Para los emprendedores, la creatividad no es simplemente un lujo. Es una habilidad esencial para sobrevivir. Los principales errores en los nuevos empresarios son:
– Tratar de hacer todo por ellos mismos
– Dificultad para desarrollar estrategias o decidir dónde enfocar la energía
– Negarse a invertir en uno mismo
– Enamorarse de un proyecto y buscar alcanzarlo sin una planeación adecuada
La clave para evitar estas trampas está en entender cómo aceptar los retos. El último estudio sobre creatividad señala que todos usamos nuestra capacidad creativa de diferente forma, pero por lo general sirve para resolver algún problema. Una vez que comprendes el proceso creativo, puedes aplicarlo intencionalmente para potenciar tu negocio. Este proceso se resume en cuatro etapas:
– Clarificar la situación: Exploramos el problema, encontramos toda la información relevante que puede ayudarnos a entenderlo y definimos el camino más eficiente para resolverlo.
– Generar ideas: Aceptamos el problema y elegimos las mejores ideas para lograr un cambio que mejore la situación.
– Desarrollar soluciones: Tomamos esas ideas y las perfeccionamos; las rompemos y las reconstruimos, luego las pulimos hasta que quedan listas para ejecutarse.
– Implementar las soluciones: Convertimos las ideas en acción y ayudamos a la gente involucrada a adaptarse a los cambios.
Este proceso puede ocurrir rápidamente o de manera deliberada, con o sin esta secuencia de pasos. Puede hacerse en grupos o individualmente. Estas cinco simples estrategias para usar el proceso creativo pueden ayudarte a encaminar a tu empresa hacia el éxito:
1. Piensa antes de empezar
Tener consciencia de uno mismo es una habilidad fundamental en los líderes y equipos exitosos. Una vez que conoces tus límites sabes dónde tienes que concentrarte, dónde necesitarás pedir ayuda y dónde estarás bien por tu cuenta. Al pensar en cómo haces las cosas, al reflexionar en las maneras en las que tu equipo puede trabajar en conjunto, podrás tener una idea clara acerca de la dirección a tomar y limitar la cantidad de obstáculos en el camino. Esto es un trabajo serio que puede salvarte muchas veces en tu carrera como emprendedor.
2. Acepta la diversidad
Saber cómo apalancar la diversidad es una habilidad muy poderosa. Estamos hablando sobre la diversidad de pensamiento, es decir, aprovechar las diferentes formas de pensar. Es crítico reconocer dónde tú (y tu equipo) son fuertes y dónde débiles. Si piensas que tú o tus colaboradores no son aptos para el proceso creativo, busca a otros que sí lo sean. Rebota pensamientos e ideas y escucha a los nuevos prospectos, pues su manera de pensar puede proveer de buenas ideas para tu empresa. Rétate a ti mismo a ser abierto y aceptar otras perspectivas y puntos de vista, aunque sean contrarios a los tuyos.
3. Ten cuidado con el amor a primera vista
Si estás enamorado de una idea en particular ¡qué bueno!, pero debes tener cuidado. Puede que no estés analizando las cosas a detalle, con el cuidado necesario. Tómate tiempo para asegurarte que la dirección que elegiste satisface la necesidad que encontraste, que la idea que tienes está bien pensada y que estás preparado para manejar el cambio efectivamente.
4. Un paso a la vez
Saltarse etapas puede llevarte a serios problemas, como enfocarte en el tema incorrecto o implementar una solución a medias. Todos tenemos preferencias por ciertas partes del proceso, pero esto puede hacernos esquivar etapas que son esenciales para llevar tu idea innovadora a la realidad. Descubre en dónde estás en el proceso creativo y a dónde debes ir después.
5. Aprende cuándo dar el siguiente paso
Cuando disfrutamos una parte del proceso tendemos a permanecer más tiempo del necesario en esa etapa. Por ejemplo, el joven que tiene una nueva idea cada cinco minutos o el que constantemente se pregunta “¿esto funcionará?” La gente que aplica este proceso de manera efectiva sabe cuándo sus preferencias están absorbiendo lo mejor de ellos y tienen la habilidad de cambiar de dirección en el momento correcto. Así que no te obsesiones con las posibilidades infinitas o clarificando los detalles. Asegúrate de que hayas hecho un buen trabajo y luego da el siguiente paso.
Innovar es más que sólo tener una buena idea. En lugar, es un proceso con muchos componentes y muchos jugadores. Cualquier idea, no importa qué tan increíble sea, puede morir antes de nacer, o peor aún, después de la implementación si no se presta atención a las cuatro etapas del proceso creativo.
Elegir los temas importantes, desarrollar soluciones e implementarlas con sensibilidad y determinación te ayudará a convertirte en la chispa creativa que hará de tu empresa una entidad innovadora. Conocer el proceso es como tener un buen mapa, y ahora es tu turno de dirigir la innovación hacia tu propio tu negocio.
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