“Trabajando fielmente ocho horas al día, con el tiempo llegarás a ser jefe y a trabajar doce horas al día”. Robert Frost
Continuamente nos preguntamos acerca de si el tiempo se puede ahorrar. Como es algo intangible, no se puede ver o tocar, muchos estarán de acuerdo que no. No se puede almacenar como el dinero, los alimentos, el agua, la energía, etc. Sí podemos “administrarlo”, en forma tangencial. Pero, más que administrarlo es “administrarnos” a nosotros mismos. Para ello, debemos conocer en que distribuimos nuestra jornada diaria. Hacer el ejercicio. Ver en detalle que actividades desarrollamos.
El día posee 24 horas para todos. Lo importante es concientizarnos como usamos el tiempo eficientemente. Utilizamos 8 horas para dormir, 8 horas para trabajar y 8 horas para el resto. Las dos primeras son difíciles de modificar. Si se disminuye el tiempo de dormir, vienen consecuencias como cansancio, bajo rendimiento, desánimo, ansiedad, estrés. Si se aumentan las horas de trabajo, el organismo se expone a sobrecargarse, volverse menos productivo, y al final a enfermarse. Protesta, lo que se manifiesta en enfermedades, incapacidades laborales, ausentismo, baja productividad, y si persiste, en despidos laborales e incluso muerte. En Japón es común el “Karoshi”: muerte por exceso de trabajo.
Que hacer con las 8 horas de nuestro tiempo adicional. Desde que nos despertamos estamos en acción. El tiempo lo usamos en: levantarnos, tender la cama, hacer deporte, bañarnos, vestirnos, desayunar, trasportarnos al trabajo, almorzar, retornar a casa, cenar, las tareas de los hijos, ver televisión, navegar en internet, chatear, leer, meditar, orar, etc. Los fines de semana disponemos de más tiempo libre afortunadamente, el cual puede ser usado en diversión, recreación, salud, cultura, esparcimiento, formación, crecimiento personal, educación. Sin duda, es tiempo necesario para recargarnos de energía. Descansar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Es esencial para “vivir”.
Los expertos en el manejo del tiempo recomiendan diferenciar lo importante de lo urgente. Lo Importante son las acciones relacionadas directamente con nuestros valores, metas y sueños. Lo Urgente son situaciones que requiere una acción inmediata, teniendo o no importancia. Nuestro día transcurre entre acciones o eventos con diferentes niveles de importancia o urgencia. Veamos cómo operan cada uno.
- No urgentes – no importantes: son las trivialidades, las que no generan valor a nuestras metas. Nos generan dependencia y hábitos negativos.
- No urgentes – importantes: en las que debemos focalizarnos. Son las prioridades, las que nos llevarán a nuestras metas.
- Urgente – no importante: son aquellas que requieren atención inmediata. Son las urgencias, pero a su vez pueden ser distracciones. No todo lo urgente es importante.
- Urgente – importante: son aquellas de inmediata solución. Son lasemergencias. Son los llamados problemas o crisis. Se conocen como “apagar incendios”.
La página http://www.portafolio.co/portafolio-plus/paises-menos-horas-se-trabaja-la-semana, muestra como algunos de los países industrializados donde menos se trabaja como Holanda, Dinamarca, Noruega, son los más productivos del mundo.
Nos preguntamos: ¿Cómo utilizan el tiempo de forma tan eficiente?