Empresas de diferentes sectores ofrecen alternativas para que las personas puedan reducir su huella de carbono. Conozca cómo se está moviendo este negocio en Colombia.
Las opciones van desde bonos para regalar árboles, puntos que se canjean en los supermercados, hasta la tecnología que hace parte de esta ola con los “tweets” ecológicos.
Desde 2005 se creó en Colombia la empresa Contreebute, como una iniciativa de un grupo de jóvenes que cansados de escuchar que el debate del medio ambiente se concentraba en el problema y no en la solución, decidió diseñar un modelo de negocio en donde primara la educación ambiental y la toma de conciencia por parte de las empresas y personas de tomar acción y hacer algo por el planeta. “Este es un modelo de negocio muy simple pero coherente que consta de cuatro pasos y parte de la siguiente premisa «Si quieres hacer parte de la solución primero tienes que comprender cual es tu problema», comentó a Dinero.com, su gerente, Esteban Betancur Sierra.
Según los empresarios, lo más importante para que las personas puedan empezar a hacer algo es conocer a ciencia cierta qué tanto está contaminando. En varios sitios de Internet se puede encontrar las llamadas calculadoras de CO2 o huella de carbono. Para saberlo, se debe ingresar datos sencillos como el número de personas que habitan una vivienda, el tipo de transporte en que se moviliza a diario y hasta los viajes que realiza en avión, para obtener el impacto de esas labores cotidianas en número de toneladas de CO2.
La calculadora permite saber el equivalente en siembra de arbolés para compensar dichas emisiones de dióxido de carbono, debido a que cada acción, hasta las más cotidianas como encender la luz o cocinar, contaminan el medio ambiente. Actualmente hay diversas formas para reducir esa contaminación. Una de ellas es acudir a la compra de un bono ante empresas certificadas, quienes se encargarán de ejecutar la siembra. Incluso hay alternativas para comprar tarjetas de regalos.“La hacemos con el acompañamiento de la autoridad ambiental competente, hemos firmado un convenio con Cornare para la siembra de 400.000 árboles en Antioquia. De esta forma hemos vinculando a las comunidades para sensibilizarlas y generar empleo rural. Este paso es clave para que estas acciones de las empresas y personas se conviertan en una inversión y no en un gasto”, precisó Betancur Sierra. En algunos supermercados se pueden redimir los puntos y hacerle seguimiento vía Internet. Hasta la fecha iniciativas como estas han permitido la siembra de más de 110.000 arbolés. Cada árbol absorbe en promedio una tonelada de CO2.
Otro de los ejemplos éxitosos que están en marcha es el programa “Planta tu Huella”, que busca que los ciudadanos se comprometan con la recuperación forestal de Bogotá con la siembra de un millón de árboles nativos. Este programa es liderado por la Cámara de Comercio de Bogotá, la Corporación Ambiental Empresarial (Caem), la Secretaria Distrital de Ambiente, el Jardín Botánico de Bogotá y la Secretaría de Educación, con el apoyo de las empresas privadas y públicas. También se vincularon 192.000 estudiantes de 240 instituciones educativas.
Esta ola verde, 100% ecológica, también participan empresarios y alpinistas que hicieron parte de la Expedición Everest sin Límites 2010, quienes sembraron 1.000 árboles nativos en el ecosistema en la región del Encenillo, en Suesca, Cundinamarca. Esta expedición se convirtió en la primera en el mundo en ser “Carbono Neutro”.
De acuerdo con la medición hecha por el departamento de cambio climático de PricewaterhouseCoopers, se registraron 143 toneladas de dióxido de carbono producto de la travesía. Este cálculo es producto de la medición de gases efecto invernadero antes, durante y después de la conquista del monte Everest y El Lobuche; equivalentes a tres viajes ida y vuelta a Santa Marta en un vehículo a gasolina. El objetivo de las empresas con inactivas como estas es claro: sensibilizar y hacer tomar conciencia a las personas y empresas sobre la necesidades de cuidar y respetar el medio ambiente.
Pero hay más alternativas de ayudar a reducir el efecto invernadero con los mensajes enviados por la red social Twitter. Mediante la aplicación EcoTweet se puede apoyar directamente a bosques y proyectos verdes que combaten el calentamiento global y descontaminan la atmósfera. Cada mensaje enviado equivale a un centavo de dólar y a un microbono de 310 gramos de CO2, lo que significa neutralizar siete focos o bombillos de 100 vatios prendidos durante una hora. Sólo en América Latina hay 15 millones de usuarios de esta red. Para el caso de las empresas que se encargan de ofrecer bonos de regalos son auditadas por firmas de consultoría internacional como Deloitte, que se encarga de verificar mediante procesos rigurosos y autónomos, que los árboles sean nuevos y no hayan sido sembrados en años anteriores, que permanezcan por un periodo de tiempo que garantice la captura y que certifiquen que un árbol no lo vendan dos veces.
“Nosotros enviamos a los clientes un informe de siembra de los árboles. Así como un certificado físico a las empresas de los árboles promovidos que incluye la verificación de Deloitte. Todos pueden hacerle seguimiento al proyecto donde se sembró el árbol, con coordenadas, fotos e información social y ambiental relevante”, agregó Esteban Betancur Sierra, gerente de Contreebute.
Para atacar la contaminación de monóxido de carbono, producida por los vehículos esta empresa de Medellín trabaja en otro proyecto denominado, Ecomedia que tendrá como fin atacar el problema del aire en las ciudades causado por los contaminantes locales. En Europa y Estados Unidos los mercados de compensación voluntaria de la huella de carbono son muy superiores a los de América Latina, debido a que no solo tienen proyectos forestales, sino además de energías renovables y reducción de contaminación por procesos industriales, entre otros. En estas regiones tanto los consumidores, como las empresas están más educados y sensibilizados respecto al cambio climático.
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