos personales.

De ahí la importancia de visitar las oficinas corporativas de la franquicia, conocer a la gente que toma las decisiones, estrechar su mano, mirarla a los ojos y plantearle preguntas difíciles. En esta fase evalúa tu nivel de confianza en el liderazgo del franquiciante y la esencia de su administración.

6. La decisión: sí o no. Es hora de que determines si mediante tu elección vas a construir una nueva vida y carrera profesional, o todo seguirá como hasta ahora.

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