¿Burbuja? No, solo un mercado emergente rentable

La preocupación expresada por diferentes autoridades económicas en torno a la existencia de una posible burbuja de precios en el mercado accionario, ha sido justificada en el rápido crecimiento de la inversión extranjera de portafolio.

Esta presenta un aumento de 58% en comparación con 2009, al ubicarse en US$3.930 millones.

Es evidente que el gran apetito generado en los inversionistas tanto locales como extranjeros por las acciones, después del éxito de las emisiones de Ecopetrol, Davivienda y Canacol, ha ocasionado que los índices bursátiles de referencia en Colombia (Igbc, Colcap, Col20) superen máximos históricos sin dificultad y sólo con pequeñas correcciones que no han superado 9%.

A partir del informe mensual de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), se concluye que en el acumulado del año los extranjeros son los compradores netos de acciones en el país, mientras que los vendedores netos han sido las sociedades comisionistas de bolsa (SCB) y las personas naturales. Se destaca el papel de los inversionistas extranjeros en la demanda de acciones nacionales, quienes a corte de septiembre realizaron compras netas en acciones por $846.000 millones.

El panorama económico de las grandes potencias mundiales, comenzando por Estados Unidos y los países de la Zona Euro muestra una dinámica diferente a la de hace unos años, en donde la solvencia y la solidez de sus sistemas económicos hacía impensable la ocurrencia de una crisis. Hoy en día, la discusión en las grandes potencias gira en torno a la capacidad de rescate de sus economías y de la efectividad de las medidas de sus bancos centrales, las cuales han tenido hasta el momento tres efectos: liquidez abundante, tasas de interés cercanas a cero e incertidumbre frente a la recuperación.

El exceso de liquidez generada en Estados Unidos ante la compra de bonos por parte de la Reserva Federal (más de US$1,7 billones ya inyectados y el anuncio la semana anterior de US$600 mil millones más), buscan dinamizar el consumo interno, a pesar que sus tasas de interés se encuentran en niveles históricamente bajos (0,25%). En la misma línea, las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo para recuperar las economías de Grecia, Irlanda y España, hacen que el panorama en Europa no sea muy diferente al de Estados Unidos y Japón en donde la tasa de intervención se encuentra a nivel de cero. En este contexto, los fondos de inversión del mundo acuden a destinos diferentes para poner a rentar sus capitales, al menos a tasa reales positivas, lo que convierte los países emergentes como el destino que ofrece mayor rentabilidad, economías rentables y macro-económicamente estables.

Es innegable el papel que han jugado los capitales extranjeros en la valorización de las bolsas emergentes. Sin embargo, todos estos capitales no pueden ser considerados especulativos ya que muchos administradores internacionales de portafolio han encontrado países como Brasil y Colombia, en donde los fondos invertidos encuentran economías con buenas perspectivas de crecimiento y estabilidad tanto macroeconómica como política.

En momentos en que Chile, Colombia y Perú ofrecen una integración atractiva para el mercado accionario, se evidencian espacios de valorización amplios permitiendo una mayor diversificación de activos y propiciando mayor solidez de los mercados. Los grandes inversionistas han aprendido, y con lecciones muy costosas que el mundo ya no tiene lugares ni títulos «libres de riesgo» y que para las estrategias de diversificación de portafolios, los emergentes funcionan bien. Colombia cuenta con calificación de grado de inversión de Dominon Bond y recientemente ha tenido la mejora en el Outlook Fitch Ratings y Moody`s, lo cual da señales certeras de que el grado de inversión por parte de estas dos firmas podría materializarse en los próximos 6 a 12 meses.

Al analizar la evolución del índice General de la Bolsa de Valores de Colombia en los últimos cinco años, se evidencia que después de haber sufrido importantes desvalorizaciones entre 2006 y 2008, luego presentó altas valorizaciones en 2009, en respuesta al rezago del índice frente a los fundamentales locales que mostraban un PIB creciente, en contraste a lo sucedido en los mercados externos. Una vez se presenta el desatraso en el índice durante el 2009, en 2010 el mercado ha anticipado el buen comportamiento de los fundamentales locales de los próximos años: crecimiento superior a 5%, inflación contenida inferior al rango meta de largo plazo 2% – 4%, y desempleo en búsqueda de un digito.

El mejor momento económico
Las empresas que cotizan en la BVC presentan fundamentales sustancialmente mejores a los de hace dos años y se sustentan en los ambiciosos planes de expansión. Aunque el mercado accionario local pudiera estar en proceso de maduración y se podría ver alguna corrección, se encuentra apalancado tanto en las buenas perspectivas de los emisores como de la economía, en la estabilidad regulatoria del Gobierno, la confianza inversionista y un alto número de agentes que permiten más profundidad en precios y volúmenes transados.

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