¿Cómo hacerse rico gracias a la genialidad de otros?

Muchas de las personas más ricas se enriquecieron mediante el desarrollo de sus propias empresas. Pero si uno no tiene una idea brillante, puede amasar una fortuna montado en la estela de un empresario exitoso.

Cuando una empresa alcanza el éxito, su fundador -naturalmente- se hace rico. Pero a veces, incluso los empleados que trabajaban cuando la compañía recién comenzaba también obtienen una buena tajada.

Un ejemplo es el de Andrea Lewis, una escritora que en los primeros días de Microsoft recibió acciones de la compañía que hoy tienen un valor estimado de US$2.000.000.

Muchas de las personas más ricas del mundo -piensen en Bill Gates, Carlos Slim, Warren Buffett, Richard Branson y Jack Ma- son multimillonarios que se enriquecieron mediante el desarrollo de sus propias empresas.

Pero si uno no tiene una idea brillante para futuras compañías como Virgin Airlines o Alibaba, aún puede amasar una fortuna montado en la estela de un empresario brillante.

Jim Cody, director de los servicios de bienes raíces, fideicomisos y filantropía de Harris myCFO Inc., una firma de asesoría financiera con sede en San Francisco, cree que la única manera de convertirse en una persona de alto poder adquisitivo es ser parte de algún tipo de empresa con éxito.

Cody, un exabogado que trabaja con personas que tienen US$25 millones o más para inversiones, dice que muchos de sus clientes han comenzado o trabajado en una importante compañía de Silicon Valley.

Incluso sus amigos abogados más exitosos no tienen los ingresos que sus clientes empresariales han acumulado.

«Usted no ve personas muy ricas que siguen ejerciendo su profesión original. Eso no existe en el mundo de hoy», opina Cody y añade: «Hay que diversificar las actividades a algún tipo de emprendimiento de negocios o conseguir acciones en una empresa”.
El séptimo empleado

Así es como Jeff Kelisky hizo su fortuna. En el año 2000 se incorporó MultiMap. Cuando fue contratado como director de desarrollo de negocios, era el séptimo empleado de la compañía de mapas en línea creada por Sean Phelan con sede en Londres.

Su sueldo era de unos US$116.774. Un buen sueldo. Pero el dinero real se encontraba en las opciones de acciones de Kelisky.

Cuando comenzó, Kelisky recibió un 2% en acciones. En el momento en que se convirtió en director general en 2002, ese paquete ya ascendía a un 5%. El exgerente de cuentas de IBM y consultor no se unió a la compañía pensando en que le caería una «lluvia de dinero», pero la idea de una importante ganancia sí cruzó su mente.

«Quería construir algo, pero sin duda la posibilidad de obtener grandes beneficios fue en parte la razón por la que ingresé en ella».

Las opciones sobre acciones le dan a un empleado la oportunidad de poseer capital de una empresa a un precio determinado en una fecha posterior. Por lo general, esas opciones en acciones no se pueden convertir de inmediato en recursos propios y, por lo general, los empleados sólo pueden comercializarlas cuando la empresa se vende o se hace pública.

Durante cinco años Kelisky solo recibió su sueldo, aunque las acciones estaban en su mente. En 2005, Microsoft compró MultiMap por US$60 millones y Kelisky obtuvo cerca de US$3 millones.

Pero aunque estaba encantado con esa ganancia, él no dejaba de pensar que el fundador se llevó mucho más dinero, aunque Kelisky había hecho gran parte del trabajo.

«Sentí que una porción mayor de las acciones hubiera sido más acorde con lo que hice para ayudar a que la empresa triunfara», comenta el exempleado de MultiMap. Pero concluye que al final comprobó «que las grandes sumas de dinero se las lleva el fundador».

Cody, el asesor de inversiones, dijo que varios de sus clientes que se hicieron ricos por ser empleados de una empresa de gran éxito, no estaban necesariamente entre los primeros 10 o 20 personas dentro de la jerarquía.

Si una empresa puede llegar a ser lo suficientemente grande y se vende por una gran cantidad o se hace pública, más de 100 personas pueden obtener un gran premio, comentó.
Los inversores inteligentes

Otra manera de aprovechar el éxito de un empresario es invertir en su negocio.

Daniel Bank, un abogado de 33 años que vive en Toronto, hizo un largo camino para convertirse en millonario, pero para intentar conseguirlo tomó una opción de acciones en dos pequeñas empresas que iniciaban: ZingU, que desarrolla programas informáticos de gestión de relaciones con clientes, y Next Grid, una compañía de energía renovable.

La primera empresa le otorgó a Bank un porcentaje de las acciones a cambio de los servicios de asesoramiento jurídico e ingresó a la segunda (por un monto no revelado) después de conocer al fundador en una conferencia sobre energía renovable.

«Se trata de castillos en el aire, pero si podemos hacerla pública un día creo que la compañía podría valer cientos de millones de dólares», indica Bank, quien que sabe que nunca podrá ganar dinero fuera de las empresas.

Elija su estela sabiamente

Ya sea que se haya unido como empleado a un negocio en sus inicios o que compró una participación en una empresa, solo verá un gran cheque si se aferra a la persona adecuada.

Michelle Scarborough, presidente adjunto de National Angel Capital Organisation con sede en Toronto, que promueve y conecta inversionistas, sabe algunas cosas sobre apostar en el propietario de la empresa correcta.

Ha comprado 21 empresas desde 2001 y ha logrado hacer dinero de 11 de ellas, solo cuatro han quebrado. A menudo triplicó su inversión dentro de los tres primeros años y dijo que puede hacerlo aún mejor en las empresas con las que está más comprometida.

Scarborough cree que las mejores empresas son las que tienen un producto que la gente realmente quiere. Algo que puede sacudir a una industria es un plus, agregó.

Un empresario debe ser digno de confianza, algo que -admite- es difícil de definir y frecuentemente se reduce a un sentimiento visceral. Además debe tener a un buen equipo detrás, un historial de apertura a la crítica constructiva, algo de experiencia en el mercado y una gran cantidad de pasión.

Deben entender también lo que se necesita para hacer crecer la operación. Eso significa tener una estrategia comercial definida y conocer la industria en la que se desarrolla, concluye Scarborough.

Antes de sacar la chequera, se debe trabajar en una estrategia de salida. Una opción es vender la participación accionaria a otro inversor o cobrar las acciones cuando la empresa se venda o se haga pública.

La forma más sencilla de obtener una participación en una empresa es mediante la compra de patrimonio neto, explica Scarborough.

«Va a ir bien»

Después de que la compañía de Kelisky fue vendida, él fue a trabajar para Microsoft, pero le resultó más difícil lograr algo significativo en una gran corporación.

En 2011 se convirtió en director general de Picsolve International, una empresa con sede en Londres, cuya tecnología permite a los parques temáticos tomar fotos de la gente en los paseos y luego les venden esas instantáneas.

Es una empresa más grande que MultiMap y se aseguró de negociar una participación más grande (se negó a decir cuánto) en el negocio en esta ocasión, lo que significa un desembolso mayor si la compañía se hace pública o se vende por una linda suma.

«Con suerte, va a ir bien», dijo. «La oportunidad es grande. Pero estoy aprendiendo mucho, así que voy a estar mejor sin que me importe tanto».

Fuente:

¿Cómo hacerse rico gracias a la genialidad de otros?

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