La llamada «Supercomisión» o «Supercomité» del Congreso de los Estados Unidos, un organismo bipartidista recientemente creado para negociar los recortes necesarios en el presupuesto del país, anunciaba ayer que era incapaz de llegar a un trato en cuanto a qué rubros debían ser removidos, lo que causó a su vez una caída en los mercados.
Después de dos meses de negociaciones, la Comisión, formada por seis republicanos e igual número de demócratas, tenía la obligación de encontrar puntos en el presupuesto que se pudieran recortar para reducir el déficit, como lo impuso el acuerdo al que llegaron ambos partidos después de la crisis del techo de la deuda en agosto.
La falta de un consenso sobre cómo ahorrar US$1,2 billones en los próximos 10 años afectó los mercados bursátiles tanto en Europa como en Estados Unidos y podría bajar más aun la credibilidad del congreso de ese país sobre su capacidad para resolver problemas fiscales en medio de la crisis.
«El principal efecto (de la indecisión) es que han transmitido mayor incertidumbre a los mercados globales. El ligero optimismo que habían despertado los datos de la semana pasada sobre el desempeño económico, se ve ahora anulado por esta vacilación sobre los recortes», comentó Camilo Yepes, analista de Acciones de Colombia.
«Es importante que lleguen a un acuerdo en el sentido de que este recorte va a determinar si este gobierno cumple o no las metas con las cuales se comprometió para reajustar el presupuesto, sin aumentar en los próximos años el hueco fiscal», agregó. La dificultad para llegar a un consenso entre los dos partidos se ha exacerbado en los últimos meses y las consecuencias se han visto en las discusiones sobre el techo de la deuda en agosto y la presente disputa.
Los puntos en los que se encuentra la mayor discrepancia entre los senadores de corte liberal y los conservadores es que los primeros quieren aumentar los impuestos a los ricos, mientras que los segundos piden reducciones en el gasto público, en especial, en los programas populares de seguridad social y asistencia médica general, el punto fuerte del presidente Barack Obama.
De no llegar a un acuerdo, se pondría en marcha un proceso de recorte automático de US$1,2 billones del presupuesto, que empezaría en 2013, distribuido entre el gasto militar, defendido por los republicanos, y los gastos en lo doméstico, de dependencia demócrata. Los legisladores debían llegar a un acuerdo ayer para que se presentara a un voto mañana, pero ni la impopularidad del Congreso ni una amenaza por parte de la agencias calificadoras de riesgos han propiciado un entendimiento.
De no alcanzar el acuerdo los senadores proponen alterar los rubros que se reducirían automáticamente. Sin embargo, de llegar a ocurrir un cambio en estos , las firmas consultoras de riesgo Moody’s y Fitch Ratings entrarían a reconsiderarían su calificación de triple A del país, tal como lo hizo Standard & Poors a principios de agosto tras el desacuerdo que se dio entre los partidos de permitir un aumento del techo de la deuda.
«De no llegar a un acuerdo lo más importante sería que la dinámica de crecimiento económico de EE.UU. en el 2012 podría verse afectada a la baja», comentó Andrés Pardo Amézquita, gerente de investigaciones económicas de Corficolombiana.
«La razón de esto es que aquí están tratando de encontrar es un acuerdo que se equilibre para los próximos 10 años, para que no se recarguen todos los recortes esenciales en el corto plazo. En un momento en que la economía de EE.UU. sigue estando muy débil, esto golpea el crecimiento», explicó el analista. Un acuerdo entre los panelistas ayudaría a mantener o hasta aumentar el índice de aprobación del congreso norteamericano que hasta hoy contaba con solo el 9% entre los ciudadanos.
Las bolsas europeas caían a un mínimo de seis semanas el lunes por las expectativas de que la comisión del Congreso estadounidense no consiga acordar una reducción del déficit, mientras que las preocupaciones sobre la deuda europea persistían. Las acciones ampliaban sus pérdidas después de que Moody’s dijera que el reciente aumento de los rendimientos de la deuda francesa y las perspectivas de un crecimiento más bajo eran factores negativos para el rating crediticio del país. No hay duda de que ambos partidos aprovecharan este impasse para sus propósitos políticos, tal como se ha empezado a ver en los comentarios en los medios norteamericanos.
Jornada negra en las plazas bursátiles
La indecisión de los senadores norteamericanos acerca de un consenso en los recortes de presupuesto, sumada a la amenaza por parte de Moody´s de rebajar la calificación triple A de Francia causó la caída de las bolsas europeas y americanas.
El Ibex, recibió la noticia de la victoria de Mariano Rajoy y el PP con una disminución de su índice en 3,48% para quedar a 8.021 puntos. La bolsa de Milán fue la que más sufrió al bajar 4,74% con respecto a el cierre de la semana pasada. París se redujo en 3,41%, mientras que el Dax de Frácfort cayó 3,35%.
Por fuera de la eurozona, el índice de Londres sufrió un retroceso de 2,6%, acompañada del Dow Jones que cayó 2,11% en la jornada de ayer.
Las opiniones
Andrés Pardo Amézquita
Gerente de investigaciones Corficolombiana
» Fitch y Moody’s no hicieron nada en agosto. Ahora, esto es un tema de sostenibilidad de las finanzas públicas de EE.UU., entonces podría haber una reacción negativa».
John Kerry
Congresista demócrata norteamericano
«Hay un verdadera amenaza de que haya un rebaja en la nota de riesgo, pero de seguro el mercado va a mirar a Washington y dirá: «No son capaces de hacer su trabajo».
Tomado de.