Hacerse rico es de por sí bastante difícil. Ahora, enseñarle a un niño cómo ser rico también es complicado.
Los obstáculos tradicionales —como ayudar a niños que han crecido con comodidades a desarrollar buenos hábitos de trabajo— son empeorados por los desafíos del siglo XXI, incluyendo mantener una presencia segura en las redes sociales.
A muchos padres ricos les preocupa que sus hijos derrochen sus fortunas y que el dinero, en lugar de facilitar sus vidas, las hagan más complicadas o menos productivas.
La buena noticia es que hay estrategias que pueden suavizar la transición y reducir los riesgos, afirman los expertos. Ellos recomiendan empezar a hablar sobre el dinero de la familia desde temprano, mucho antes de que los niños crezcan, y profundizar esas conversaciones iniciales a medida que se acerca la hora en que los hijos reciban su herencia.
A continuación, los pasos que los expertos recomiendan para los padres a la hora de criar hijos ricos e inteligentes:
Cuénteles la historia del ascenso
Hay pocas familias que por generaciones no han conocido otra cosa que no sea comodidades. Pero en algún momento, ya sean los padres, los abuelos o los bisabuelos, alguien en el árbol familiar se hizo rico a base de luchas y, probablemente, tras fracasos iniciales.
Las familias deben contar la historia sobre el origen de su dinero, señala Neale Godfrey, presidenta de la junta directiva de la Children’s Financial Network, una empresa de educación financiera con sede en Nueva Jersey.3
Una forma de hacerlo es mostrándoles el lugar en donde todo comenzó: por ejemplo, la primera fábrica que abrió la empresa.
Al contar la historia familiar, asegúrese de mencionar los errores y fracasos en el camino, precisan los asesores. Es difícil para los niños crecer en un hogar en el que creen que sus padres son invencibles.
Deles una idea de su futuro
Los padres no deben esperar a que sus hijos estén grandes para contarles que son herederos de una fortuna. La conversación debería comenzar al menos una década antes, y los hijos deberían conocer al representante del fideicomiso y los asesores financieros de la familia en sus primeros años de adolescencia, indican los asesores.
«La sorpresa nunca funciona. Los hijos se impresionan y no tienen idea de qué hacer», anota Godfrey.
Dice que conoce el caso de una familia en la que el hijo mayor heredó US$7 millones al cumplir 21 años sin previo aviso. Simplemente se reunió con el asesor financiero de la familia, quien le dio un cheque y le dijo que recibiría más dinero cuando cumpliera 30.
El joven abandonó la universidad y se compró un Ferrari, que luego estrelló. Malgastó todo el dinero debido a un problema de abuso de sustancias y terminó en rehabilitación.
Godfrey dice que los padres la contrataron para que los ayudara a prevenir que ocurriera lo mismo con los dos hijos menores. Les recomendó que estos hijos se reunieran con asesores financieros mucho antes de recibir cualquier parte de su herencia.
Eso no significa que los hijos tienen que conocer todos los detalles sobre las finanzas familiares. Las conversaciones pueden llevarse de acuerdo a la edad de cada hijo, apuntan los expertos.
Explíqueles la necesidad de la discreción
Una vez que los hijos tengan una idea general de las finanzas familiares, es más fácil explicar la necesidad de la discreción y la privacidad.
Esta lección es importante especialmente para adolescentes y preadolescentes, que participan en redes sociales. Publicar en Facebook o Twitter los detalles del próximo viaje de esquí de la familia a Suiza puede aumentar el riesgo de robo, afirman los asesores. Es mejor compartir información de una manera más controlada con un círculo cerrado de amigos por e-mail, por ejemplo.
Incluso de adultos, los herederos necesitan aprender a lidiar con preguntas sobre sus circunstancias personales, particularmente porque las listas de los ricos que están fácilmente disponibles en Internet dificultan mantener la privacidad.
Ann Freel, directora de servicios de educación y administración familiar en el banco Northern Trust, dice que tenía clientes que no sabían cómo responder preguntas de amigos luego de que decidieron abandonar su trabajo para dedicarse a tiempo completo al voluntariado.
El banco los capacitó con ejercicios en los que debían responder preguntas. «Se dieron cuenta no solo de que la mayoría de las preguntas eran bastante inocentes, sino que también podían controlarlas de manera eficaz y desviar la atención no deseada», expresa Freel.
Deles el ejemplo
Una vez que los hijos procesan la idea de que tienen más dinero que la mayoría de los que los rodean, los padres deben poner un poco de más esfuerzo en impartir valores.
«Puede empezar desde el momento que sus hijos digan ‘quiero’. Los niños propensos a la gratificación inmediata tienen un autoestima más bajo. Los niños que entienden que el dinero es más que gratificación instantánea tienen un autoestima más alto», indica Nathan Dungan, un asesor financiero en Minneapolis.
La tarea se vuelve incluso más difícil si los padres no practican lo que predican. Intentar enseñar el valor del dinero es difícil si los padres compran mucho en tiendas de lujo. Asimismo, un mensaje sobre la importancia de ver a otros como iguales podría no tener mucho peso si un padre utiliza un tono de voz degradante hacia los empleados de servicio.
«Los niños desarrollan actitudes sobre el dinero y la riqueza observando las acciones diarias de sus padres más que cualquier otra cosa», apunta Freel.
Motive a sus hijos a hacer algo
Establecer buenos hábitos de trabajo puede comenzar a una edad temprana. Los padres pueden darles mesadas a sus hijos por cumplir tareas domésticas y, más adelante, sugerirles trabajos en un restaurante o una tienda local.
Conforme los hijos crecen, los padres pueden involucrarlos en decisiones monetarias del hogar, como por ejemplo administrar un presupuesto limitado de gastos para actividades extracurriculares o compras de supermercado, recomienda Freel.
Cuando llegue el momento de gestionar una cantidad de dinero importante, tendrán una mejor oportunidad de hacerlo bien, afirman los expertos.
Fuente:
Cómo enseñarles a sus hijos a ser ricos