Cartagena, caja fuerte de la inversión

Entre 2005 y 2015, esta ciudad recibirá recursos por más de US$10.000 millones en inversión privada y pública, liderada por la ampliación de la Refinería de Cartagena y de Propilco. A otros sectores también están llegando recursos frescos. El reto es capitalizar este momento.

Cartagena, a finales de la década de los 50, experimentó un boom empresarial motivado por la entrada en operación de la refinería que impulsó la llegada a esta ciudad de compañías como Dow, Petroquímica Colombiana, Cabot, Amocar y Abocol», recuerda Orlando Cabrales, hoy presidente de la Refinería de Cartagena (Reficar).

En la actualidad, la historia se está repitiendo. La ampliación de la refinería, la inversión más grande que se está ejecutando hoy en el país (US$4.000 millones), está jalonando y atrayendo nuevos recursos. Se calcula que solo en el tema petroquímico, las inversiones podrían superar fácilmente los US$6.000 millones.

Sin embargo, a diferencia de hace medio siglo, no es el único dinamizador. Otros sectores, como el metalmecánico, cementero, alimentos, logístico y turístico, entre otros, están atrayendo la inversión. Según Rodrigo Salazar, gerente de la Andi seccional Bolívar, en el periodo comprendido entre 2005 y 2015, Cartagena será el destino de recursos que podrían superar los US$10.000 millones en proyectos nuevos o de ampliación de la infraestructura industrial y de inversión pública, «una dinámica sin precedentes en la historia de la ciudad», dice.

Esta buena noticia representa para la capital de Bolívar el reto gigantesco de aprovechar esos recursos para articular su crecimiento, generar mano de obra calificada y atraer más empresas que conviertan a la ciudad no solo en tránsito de mercancías sino en uno de los principales ejes productivos y de negocios del país.

Las inversiones

«Hoy, la dinámica de inversiones que trae la ampliación de la refinería, coincide con otros sectores que están en pleno proceso de expansión», señala Salazar, de la Andi. Sin duda, Reficar se ha convertido en un polo de inversión en Mamonal, la zona industrial de Cartagena. Según Cabrales, las inversiones totales ascienden a US$4.000 millones, de los cuales se han ejecutado -entre lo pagado y lo contratado- cerca de US$2.700 millones. «Se han adjudicado más de $450.000 millones (unos US$240 millones) para la industria y el comercio nacional», dice. La obra, según el cronograma, debe terminar la parte mecánica a finales de noviembre de 2012 y arrancar pruebas en el segundo semestre de 2013.

Esta inversión está acompañada por recursos de otras empresas que quieren aprovechar el clúster petroquímico generado alrededor de la industria. Se menciona una planta de oleofinas, que demandaría recursos por cerca de US$600 millones y la ampliación de Propilco que, según Salazar, de la Andi, tendría inversiones cercanas a los US$1.000 millones.

Entre tanto, en la industria química, de acuerdo con Ana Lucía Lecompte, directora de competitividad regional de la Cámara de Comercio de Cartagena (CCC), las inversiones alcanzan los US$1.170 millones, concentradas en Mexichem, Cabot y Dow.

Por otra parte, el proceso de internacionalización de varias compañías en el país tiene a Cartagena como eje. Por ejemplo, para la cementera Argos, que creó la empresa Zona Franca Argos, en Mamonal, con una inversión de US$400 millones, la ciudad se convierte en una «bisagra» entre Colombia y mercados estratégicos como Centroamérica, el Caribe y Estados Unidos. Ya el 90% de los equipos están montados y hoy la planta -cuya capacidad alcanza 1,8 millones de toneladas al año- está operando al 65% de su capacidad.

Cotecmar, por su parte, se ha convertido en un referente como astillero en el país y se estiman inversiones por US$150 millones, según Lecompte. Con la ampliación del Canal de Panamá, Cartagena puede ser una opción para que grandes embarcaciones hagan reparaciones. 

En el tema logístico, las inversiones de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena, el nuevo proyecto de Contecar, Muelles El Bosque y Puerto Bahía, que lidera Pacific Infrastructure, suman cerca de US$1.000 millones.

Además, según la Andi, la zona franca de La Candelaria proyecta inversiones por US$150 millones. «Esta zona franca tiene listos al menos ocho predios para desarrollos petroquímicos», dice Cabrales, de Reficar. Así mismo, el Parque Industrial Parquiamérica tiene inversiones previstas por más de US$55 millones, de acuerdo con un documento del gremio de los industriales.

Además del sector industrial, el turismo es otro eje receptor de inversiones. Según la CCC, Cartagena tiene 8.000 camas y se espera que este número se duplique en el mediano plazo. «Tenemos cuantificados más de US$24 millones en inversiones que representarían para la ciudad 2.343 nuevas habitaciones», dice Lecompte. Ya están allí marcas como Sonesta, Ocean Tower y Radisson, entre otros, e inversionistas de Marriot y Four Seasons están buscando entrar. En ese campo, también cabe el turismo de salud, considerado uno de los sectores de talla mundial por el gobierno nacional, que se suma a los cerca de 46 pr oyectos urbanísticos de alta gama ubicados al norte de Cartagena.

En el campo público, la infraestructura es uno de los frentes de inversión más importantes. Según Salazar, de la Andi, en la estrategia de disposición y tratamiento de aguas la cifra se acerca a los US$30 millones; Transcaribe suma US$200 millones y para la adecuación del canal del Dique se requieren más de US$150 millones.

«Estos proyectos ciertos nos tienen que ubicar en otro espacio y mirar hacia fronteras de larga distancia. Existen unas condiciones que no estaban en años anteriores y nuevas oportunidades», dice el capitán Alfonso Salas, gerente de la Sociedad Portuaria de Cartagena.

Los retos

Esta avalancha de recursos representa innumerables retos para la ciudad. La inversión, por sí sola, no es suficiente. Para desarrollarla, hay que acompañarla con mano de obra capacitada, educación, innovación y una estructura empresarial como proveedores de calidad.

«Somos la cuarta ciudad industrial de Colombia, pero nuestro objetivo es estar entre las dos primeras», dice Lecompte, de la CCC. Para lograrlo, Cartagena debe buscar escenarios de competitividad que vayan más allá de ventajas naturales, como su ubicación geográfica.

Ya identificó cinco sectores que son sus apuestas productivas: turismo, diseño y reparación de embarcaciones, logística para comercio exterior, agroindustria, y la industria petroquímica y su transformación a plásticos.

«Estamos trabajando en la planeación de un distrito tecnológico. La idea es convertir a Cartagena y Bolívar en una sociedad del conocimiento en donde las universidades y las empresas trabajen de manera conjunta de acuerdo con sus necesidades y capacidades para que la sociedad se pueda transformar a partir de la ciencia y la tecnología y permita desarrollar el recurso humano local y de proveedores para atender los requerimientos de estas inversiones y el crecimiento de las empresas», dice Lecompte.

Otro gran reto es convertir a esta región en eje de producción. En sus puertos se maneja el 51% de contenedores del país, pero la gran mayoría de esas exportaciones no son locales. «Tenemos que buscar estrategias y mecanismos que permitan traer producción para la región y aumentar nuestra competitividad», agrega Lecompte.

Una de sus prioridades es mejorar los indicadores para hacer negocios. En la calificación de Doing Business, Cartagena se ubica en el lugar 21, entre 22 ciudades. Actualmente, la ciudad trabaja en la reducción de trámites y costos y en temas de inspección, vigilancia y control.

Colombia, históricamente, ha sido un país continental, donde la economía ha mirado hacia el interior. Hoy, las inversiones que están llegando a Cartagena, y a otras ciudades de las costas Atlántica y Pacífica, muestran un cambio de visión. Todo indica que llegó el momento de dar un gran salto, no solo para recomponer la estructura productiva, sino para entender qué está pidiendo el mundo.

 Fuente:

Cartagena, caja fuerte de la inversión

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