En los próximos tres años, el Gobierno colombiano tendrá que hacer frente a vencimientos por más de 52 billones de pesos.
Colombia lanzaría un canje de deuda pública interna antes de finalizar este año o comenzaría a prefinanciar en el 2011 para mejorar el perfil de vencimientos de los próximos años, aprovechando el momento de amplia liquidez local y las bajas expectativas inflacionarias.
Adicionalmente, el Gobierno tendría interés en anticiparse a la incertidumbre sobre la evolución de los proyectos fiscales que se estudian en el Congreso, como la regla fiscal y la reforma a las regalías.
Para analistas, el momento es propicio debido al apetito por activos colombianos ante las crecientes expectativas de que en los próximos meses el país recupere el grado de inversión que perdió hace una década, y que abriría la puerta a nuevos inversores.
Según datos de JPMorgan, los títulos colombianos de deuda lideran los rendimientos entre los bonos en moneda local de los mercados emergentes en lo que va del 2010, con una tasa de retorno del 33,9 por ciento, más del doble que el índice GBI-EM y lejos de México, con un 18,7 por ciento, y de Brasil, con un 14,9 por ciento.
Pese a que las bajas tasas de interés de los títulos le significarían al Gobierno canjear los bonos a un mayor precio, sería preferible ese sobrecosto a arriesgarse a un cambio en las condiciones del mercado en los próximos meses bajo la premisa de que el dinero más caro es el que no se tiene.
«Después del vencimiento de noviembre, es bastante probable que se anuncie una primera etapa de canje y una segunda antes del primer vencimiento grande, que es mayo, para irse preparando, porque los vencimientos que se han acumulado son excesivamente altos», opinó Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas del Banco de Bogotá.
El saldo de la deuda pública interna colombiana se situó en 129,1 billones de pesos al 24 de septiembre, con un aumento interanual de 15,4 por ciento.
Prefinanciamiento, otra opción
Otros expertos no descartan que en vez de un canje, el Gobierno se decida por prefinanciar el 2011, con lo que además de asegurar recursos absorbería liquidez del mercado, lo que daría espacio al Banco Central para aumentar la compra de dólares dentro de su intervención para contener la apreciación del peso sin presionar la inflación.
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