Su perfil de inversión lo ayudará a saber cuál tipo de inversiones es el mejor para usted.
Así como no toda la ropa o no todos los zapatos se acomodan a su estilo, tampoco todos los portafolios de inversión se adecuan con su necesidades y con su perfil. Por eso, antes de lanzarse al agua, es aconsejable detenerse a pensar qué es lo que está buscando con su inversión.
No es lo mismo invertir sus ahorros para la educación de sus hijos en un par de años a invertir un dinero que tiene destinado para cambiar de carro o salir de vacaciones. Los objetivos de ambas inversiones son diferentes, por lo que en cada caso se debe armar un portafolio distinto. Para saber qué tipo de inversión realizar, debe sentarse a estudiar con detenimiento cuatro factores clave: la duración de la inversión, los retornos esperados, la liquidez de sus recursos y el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir.
Horizonte de inversión
Lo primero que hay que contemplar es la duración de su inversión, es decir, cuánto tiempo va a invertir sus recursos. Puede estar pensando en una inversión de corto plazo (0 y 3 años), de mediano plazo (3 y 10 años) o de largo plazo (más de 10 años).
El dinero que va a invertir para sus vacaciones en seis meses es una inversión de corto plazo, mientras que los recursos que está aportando para su pensión, son una inversión de largo plazo.
No todas las inversiones funcionan igual. La regla general es que las acciones de empresas con sólidos fundamentales generan valores positivos para los inversionistas en el largo plazo. Sin embargo, en una coyuntura particular, la volatilidad de las acciones, puede hacer que el resultado de la inversión sea negativo, por lo que un inversionista con un horizonte de corto plazo podría verse obligado a salir a liquidar sus acciones a pérdida.
Es por eso que la prioridad para los de corto, es estar seguros de que su dinero estará disponible para cuando lo necesiten, en un vehículo que les mantenga el valor de sus recursos, mientras que los inversionistas de largo plazo tendrán como su interés principal obtener un crecimiento de su capital.
Retornos
Para saber cuál es la inversión que más le conviene, pregúntese si desea recibir una renta habitual durante el período que dura la inversión o quiere reinvertir las utilidades de su inversión para aumentar la cantidad de dinero invertida.
Si necesita recibir unos retornos periódicos durante el tiempo que dura la inversión, la mejor opción es meter su dinero en un vehículo de inversión en el que le puedan garantizar cuánto dinero va a ganar (es decir, que le de una cantidad fija de intereses en un período determinado). Por el contrario, si no necesita los recursos en el corto plazo, podrá escoger algún tipo de inversión que no le garantice un rendimiento periódico, como son las acciones.
Liquidez
Las necesidades de liquidez se refieren a la rapidez con la que requiere que su inversión se convierta en efectivo.
Una inversión muy líquida es aquella en la que sus recursos están disponibles de manera inmediata, es decir, en la que usted puede sacar su dinero sin tener que pagar ningún tipo de sanción. Una cartera colectiva abierta, es un ejemplo.
Por el contrario, una inversión con poca liquidez es aquella en la que puede haber dificultad para liquidarla, es decir, convertir la inversión en efectivo. La finca raíz, es un ejemplo de un activo con baja liquidez. Cuando se quiera vender el bien, es posible que no haya compradores disponibles, por lo cual habrá que mantener la inversión por un plazo mayor al previsto. Si bien es posible conseguir un comprador, éste podría ofrecer un precio inferior al que se adquirió el bien.
Perfil de riesgo
Al momento de invertir, es clave identificar cuál es su perfil de riesgo, es decir, la capacidad que tiene para soportar pérdidas en un momento determinado. La pregunta básica que debemos hacernos es cuál es mi nivel de tolerancia frente al riesgo. ¿Alto, bajo o moderado?
Antes de definir cuál es su perfil, vale la pena recordar la premisa básica que ‘a mayor riesgo, mayor rentabilidad y a menor riesgo, menor rentabilidad’. Los activos financieros más volátiles (que pueden estar subiendo y bajando su precio con frecuencia) son los más riesgosos, pues pueden otorgar grandes ganancias, así como pérdidas de la misma magnitud e incluso mayores.
Nuestro perfil de riesgo va cambiando a lo largo de nuestras vidas, dependiendo de distintas variables. Conocer cuáles son sus necesidades y su horizonte de inversión, puede ayudar a definir cuál es su nivel de tolerancia frente al riesgo.
El Autorregulador del Mercado de Valores, en su cartilla ‘ABC del inversionista’, recomienda formularse, entre otras, las siguientes preguntas:
¿Cuál es el grupo de edad al que pertenece?¿Cuál es el objetivo de su inversión? ¿Cuánto tiempo piensa invertir? ¿Ha invertido antes? ¿Cuáles son sus ingresos y gastos? ¿Qué obligaciones tiene a corto y largo plazo? ¿Tiene expectativas de cambio en sus ingresos? ¿Qué conocimientos tiene de las inversiones que va a realizar?¿Cómo reaccionaría si por variaciones del mercado su inversión se desvalorizara, por ejemplo en más del 35%? ¿Tiene una filosofía de inversión?
En caso afirmativo ¿cuál es su filosofía? A partir de estas reflexiones, se pueden inferir cuáles son sus características como inversionistas y cuál es su perfil de riesgo.
Qué perfiles de riesgo existen
Perfil conservador:
Las personas de este perfil buscan con su inversión, obtener unas ganancias estables. Es por esto, que prefieren una menor rentabilidad a cambio de minimizar los riesgos que están tomando en su inversión. Una inversión para una persona conservadora puede ser una cuenta de ahorros o un CDT. El problema principal de estas inversiones, es que en el largo plazo, sus recursos pueden estar perdiendo valor, ya que rentan por debajo de la inflación (nivel de precios de la economía).
Perfil moderado:
El inversionista moderado busca una relación de igualdad entre riesgo y rentabilidad. Como su nombre lo indica, son personas que tienden a ser más cautelosos, pero que están dispuestos a incurrir en una opción de riesgo un poco mayor para obtener mejores utilidades. Este tipo de personas NO le tienen miedo a perder en determinados casos un poco de su dinero. Una inversión para ellos es un portafolio diversificado, en el que haya renta fija y renta variable. El porcentaje de renta variable será menor al que escogería un inversionista arriesgado.
Perfil arriesgado:
En este grupo se encuentran aquellos inversionistas que están dispuestos a tomar excesivos riegos para quedarse con grandes ganancias. Son personas que entienden que así como pueden ganar, tienen una gran posibilidad de incurrir en grandes pérdidas. Los inversionistas arriesgados pueden quedarse con unas ganancias muy grandes, sin embargo, viven en una constante inestabilidad financiera. En síntesis, se están arriesgando a perder una parte considerable de su inversión. Se trata, por lo general, de personas jóvenes, solteras y aún sin hijos, con muy pocas obligaciones, que prefieren portafolios que combinan renta variable y deuda a corto plazo.
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