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Elige el momento adecuado y conoce las palabras correctas para hablar acerca de dinero; planea la charla, sé claro y marca fechas límite para dejar de proporcionarle apoyo económico.
Casi la mitad de los adultos de mediana edad en Estados Unidos dieron apoyo financiero a un hijo adulto el año pasado, según el Pew Research Center.
Ya sea que le estés proporcionando alojamiento y comida, que cubras sus gastos de seguros, o le des cheques de forma regular, podrías estar haciendo a tu hijo -por no hablar de ti mismo- un perjuicio en lugar de un beneficio.
«En algún punto, los padres tienen que ayudar a sus hijos a abrir sus alas, incluso si esto significa dejar que fracasen», dice Steve Aucamp, un asesor financiero de Washington, DC
Estas señales pueden ayudarte a hacer que tu dijo deje de depender de ti:
Las reglas del juego
Olvida la culpa. «Querer que tu hijo sea financieramente independienteno es algo malo», dice Susan Ende, coautora de ‘How to Raise Your Adult Children’.
Haz un plan. La mayoría de los expertos dicen que lo mejor es ‘destetar’ a sus hijos en lugar de cortarles el suministro de golpe. Así que piensa en tus términos antes de abordar el tema.
Elige tu momento. Trata de conjuntar la charla con un evento importante, como una graduación o un nuevo trabajo, dice la experta en dinámica familiar Ruth Nemzoff.
¿No es posible? Programa una charla en lugar de esperar hasta que tu hijo necesite dinero.
Cuando estés cara a cara…
1. Argumento de apertura: «Estamos felices de haber sido capaces de ayudarte en estos últimos años, pero creo que eres capaz de tomar más responsabilidad ahora».
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¿Por qué funciona?: «Estás enmarcando esto como un paso positivo hacia adelante, y no lo haces sentir culpable», dice Nemzoff, autora de ‘Don’t Bite Your Tongue: How to Foster Rewarding Relationships With Your Adult Children’.
2. Explícate: «Ustedes han sido nuestra prioridad durante años, ahora tenemos que enfocarnos en ahorrar para nuestra jubilación y también queremos que se conviertan en adultos económicamente independientes».
¿Por qué funciona?: Ayuda a tus hijos a entender el panorama general, y van a estar más dispuestos a aceptar la nueva realidad, dice Aucamp. Así que, asegúrate de que sepan por qué no podrás seguir apoyándolos y que tu decisión no es un castigo.
3. Fija los términos: «Creemos que es hora de que pagues tu renta. Para ayudarte a comenzar, vamos a cubrir los próximos tres meses e igualar lo que ahorres hasta 1,000 dólares».
¿Por qué funciona?: Estás indicando exactamente lo que puedes ofrecer en el corto plazo y tus expectativas para el largo plazo. Este enfoque ofrece apoyo -e incentivos- y hace que tu hijo se haga responsable.
¿Y si Junior protesta y dice que no puede hacerlo? Suponiendo que tus términos sean razonables, no vaciles.
4. Dale el regalo de la empatía: «Sabemos que no será fácil. Estaremos aquí cada vez que necesites hablar».
¿Por qué funciona?: «Deja claro que sólo porque estás cortándole el dinero no significa que estés cortando la relación», dice Nemzoff. En lugar de dinero, ofrece consejos cuando se te pidan. Por ejemplo, puedes sugerir recursos para encontrar un compañero de cuarto para dividir la renta o ir con tu hijo a ver los alojamientos más baratos.
5. Enfatiza la fecha límite: «Creemos que tres meses es tiempo suficiente para establecer un colchón de efectivo. Así que, después del primero de noviembre estás por tu cuenta».
¿Por qué funciona?: «La gente se pone a la altura de las circunstancias cuando tiene que hacerlo», dice Ende.
Por supuesto, las fechas límite -al igual que los planes- son buenos sólo si nos atenemos a ellos. «Si tu hijo regresa a casa y tú te abalanzas hacia él con una red de seguridad», añade, «simplemente tendrás que iniciar el proceso de nuevo».
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